Indra prepara otra indemnización millonaria para Luis Abril tras gastar 40 millones en ceses de ejecutivos en la última década
Archivo – El director general de Minsait (Indra), Luis Abril
Indra prepara otra indemnización millonaria para Luis Abril, el ejecutivo al frente de la división tecnológica del grupo (Minsait), que el martes presentó su dimisión en la reunión que mantuvo el consejo de administración.
Bajo el paraguas de la Sepi, la multinacional española lleva gastados en la última década más de 40 millones de euros en indemnizaciones y bonus a ejecutivos cesados en decisiones que aparentemente responden más a intereses políticos que empresariales.
Indra informó el martes que en la próxima Junta General ordinaria, cuya celebración está prevista para el próximo 26 de junio, no se someterá la reelección de Luis Abril como consejero ejecutivo, y que un día antes, el 25 de junio, se extinguirá «el contrato de prestación de servicios ejecutivos que le vincula con la compañía».
El grupo añadió que Abril permanecerá no obstante ligado a la compañía hasta el próximo 30 de septiembre «para garantizar un traspaso y sucesión ordenada en el liderazgo de Minsait».
La salida de Luis Abril se ha producido, consideran varias fuentes consultadas por este diario, debido al nuevo rumbo que ha tomado Indra bajo la presidencia de Ángel Escribano, enfocada en el sector de la Defensa, y por la posible compra o fusión de EM&E, la empresa madrileña de armamento presidida por Javier Escribano, hermano del presidente de Indra, y que es el primer accionista del grupo tras la Sepi, con el 14%.
Ángel y Javier Escribano, presidentes de Indra y de EM&E.
De acuerdo al último informe de gobierno corporativo de Indra, el contrato de Luis Abril prevé, en caso de extinción de la relación contractual por causa no imputable al mismo, el derecho a percibir una indemnización equivalente al 60% de toda su retribución.
El contrato de Luis Abril incorpora además cláusulas de no competencia post contractual por un periodo de un año, compensado con el 60% de su retribución, y establece la obligación de Indra de dar un preaviso de tres meses a la finalización de la relación profesional. En el caso de incumplir ese preaviso, el consejero tendría derecho a otra compensación.
Luis Abril percibió en 2024 una retribución cercana a los 1,5 millones, pero un año antes ganó 5,9 millones por planes de incentivos acumulados.
De acuerdo al último informe de gobierno corporativo de Indra, Abril terminó el año 2024 con 78.529 acciones, valoradas en la actualidad en 2,6 millones de euros. En febrero del pasado año el consejero al frente de Minsait vendió acciones de Indra valoradas en 5,73 millones de euros.
Monzón, Abril-Martorell, Mataix
El control de Indra por parte de la Sepi, su primer accionista con el 28% del capital, implica que, cada vez que hay cambio de Gobierno se producen también cambios en la composición del consejo de administración de la multinacional española.
En 2015, Indra abonó cerca de 15 millones a Javier Monzón por su salida como presidente, tras más de dos décadas al frente de la multinacional, en concepto también de indemnización, bonus y pago por no competencia. Monzón contaba con un sistema de ahorro a largo plazo de 12 millones.
En 2021 la Sepi forzó la salida como presidente de Indra de Fernando Abril-Martorell, quien percibió cerca de seis millones de euros, entre retribuciones, indemnizaciones y pactos de no competencia.
La decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de fulminar en su puesto a Abril-Martorell fue tan precipitada que Indra tuvo que pagar al ejecutivo otros 750.000 euros por no haberle avisado con tres meses de antelación.
El organismo dependiente del Ministerio de Hacienda impuso a Marc Murtra, actual presidente de Telefónica, en el puesto de Abril-Martorell.
En el ejercicio 2023 Indra pagó 15,5 millones de euros a Ignacio Mataix, quien fue sustituido como consejero delegado por José Vicente de los Mozos.
La compañía justificó la retribución de Mataix al haberse consolidado «remuneraciones variables anuales de ejercicios anteriores, que se encontraban diferidas (…)».
En total, el exconsejero delegado de Indra recibió como retribución 2023, por la consecución de determinados objetivos, 654.001 acciones. Además, Mataix percibió una indemnización de 2,64 millones y otro pago por pacto de no concurrencia por importe de 1,98 millones, además de 21.000 euros por vacaciones devengadas y no disfrutadas.
En 2022 abandonó el grupo Cristina Ruiz, tras once años ocupando puestos de responsabilidad, aludiendo a motivos personales. La ejecutiva llevaba solo un año compartiendo con Mataix el puesto de consejero delegado, situada al frente de Minsait, la división tecnológica de Indra.
Ruiz recibió cuatro millones de euros, de los que 1,8 millones fueron en concepto de indemnización.
En 2023, tres directivos percibieron cerca de un millón de euros en total por la resolución de su relación laboral y en concepto de pacto de no concurrencia.
En 2022, la salida del director general del grupo, Javier Lázaro, cercano a Abril-Martorell, le costó a Indra cerca de 0,8 millones. Y en 2021, según reveló el grupo en la documentación aportada para la celebración de su Junta de Accionistas de 2022, otro directivo recibió 2,3 millones, también como motivo de la resolución de su contrato.