Esta es la histórica cadena de productos electrónicos que llegó a la quiebra tras perder un acuerdo con Costco
La relación exclusiva con Costco permitió durante años acceder a un público masivo, disparando las ventas de móviles y contratos de red
Foto: Geograph
La cadena Car Toys se ha declarado en quiebra. Fundada en 1987 en el estado de Washington, Car Toys llegó a ser la mayor red de tiendas especializadas en audio para automóviles y electrónica móvil de Estados Unidos, con presencia destacada en Texas, Washington, Colorado y Oregón.
El 18 de agosto de 2025, la empresa confirmó ante el tribunal de quiebras de Seattle la solicitud voluntaria bajo el Capítulo 11, declarando entre 10 y 50 millones de dólares en activos y pasivos y planeando la venta de la mayoría de sus sucursales a empleados y competidores locales.
La compañía, con Dan Brettler al frente, afrontaba graves dificultades financieras en los últimos años.
La caída sostenida del negocio principal de audio para automóviles, que representaba el 70% de las ventas y llevaba un descenso anual del 8%-10% desde 2020 ha sido el principal problema.
Aunque la pandemia de COVID-19 trajo un breve repunte por la acumulación de demanda, todo cambió en 2022. Ese año se produjo el que sería el inicio de la debacle para la compañía; la pérdida del acuerdo estratégico con Costco por parte de su filial Wireless Advocates LLC, clave para la venta de teléfonos y contratos móviles en los grandes almacenes.
El acuerdo perdido con Costco: quiebra
La relación exclusiva de Car Toys con Costco permitió durante años acceder a un público masivo, disparando las ventas de móviles y contratos de red.
Pero en 2022, Costco decidió cancelar el acuerdo, lo que supuso el cierre inmediato de más de cien puntos de venta y la liquidación de Wireless Advocates.
El movimiento trasladó a Car Toys la estructura y buena parte de los gastos generales, dejando a la matriz sin capacidad para absorber semejante golpe.
Los ingresos de Car Toys cayeron un 3,3% entre 2021 y 2022 (de 127 a 123 millones de dólares), un 8,3% más en 2023 (113 millones) y nada mejoró en 2024.
La empresa contrató asesores de reestructuración, despidió a 140 empleados y, pese a todos los esfuerzos, las ventas se desplomaron otro 14% en la primera mitad de 2025.
De forma simultánea, Wireless Advocates entraba en liquidación por bancarrota bajo Capítulo 7. Además, Car Toys acumuló pasivos cercanos a 30 millones en deudas, principalmente con proveedores como Kenwood, Alpine y Pembroke Real Estate.
La solución de último recurso fue la venta de activos. La empresa planificó vender 35 de sus 46 tiendas a una combinación de empleados con antigüedad y competidores como Foss Audio, Drive-In Autosound y Aspen Sound, a fin de salvaguardar el mayor número posible de empleos y preservar cierta continuidad para los clientes. El objetivo era maximizar el valor para los acreedores y facilitar la preservación del negocio en entornos locales.
La respuesta de un mercado digitalizado
La digitalización y el e-commerce han erosionado desde hace años el tráfico en tiendas físicas, mientras que la automatización de los autos modernos ha reducido la demanda de equipos de audio posventa—área que representaba el corazón del modelo de Car Toys.
Además, el aumento de la competencia de grandes cadenas generalistas o digitales y la consolidación del mercado han complicado la viabilidad de pequeños y medianos minoristas en segmentos especializados
El sector de la automoción y la electrónica de consumo en EE.UU están ante un entorno de concentración acelerada, al menos cuatro grandes minoristas han declarado la quiebra en lo que va de 2025, sumando presiones adicionales sobre toda la cadena de valor.
A nivel laboral, se teme la pérdida de cientos de empleos directos y la desaparición de oportunidades para técnicos y asesores especializados en productos de alto valor añadido para vehículos.