Inversores en alerta: Repsol, ACS y Acerinox aceleran el desembarco español en Wall Street

La constructora estudia crear una joint venture para impulsar su negocio de minerales críticos, siguiendo el modelo aplicado en centros de datos

Inversores en alerta: Repsol, ACS y Acerinox aceleran el desembarco español en Wall Street

Inversores en alerta: Repsol, ACS y Acerinox aceleran el desembarco español en Wall Street

ACS estudia dar un nuevo paso en su estrategia de diversificación y crecimiento con la posible creación de una empresa conjunta en el sector de los minerales críticos, un área considerada estratégica por la Unión Europea y que se ha convertido en uno de los focos de expansión de las grandes compañías industriales. El grupo que preside Florentino Pérez analiza replicar en este segmento el modelo que ya ha puesto en marcha con éxito en centros de datos, donde avanza en la creación de una plataforma global para impulsar su negocio digital.

Fuentes del mercado señalan que ACS evalúa diferentes escenarios para consolidar sus operaciones en minerales como el litio, el níquel o el cobalto, esenciales para la movilidad eléctrica, las baterías, los semiconductores y las industrias de defensa y energía. La compañía ya desarrolla proyectos en este ámbito, entre ellos una planta de litio en Alemania, considerada uno de los avances más significativos dentro de su nueva división de minerales estratégicos.

Aunque la empresa no ha tomado una decisión definitiva, el grupo admite que la opción de una joint venture está sobre la mesa, siguiendo la misma estructura que ha dado origen a su plataforma de centros de datos. Esta fórmula permitiría a ACS atraer inversión, acelerar la construcción de nuevos activos y posicionarse en una cadena de suministro que Europa quiere reforzar para reducir su dependencia exterior.

Un modelo replicable

La referencia inmediata es la alianza sellada con GIP (BlackRock) para el desarrollo de infraestructuras digitales, que ha impulsado la nueva división “Digital & Energía” del grupo. ACS considera que ese esquema empresarial, basado en la suma de conocimiento técnico, capacidad constructiva e inversión de largo plazo, puede trasladarse con éxito al ámbito de los minerales críticos si los proyectos alcanzan la escala necesaria.

La compañía ha trasladado a diferentes organismos europeos su interés por participar en iniciativas para asegurar el suministro estratégico de estos materiales, un objetivo prioritario para Bruselas. De hecho, ACS ha sido una de las empresas que ha respondido al llamamiento de la Comisión Europea para promover proyectos que fortalezcan la autonomía comunitaria en materias primas esenciales.

El grupo reconoce que el sector requiere inversiones elevadas y tecnologías avanzadas para el procesado y refinado, etapas en las que la industria europea parte con desventaja frente a Asia. Por ello, contar con un socio financiero o tecnológico podría acelerar los plazos y mejorar la rentabilidad de los proyectos.

La apuesta por minerales críticos, un nuevo pilar para ACS

La posible creación de una sociedad conjunta encaja con la estrategia de ACS de ampliar su perímetro hacia actividades vinculadas a la transición energética, la defensa y la industria digital. El grupo quiere aprovechar su capacidad de construcción, ingeniería y gestión de proyectos complejos para convertirse en un actor relevante en sectores de alto crecimiento.

En el caso del litio, ACS ya controla tecnología propia para su tratamiento, lo que le permitiría dar valor añadido en un sector donde la innovación resulta determinante. La planta en Alemania es actualmente uno de los proyectos más avanzados, aunque la compañía analiza diversas oportunidades en otros países europeos.

Además del litio, ACS también mira al níquel y al cobalto, materiales esenciales para baterías de nueva generación, turbinas eólicas y equipamiento militar. La demanda prevista para los próximos años es muy elevada, impulsada por los planes de autonomía estratégica de la UE y por la presión de la descarbonización industrial.

La constructora estudia crear una joint venture para impulsar su negocio de minerales críticos, siguiendo el modelo aplicado en centros de datos
La constructora estudia crear una joint venture para impulsar su negocio de minerales críticos, siguiendo el modelo aplicado en centros de datos

Sinergias con otros negocios emergentes

La línea de minerales críticos no se desarrollaría de forma aislada, sino como parte de un mapa industrial más amplio. ACS tiene en marcha más de 20 proyectos relacionados con semiconductores, valorados en unos 15.000 millones de euros. También participa en obras de defensa y analiza nuevas oportunidades en energía nuclear y renovables avanzadas, áreas donde su filial Hochtief cuenta con experiencia previa.

La compañía entiende que muchos de estos sectores comparten necesidades comunes: infraestructuras complejas, tecnologías sensibles y cadenas de suministro que Europa quiere reforzar. En ese contexto, ACS ve margen para crear ecosistemas industriales que integren varios de estos negocios emergentes.

Crecimiento financiero y músculo inversor

La solidez financiera del grupo respalda esta transformación. ACS cerró los nueve primeros meses del ejercicio con un beneficio neto de 655 millones de euros, un 8 % más, y unos ingresos de 36.753 millones, con un avance cercano al 24 %. El ebitda también registró un aumento significativo, reflejo de la mayor aportación de sus negocios de infraestructuras, servicios tecnológicos y proyectos industriales.

Con estas cifras, la compañía confía en poder afrontar un nuevo ciclo de inversiones estratégicas sin poner en riesgo su balance. El grupo ha mantenido un perfil financiero equilibrado que le permite explorar nuevos negocios con flexibilidad.

Un movimiento que marcará el futuro

El salto a minerales críticos sería uno de los movimientos industriales más relevantes de ACS en los últimos años. La creación de una joint venture permitiría al grupo reforzar su posición internacional, acceder a proyectos de alto potencial y situarse en un sector clave para la Unión Europea.

Aunque aún no hay un pacto cerrado, ACS reconoce que el interés existe y que la decisión se tomará en función del tamaño que alcance el negocio en los próximos meses. Si finalmente se formaliza, el grupo sumará un nuevo pilar estratégico a su diversificación industrial, consolidando un viraje que lo aleja de la construcción tradicional para adentrarse en sectores con altas barreras de entrada y un fuerte componente tecnológico.

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta