Musk ataca la gestión de Twitter y no subirá la oferta

Para el multimillonario la red social necesita transformarse en una empresa "privada", ya que, en su opinión, no puede "ni prosperar ni servir" a la libertad de expresión

Elon Musk. EFE/EPA/ALEXANDER BECHER

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Tras la oferta de 43.000 millones de dólares que ha lanzado este jueves Elon Musk para comprar Twitter, el fundador de Tesla y accionista mayoritario de la plataforma de mensajes ha recalcado que si la junta directiva de la compañía de San Francisco no la acepta reconsiderará su posición de capital en la empresa.

Después de que adquiriese el 9,2 % de la compañía a principios de este mes y se convirtiese así en el accionista mayoritario, Musk ahora quiere quedarse con el 100 % de Twitter. Y quiere hacerlo en a 54,20 dólares la acción, lo que supone una prima del 18 % respecto el precio de cierre de ayer y del 40 % si se compara con la cotización que había antes de que anunciase su entrada en el accionariado de la red social.

Elon Musk lleva meses siendo muy crítico con la red social y ha puesto en duda que sus normas se adhirieran «rigurosamente» al principio de la libertad de expresión. Sus críticas han despertado muchos recelos, incluso entre los mismos empleados de Twitter, preocupados por la posibilidad de que el magnate ejerciera un poder excesivo en la empresa para cambiar sus normas éticas de publicación, incluida la prohibición al expresidente de Estados Unidos Donald Trump, por considerar que sus mensajes instigaron el asalto al Capitolio en enero de 2021.

Para el multimillonario, tal y como ha especificado en su misiva de este jueves, Twitter necesita transformarse en una empresa «privada» -que no cotice en bolsa- ya que, en su opinión, no puede «ni prosperar ni servir» a la libertad de expresión en su estado actual. Además, dice creer en el potencial de la compañía para ser la plataforma de la libertad de expresión en todo el mundo. «Creo que la libertad de expresión es un imperativo social para el funcionamiento de la democracia», ha concluido.

Ante esta situación, Musk se enfrentará a una demanda colectiva presentada por accionistas de la red social, según recogía ayer la agencia de noticias Reuters. Encabezados por Marc Rasella, presentaron una demanda ante el Tribunal Federal de Manhattan, en la cual acusan al empresario de realizar «declaraciones y omisiones materialmente falsas y engañosas» al no revelar que había invertido en Twitter antes del 24 de marzo.

La demanda representa a los accionistas que vendieron sus acciones entre el día que Musk debería haber anunciado su entrada en el accionariado de Twitter, el 24 de marzo, y el día que finalmente lo comunicó, el 4 de abril. Pues, según la ley de valores de Estados Unidos los inversores que adquieran como mínimo el 5 % de una empresa tienen un plazo máximo de diez días para hacer llegar esta información.

Por último, Twitter aún sigue estudiando la oferta de Elon Musk. Tras haber recibido su propuesta, Twitter, a través de un breve comunicado, ha indicado que la revisará para determinar cuál es el curso a seguir que más beneficie a la compañía y al conjunto de los accionistas.

Economía Digital

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