Familia La Ancha da el salto a Portugal y abre su restaurante Fismuler en Lisboa

Familia La Ancha ha dado el pistoletazo de salida a su expansión internacional con la apertura de su primer restaurante en Portugal, que estará emplazado en el ME Lisbon, el primer hotel de lujo de Melià en la capital lusa. Se trata del restaurante Fismuler, el emisario de la cocina más personal de Nino Redruello, socio y cocinero de la firma del sector de la hostelería.

El nuevo establecimiento se suma al servicio de catering ‘Los eventos de La Ancha’ y a los restaurantes que ya conforman el grupo fundado en 1919 por Benigno Redruello: Las Tortillas de Gabino, La Taberna de La Ancha, Club Financiero, Azotea Grupo, Fismuler, Armando y Molino de Pez.

Con el objetivo de dar coherencia a la oferta gastronómica del hotel, el equipo del grupo se encargará del ‘food & beverage’, con el ‘room service’, los desayunos y un espacio que se llama Elia, como la abuela de Redruello.

Desembarco en Portugal

«La internacionalización de Fismuler es una reafirmación de que tenemos algo bonito», ha destacado el chef a Europa Press, para después reconocer: «Nace de la familia y nos obliga a mirar con más ahínco qué es lo que realmente tenemos: una confianza en la magia de la hostelería, en creer en lo bonito de servir a los demás».

A sus ojos, la expansión refleja como han pasado de funcionar como una familia que hacía las cosas de forma artesanal y antigua a convertirse en una empresa profesionalizada. «Sin ese cambio, sin esa organización y sin confiar en la parte ‘back’ de la hostelería -la gestión, la administración, la digitalización y la estructura- nunca habría sido posible», ha hecho hincapié.

«Ampliar las marcas y salir a otro país confirma que hicimos bien en apostar por la profesionalización, siempre con el foco en no perder nuestra esencia», ha enfatizado y ha explicado que se encargará de la gestión, el equipo y compartirá cocina junto al chef ejecutivo de Fismuler, Diego Pichef, y el chef ejecutivo de la Familia La Ancha, Manuel Villalba.

Fismuler conserva su esencia

Con un servicio que va desde el desayuno hasta la cena, el establecimiento evita la ‘portugalización’ de las recetas y apuesta por el producto local al comprar a productores de la zona los pescados, mariscos y verduras que utilizará para elaborar los platos. El restaurante, que tiene en cuenta los hábitos de los portugueses por lo que potencia la coctelería como aperitivo, acompañará cada cena de música en directo.

En la carta se podrán encontrar grandes clásicos de la casa como el escalope San Román, sus clásicas tortillas, la dorada semicurada, los arroces o su icónica tarta de queso, pero también ha incluido platos que marcaron su historia como lentejas glaseadas con cigalitas o las alitas con calabaza, trufa y huevo.