Grifols somete a votación un plan de incentivos por 9,3 millones que excluye a su CEO, Nacho Abia
La farmacéutica plantea un nuevo modelo de retribución variable para su cúpula directiva
Archivo – Sede de Grifols en Sant Cugat del Vallès (Barcelona)
Grifols llevará a su próxima junta general de accionistas, prevista para el 5 de junio en segunda convocatoria, la aprobación de un ambicioso plan de incentivos en acciones por un valor máximo de 9,3 millones de euros. La propuesta, orientada a premiar a 35 directivos y empleados clave de la multinacional especializada en hemoderivados, excluye de forma destacada al consejero delegado, Nacho Abia, y al director financiero, Rahul Srinivasan.
El objetivo del nuevo ‘Plan de Incentivos en Acciones 2025’ es fortalecer el compromiso a largo plazo de ciertos perfiles estratégicos, alineando sus intereses con los de los accionistas. Así lo ha comunicado la compañía en la documentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde también se especifica que la iniciativa tendrá una vigencia de tres años, hasta abril de 2028, fecha en la que se consolidarán los beneficios para los participantes, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos.
Un plan centrado en la creación de valor sostenible
El plan prevé la entrega de un máximo de 1.032.671 acciones de clase A, equivalentes a un total de 9.311.594 euros, calculados sobre un precio por acción de referencia de 9,017 euros. La farmacéutica catalana ha remarcado que 11 de los beneficiarios forman parte del equipo de alta dirección, mientras que los 24 restantes pertenecen a distintas áreas estratégicas del grupo y de sus filiales.
“El diseño del plan busca apoyar el éxito a largo plazo de Grifols mediante la creación de valor sostenible”, señalan fuentes internas de la compañía. El modelo de retribución en acciones se plantea como una fórmula para retener talento y fomentar la implicación directa con los resultados de la empresa.
Otro de los puntos clave del orden del día será la reestructuración del consejo de administración. La junta propondrá la no reelección de Thomas Glanzmann, quien hasta febrero ejerció como presidente no ejecutivo y ha estado vinculado al consejo desde 2006. Esta salida marca el fin de una etapa en la que Glanzmann ha sido una figura clave en la evolución internacional de la empresa.
Por el contrario, se propondrá la reelección de Víctor Grifols Deu, hijo del expresidente y actual miembro del consejo, junto con la ratificación de los consejeros nombrados por cooptación: Paul S. Heredeen (independiente) y Pascal Ravery (dominical). Con estos movimientos, Grifols busca reforzar la gobernanza y el equilibrio en el órgano rector.
Transparencia y sostenibilidad como ejes estratégicos
La junta también someterá a votación consultiva el informe anual sobre remuneraciones y la nueva política de retribución de los consejeros. Este punto se enmarca en la voluntad de la empresa de reforzar su transparencia financiera y avanzar en el cumplimiento de los estándares internacionales de buen gobierno corporativo.
Además, se propondrá el nombramiento de Deloitte Auditores como verificador externo de la información sobre sostenibilidad, un paso más en la consolidación de las políticas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) que Grifols viene implementando en los últimos años.
Uno de los aspectos más técnicos del encuentro será la revisión de una «inconsistencia» detectada en la concesión de opciones sobre acciones a Thomas Glanzmann, aprobada previamente en la junta de 2023. Este punto busca corregir desviaciones formales sin que ello implique un cambio material en las condiciones otorgadas en su momento.
Por último, Grifols propondrá una nueva autorización para la recompra de acciones propias, que sustituirá a la acordada en la junta del 9 de octubre de 2020. Este tipo de medidas permite a la empresa gestionar de forma más flexible su capital social, mejorar su rentabilidad por acción y sostener sus estrategias de retribución variable.
Un contexto de recuperación y control financiero
Este movimiento estratégico llega en un momento en el que Grifols intenta recuperar la confianza del mercado tras los desafíos financieros vividos en los últimos años, incluyendo tensiones de liquidez y cuestionamientos sobre su estructura corporativa. Con este plan, la compañía aspira a consolidar su posicionamiento global y retener el talento necesario para afrontar una etapa de transformación.
Aunque el plan excluye a figuras clave como Nacho Abia, su implementación pone de manifiesto la voluntad de Grifols de avanzar hacia un modelo de gobernanza más sólido, con incentivos alineados con los intereses de sus inversores y un enfoque sostenido en el largo plazo.