Nestlé prescindirá de 42 trabajadores tras el cierre de su línea de descafeinados en Girona

La compañía recolocará a los empleados del área, pero no renovará a una cuarentena de trabajadores eventuales

Fábrica de café de Nestlé en Girona. Nestlé

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Cambios en la producción y en los puestos de trabajo de la fábrica de Nestlé en Girona. La multinacional alimentaria cierra la línea de fabricación de café descafeinado y traslada su producción a la planta que la compañía tiene en Vietnam, lo que afectará a los 42 operarios de esta área.

Fuentes sindicales explican que, del total, 31 de los empleados se dedican a la producción, mientras que el resto operan en el taller. Estos trabajadores serán recolocados en otros puestos dentro del centro gerundense. Sin embargo, los sindicatos alertan que las transferencias se ejecutarán en detenimiento de un conjunto de empleados eventuales, que dejarán de operar en el centro. Desde Nestlé, mantienen que la clausura de la línea no tendrá afectaciones en la plantilla.

La dirección de la fábrica cafetera se regirá por el artículo 41 del estatuto de los trabajadores, que permite realizar modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo cuando existan razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, para gestionar estas recolocaciones.

En periodo de negociación

La semana que viene empezaran las negociaciones entre Nestlé y los representantes de los trabajadores para concretar que puestos se les asignaran, según estas fuentes. Las partes tienen, como muy tarde, hasta el 31 de enero de 2023, cuando se hará efectivo el cierre de la línea.

La plantilla espera que se les adjudiquen puestos “atractivos” donde desarrollen actividades parecidas a las actuales, mientras exigen que se mantengan sus salarios. Además, quieren que se faciliten prejubilaciones para los tres empleados afectados que tienen más de 57 años. Aun así, entre la plantilla hay cierta incertidumbre dado que, por ahora, solo tienen “palabras”.

El citado artículo de la ley que regula el empleo deja en manos de los trabajadores aceptar la oferta de la empresa, o bien rechazarla y recibir una indemnización de 20 días de salario por año de servicio prestado. La decisión final será individual y voluntaria de cada empleado.

La alimentaria ha trasladado de la producción de descafeinado a Vietnam, donde ya se fabrica este producto, porque la empresa quiere enfocar sus esfuerzos en las otras dos líneas de la planta de Girona, la fabricación de cápsulas monodosis y la producción y llenado de café soluble. Para reforzarlas, la multinacional suiza invertirá 100 millones de euros en los próximos 3 años, tal y como informó en un comunicado esta semana.

Inversión tecnología

Esta cantidad se destinará a una instalación tecnológica de última generación para la planta catalana con el objetivo de hacerla más competitiva. Combinará la automatización y la tecnología digital para “acelerar la mejora de la sostenibilidad y la logística”.

En el mismo texto, Nestlé aseguró que la inversión comportaría un aumento de la capacidad de producción, lo que permitiría mantener el actual nivel de empleo de la fábrica y crear “nuevas oportunidades laborales en los próximos años”. Sin embargo, los sindicatos ponen en duda este posible incremento de empleo tras las recolocaciones.

La planta de Girona, una de las cafeteras más grandes del grupo, se construyó en 1968 y lleva desde entonces exportando café a todos los continentes. Previo a este cierre, empleaba a 870 trabajadores. Solo la línea de descafeinados produce entre 24.000 y 26.000 toneladas de café al año. En 2012, su año récord, llegó a las 32.000.

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