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Los números rojos de las compañías hoteleras eran esperados, pero no por ello dejan de ser malas noticias. A los de NH comunicados ayer le han seguido hoy, jueves, los anunciados por Meliá. La cadena hotelera aumentó sus pérdidas hasta los 595,9 millones de euros, en claro contraste con los beneficios obtenidos un año antes.

La cadena hotelera cuyo consejero delegado es Gabriel Escarrer registró una caída en su cifra de negocio y facturó 528,4 millones de euros (-70,7%), una cifra muy lejana a la registrada durante el mismo periodo del año anterior.

Sobre la evolución del negocio, la cotizada española explica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el número de habitaciones disponibles alcanzó el 52,6% durante los últimos cuatro meses de 2020.

En este sentido, en España se destaca el rendimiento de los hoteles en las Islas Canarias. La región insular vive durante el cuarto trimestre una temporada tradicionalmente “alta”, pero este 2020 «ha adolecido de cliente internacional». Pese a las dificultades de la movilidad local, especialmente en Navidad, «ha tenido una mayor demanda nacional de la habitual, siendo la zona con mejor ocupación, llegando a un 27%», explican desde Meliá.

Los destinos urbanos, por contra, han estado muy paralizados, debido a la ausencia del segmento MICE (Meetings, Incentives, Conventions and Events), Corporate y cliente directo  — segmentos con mayor peso normalmente en este trimestre —  por los confinamientos perimetrales y restricciones de las políticas de viaje de las empresas.

Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá, afirmó que “2020 no se parece a nada que hayamos conocido en nuestros 65 años de historia; no hay comparable posible. Tras alcanzar en 2019 unos resultados positivos y mantener la misma tendencia durante los dos primeros meses de 2020, la aparición de la pandemia a partir del mes de marzo dejó la actividad turística en un estado de práctica hibernación».

La mala situación de la industria hotelera

La compañía ha querido destacar el complejo momento que no vive únicamente Meliá, sino todo el sector turístico. El desplome de la demanda turística a nivel global descendió un 75% en las llegadas internacionales este 2020.

El turismo también registro una caída del -50% en el ingreso por habitación disponible (RevPAR) a nivel mundial. El RevPar es el medidor de referencia en la industria para conocer el rendimiento financiero de un establecimiento o una cadena hotelera.

En España, ha afirmado Meliá en su resultado reportado al regulador bursátil, «la caída de actividad retrotrajo al sector 25 años de su historia».

Los números rojos de Meliá siguen a los anunciados esta semana por NH y por Barceló. La primera anunció pérdidas por valor de 371 millones de euros y la segunda elevó sus números rojos hasta los 137 millones de euros.

Cristian Reche

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