Indra y Leonardo preparan una gran alianza para liderar contratos de ciberseguridad y defensa en Europa

Las dos tecnológicas negocian una unión estratégica para competir con los gigantes del sector y posicionarse ante los nuevos contratos que impulsará Bruselas

Archivo – Fachada de la sede de Indra, a 5 de febrero de 2025, en Madrid (España).

Indra acelera su expansión internacional y busca dar un nuevo salto en su estrategia de crecimiento dentro del sector de la defensa y la ciberseguridad. La compañía española, participada en un 28% por el Estado a través de la SEPI, negocia una alianza de gran calado con el grupo italiano Leonardo, uno de los mayores conglomerados industriales de Europa. El objetivo: unir fuerzas para aspirar a los contratos europeos de seguridad digital y defensa que se licitarán en los próximos meses.

Según fuentes del sector, las conversaciones están muy avanzadas y podrían cristalizar en una joint venture con sede operativa en Europa, capaz de competir directamente con gigantes como Thales (Francia) o Rheinmetall (Alemania). De materializarse, esta unión reforzaría el peso de ambos grupos en los futuros programas comunitarios vinculados a la autonomía estratégica y tecnológica que impulsa la Comisión Europea.

Una alianza con visión dual: civil y militar

El plan que se está diseñando pasa por combinar las capacidades tecnológicas de Indra en ciberseguridad civil con la experiencia de Leonardo en defensa y sistemas militares. Ambas compañías persiguen crear una estructura sólida que les permita desarrollar tecnología dual, aplicable tanto en el ámbito civil (infraestructuras críticas, telecomunicaciones o energía) como en el militar (sistemas de mando, control y protección de datos).

Indra aporta una posición consolidada en el mercado europeo con proyectos en más de 140 países y experiencia en la protección de infraestructuras digitales. Por su parte, Leonardo dispone de una potente base industrial en defensa aérea, naval y terrestre, con una red de filiales y contratos activos en Italia, Reino Unido y Estados Unidos. La combinación de ambos perfiles podría convertir la alianza en uno de los principales actores del ecosistema europeo de ciberdefensa.

En un contexto marcado por la redefinición de la seguridad europea, la alianza se presenta como una respuesta al dominio de los grandes conglomerados del continente. Rheinmetall, BAE Systems o Thales cuentan hoy con mayor tamaño financiero y acceso a proyectos internacionales de envergadura. Indra y Leonardo pretenden romper ese desequilibrio mediante una cooperación que les permita ganar escala, músculo tecnológico y capacidad de respuesta ante las nuevas licitaciones europeas.

Ambas compañías han trabajado juntas en el pasado, especialmente en proyectos relacionados con aviación y sistemas electrónicos, pero esta vez el acuerdo tendría una dimensión estratégica mucho más profunda, orientada a largo plazo y enfocada en los programas de defensa digital y tecnológica que prepara Bruselas.

Un contexto geopolítico que acelera las inversiones

La iniciativa se enmarca en un momento de máxima tensión geopolítica. La guerra en Ucrania, los ataques híbridos y las amenazas cibernéticas han empujado a la Unión Europea a incrementar su gasto en defensa y reducir su dependencia tecnológica de terceros países. La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa un plan de inversión de más de 800.000 millones de euros para reforzar las capacidades industriales del continente en los próximos años.

“Europa debe garantizar su autonomía estratégica para hacer frente a las amenazas actuales y futuras”, señaló recientemente la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. En la práctica, esto significa más contratos públicos para empresas europeas capaces de ofrecer soluciones integradas en ciberseguridad, inteligencia artificial, satélites o defensa electrónica. Es justo ahí donde Indra y Leonardo buscan situarse.

El movimiento llega en un momento de fuerte expansión de Indra, tanto en resultados financieros como en su valoración en Bolsa. La tecnológica española supera ya los 40 euros por acción, más del doble que a principios de año, y ha alcanzado una capitalización superior a los 7.000 millones de euros. El mercado interpreta este ascenso como una señal de confianza en la estrategia de consolidación industrial impulsada por el presidente Ángel Escribano y el consejero delegado José Vicente de los Mozos.

La compañía también está involucrada en otros proyectos estratégicos europeos, como el programa FCAS (Future Combat Air System), el futuro sistema de combate aéreo que desarrollan España, Francia y Alemania. Además, Indra participa en contratos clave del Ministerio de Defensa español, que prepara inversiones por valor de 34.000 millones de euros en modernización militar.

Archivo - Fachada de la sede de Indra
Fachada de la sede de Indra. Foto: Europa Press.

Leonardo, el socio ideal para crecer en defensa

Por su parte, Leonardo —con sede en Roma— busca fortalecer su presencia en la Península Ibérica y abrirse paso en el mercado civil de la ciberseguridad, un segmento donde Indra es líder. La compañía italiana, que en los últimos meses ha contado con el apoyo financiero de Santander, BBVA y CaixaBank en la refinanciación de un crédito de 1.800 millones, considera la alianza con Indra una oportunidad de diversificación y crecimiento conjunto.

Además, Leonardo ya colabora con Indra en programas como el Eurofighter o en la integración de sistemas de mando y control para la OTAN. Sin embargo, esta nueva alianza iría más allá: supondría crear un polo tecnológico europeo con capacidad de competir globalmente frente a los actores estadounidenses e israelíes del sector.

Uno de los principales motores de esta operación es el nuevo paradigma europeo de soberanía tecnológica. Actualmente, más del 70% del material de defensa que utilizan los países de la UE se compra fuera del continente, lo que ha generado preocupación en Bruselas. La Unión quiere revertir esta situación apostando por proyectos industriales conjuntos entre compañías europeas que garanticen producción, innovación y seguridad dentro del territorio comunitario.

En este contexto, la unión de Indra y Leonardo encaja perfectamente con los objetivos de la política europea de defensa, que busca fortalecer alianzas estratégicas entre empresas del continente y reducir la fragmentación actual del mercado.

Un futuro prometedor con retos pendientes

Aunque las conversaciones avanzan a buen ritmo, las fuentes consultadas señalan que aún quedan por definir aspectos técnicos y financieros, como el reparto de participaciones, la estructura de gobernanza o la localización del nuevo centro tecnológico conjunto.
Pese a ello, tanto en Madrid como en Roma hay plena voluntad política y empresarial de cerrar el acuerdo antes de que finalice el año.

Si la alianza se concreta, Indra y Leonardo podrían liderar el nuevo mapa de la defensa digital europea, un sector en plena expansión y con un papel cada vez más determinante en la seguridad de los Estados. “Se trata de un paso lógico y necesario”, apuntan fuentes del sector. “Europa necesita campeones tecnológicos capaces de proteger sus datos, sus infraestructuras y su soberanía industrial. Y esta alianza puede ser uno de ellos”.

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Alba Carbajal

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