La red de gas, clave para impulsar la transición energética

La mayoría de los hogares da la bienvenida al gas verde como un instrumento fundamental para descarbonizar sus consumos energéticos

Los gases renovables se alzan como protagonistas en la transición hacia una energía más limpia y sostenible en España. En la actualidad, el futuro del sector pasa por una auténtica revolución verde que transforma la red gasista tradicional en el eje vertebrador de la descarbonización nacional gracias al biometano.

El biometano: energía limpia, circular y de impacto positivo

El biometano, gas verde obtenido de residuos urbanos, agrícolas, ganaderos e industriales, es hoy la alternativa más eficiente a otras fuentes de energía, puesto que se caracteriza por no generar emisiones de carbono. Es sinónimo de economía circular y reducción de residuos. La confiabilidad, adaptabilidad, impacto ambiental, universalización de su uso y las contribuciones económicas lo convierten en un elemento vital para tener acceso a una energía más sostenible y segura. 

Su producción transforma residuos en recursos, evitando emisiones de carbono y metano que, en caso contrario, se liberarían a la atmósfera. 

Cada molécula inyectada en la red supone una reducción directa en la huella ambiental, aportando una solución madura, inmediata y económicamente viable para hogares, industrias y transporte.

El biometano se perfila como una de las grandes claves en la reducción de emisiones, ya que, al tener cualidades similares al gas natural, puede distribuirse a través de la infraestructura gasista existente. Por ello está llamado a jugar un papel central en la transición energética en España.  

Planta de Cabanillas.

España es el tercer país europeo con mayor potencial de producción de biometano, estimado en 163 Teravatios hora al año (TWha). Solo con el 30% de ese potencial, se podría descarbonizar la totalidad de las viviendas del país sin necesidad de inversiones adicionales por parte de los ciudadanos ni cambios en la infraestructura actual. 

El desarrollo del biometano permitiría la creación de empleo y el desarrollo de las zonas rurales: generaría más de 20.000 empleos directos y 40.000 indirectos en operación y mantenimiento de plantas, sumados a los 465.000 empleos indirectos durante la construcción de nuevas plantas. Todo ello mientras se ahorran hasta 4.000 millones de euros en importaciones energéticas y en la gestión de residuos.

La red de gas, clave para un suministro eficiente y sostenible

Con más de 60.000 kilómetros de red y presencia en 1.150 municipios y 10 comunidades autónomas, Nedgia, la distribuidora de gas del grupo Naturgy, lidera la distribución de gas renovable, gestionando un sistema en el que se concentra el 80% del potencial español de gas verde

Actualmente cuenta con 13 plantas productoras de biometano conectadas a su red, tras registrar 90 contratos de inyección equivalentes al consumo energético de un millón de hogares, multiplicando por trece la capacidad de inyección de años anteriores.

Uso de gas en los hogares.

La estrategia de Nedgia se asienta en un principio clave: el biometano requiere cero inversión adicional para los usuarios, ya que es 100% compatible con toda la infraestructura gasista existente, incluidas las actuales calderas de gas en los hogares.

Esta sinergia técnica permite acelerar la descarbonización del parque de edificios y la cobertura energética, minimizando los costes de transición tanto para familias como para empresas o administraciones públicas.

La robustez de la infraestructura de gas no sólo refuerza la seguridad de suministro, también facilita el almacenamiento y la flexibilidad energética, algo especialmente relevante frente al carácter intermitente de otras fuentes renovables.

La actual red gasista española es la infraestructura de transporte y distribución de energía más eficiente. Una retribución adecuada es fundamental para garantizar el mantenimiento, expansión y modernización de esta infraestructura crítica.

Oportunidad regulatoria y liderazgo económico para un nuevo modelo energético

España ha duplicado el objetivo de producción de gases renovables en el último Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), fijando 20 TWh anuales en 2030, mientras que el plan RepowerEU europeo reclama una meta proporcional de 35 TWh. Francia es el espejo en el que mirarse: ha pasado de 44 plantas en 2017 a más de 700 en 2024, gracias a incentivos y políticas claras de respaldo al biometano.

Desarrollar el potencial español no sólo supone impactos directos en sostenibilidad y reducción de emisiones, sino que posiciona al país como aspirante a hub gasista renovable en Europa

El gas verde resuelve, como ningún otro, el llamado “trilema energético”: es económico, sostenible y socialmente integrador, proporcionando autonomía estratégica, resiliencia frente a crisis internacionales y nuevas oportunidades para el tejido industrial y rural.

La mayoría de los hogares da la bienvenida al gas renovable como un instrumento fundamental para descarbonizar sus consumos energéticos, principalmente el vinculado con la calefacción.

Según se desprende de un estudio realizado por Salvetti LLombart para Nedgia, la distribuidora de gas de Naturgy, el 72% de los usuarios consideran que el gas renovable responde a sus necesidades energéticas y el 65% lo percibe como un recurso diferencial frente a otras renovables al ofrecer continuidad, autonomía y procedencia nacional. 

Todo ello, sumado al impulso a la economía circular y al aprovechamiento de residuos, convierte al biometano en la respuesta presente y futura a los desafíos energéticos de España.

El gas verde no es solo una oportunidad para empresas, es la solución tangible, accesible y evolucionada que allana el camino hacia un sistema más limpio, seguro y competitivo, con España como referente de la transición energética europea.

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