Marc Puig advierte al ‘ausente Sánchez’: su política fiscal destruye empresas

El Instituto de Empresa Familiar avisa al Gobierno de que derogar la Reforma Laboral y recuperar impuestos castigará la recuperación económica de España

Marc Puig, presidente de perfumerías Puig. IEF

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El Instituto de Empresa Familiar (IEF) asestó una nueva estocada a Pedro Sánchez. Si el lunes le avisó de que derogar la Reforma Laboral reduciría la creación de empleo, el martes denunció que la política fiscal del Gobierno destruirá empresas. Poco dado a meterse en charcos políticos, el presidente de la asociación y de las perfumerías Puig, Marc Puig, tuvo ración doble esta semana en el XXIV Congreso Nacional de la organización.

El dirigente inició la clausura del evento celebrado en Pamplona lamentando la ausencia de Sánchez. «Me hubiera gustado que viniera para compartir con él nuestra labor”, señaló. El Ejecutivo estuvo el lunes representado por la ministra de Industria, Reyes Maroto. Si estuvieron el Rey Felipe VI y el líder de la oposición, el popular Pablo Casado.

De este modo, Puig dirigió su discurso a un ausente Sánchez, al que pidió que «no destruya empresas para responder a urgencias coyunturales» con las subidas de impuestos que plantea para hacer frente al incremento del gasto por la crisis del coronavirus.

Mientras el Gobierno trabaja en recuperar el impuesto de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones para toda España, el IEF insiste en que es una medida equivocada para la competitividad de las empresas españolas. «Se trata de no penalizar la tenencia de aquellos bienes que se dedican a generar prosperidad y trabajo, de no hacer que nuestras empresas sean menos competitivas que las del resto de Europa y de no gravar la transmisión de esos bienes para evitar empresas en desmantelamiento».

Todo en unas jornadas en las que Puig abogó por un capitalismo sostenible. Aunque no a través de las nuevos tributos que estudia el Ejecutivo. «Hay enormes oportunidades de colaboración público-privada para mejorar los servicios actuales», dijo. Ampliar la base impositiva y reducir la economía sumergida fueron las recetas.

La recuperación económica debe ser «justa» para todos, avisó la ministra Reyes Maroto

«Somos muy conscientes de la necesidad de acometer políticas fiscales para restablecer el equilibrio de las cuentas públicas; cuenten con nosotros», propuso el directivo finalmente. El Instituto de Empresa Familiar ya remitió sus propuestas a la Comisión de Expertos creada para diseñar la reforma tributaria. «Se caracterizan por su moderación y realismo», definió.

La gran empresa familiar se revuelve así ante el fervor impositivo de Sánchez para pagar la factura de los gastos contra la crisis de la Covid-19. Reyes Maroto ya lo avisó el lunes. La dirigente celebró que España avanza hacia “una recuperación económica sólida” pero matizó que el retorno a la bonanza debe ser “justo” para todos.

La empresa familiar, contra el Reforma Laboral

La principal asociación de compañías familiares de España ya había pedido el lunes a Sánchez que no impusiera peores condiciones para las empresas que las que existen en otros países a la hora de contratar. Con la derogación de la Reforma Laboral en el candelero, la posición de la organización en la materia es clara.

Marc Puig solicitó al Gobierno que les permitan “crear empleo de calidad” y que no se les impongan “condiciones peores que las de los países vecinos”.

El directivo catalán advirtió que “solo siendo competitivos y eficientes podremos sentar las bases de empresas sólidas y estables que puedan trasladar esas mismas características a los empleos que crean”. Un mensaje lanzado precisamente cuando el ala socialista del Gobierno discrepa abiertamente con las tesis de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a la hora de negociar la nueva Reforma Laboral.

Leer más: Calviño reivindica su papel coordinador en la reforma laboral y lograr “una sola voz”

El temor al nuevo marco hace que las empresas familiares duden a la hora de contratar en 2022. Según una encuesta realizada por la organización a sus asociados, apenas el 35% tiene previsto incrementar la plantilla. El 58% opta por mantener el número de trabajadores y eso sí solamente el 7% de las compañías piensa en despedir. La situación económica del país está valorada con un 4,95 sobre 9.

Carles Huguet

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