La batalla entre Oughourlian y Polanco y otros accionistas cercanos a Moncloa dejó a Prisa al borde del preconcurso
El auto de la jueza que rechaza demanda de Andrés Varela Entrecanales contra Prisa revela la tensión vivida en el consejo de administración del grupo presidido por Joseph Oughourlian
El presidente de PRISA, Joseph Oughourlian. Foto Isabel Infantes / Europa Press
El enfrentamiento entre el presidente y primer accionista de Prisa, Joseph Oughourlian (con el 29,5%), y los accionistas de la compañía considerados cercanos a Moncloa -la familia Polanco; Andrés Varela Entrecanales; el dueño de Balearia, Adolfo Utor; y el empresario Diego Prieto-, con cerca del 20% del capital, dejaron al grupo al borde del preconcurso de acreedores.
El auto del Juzgado Mercantil número 18 de Madrid, que ha desestimado una demanda de Varela Entrecanales contra Prisa por el acuerdo de refinanciación alcanzado el pasado mes de marzo, como publicó el lunes este diario, muestra la tensión vivida en el consejo de administración de la multinacional española durante el último año, y como esta ha ido aumentando hasta hace solo unas pocas semanas.
Pilar Gil, directora financiera de Prisa, en una reunión celebrada por el consejo de administración de la compañía el 30 de abril de 2024, advirtió que era necesario refinanciar la deuda (855 millones de euros) antes de junio de 2025, dado que el primer vencimiento estaba estipulado para junio de 2026.
En esa reunión, la directiva explicó que se estaban explorando diferentes alternativas para refinanciar, llegando a la conclusión de que la mejor fórmula sería un préstamo TLB-Term loan B (préstamo a plazo realizado por inversores institucionales).
Unos meses después, en una nueva reunión del consejo de administración celebrada el 29 de octubre del pasado año, Pilar Gil comunicó a los consejeros que la fórmula considerada, un TLB, no había sido posible llevarla a cabo, y que se había contratado al banco de inversión Rothschild para trabajar «en una hoja de ruta».
La directiva advirtió que el proceso era «complejo», y que probablemente se trabajaría en una extensión de los plazos de la deuda.
El pasado día 17 de enero, en otra reunión del consejo de administración, Gil informó sobre algunos términos de las negociaciones en curso del proceso de refinanciación, advirtiendo la «importancia de la confidencialidad» de dicha información para evitar filtraciones «que pudieran entorpecer o perjudicar las negociaciones».
Un mes después, el 24 de febrero, insistió sobre la confidencialidad de las negociaciones subrayando que las noticias «que aparecen en prensa ralentizan y complican el proceso».
En esos días había trascendido que los accionistas cercanos a Moncloa, también José Miguel Contreras, director de contenidos de Prisa Media, querían poner en marcha un nuevo canal de televisión, en contra de la opinión del presidente del grupo.
Pilar Gil, directora financiera de Prisa, advirtió a los consejeros que el «ruido mediático» había elevado en 12 millones el coste de la refinanciación
Un día después, el pasado 25 de febrero, Gil informó que los fondos y bancos prestamistas no creían en el proyecto televisivo y que, si este seguía adelante, no apoyarían la refinanciación.
En esa reunión, Oughourlian indicó que había percibido «mucho escepticismo» sobre la idea de crear un nuevo canal, tanto en el consejo como en los bancos como en «otros agentes del mercado con los que ha consultado».
El 26 de febrero Prisa anunció la dimisión de Carlos Núñez, jefe de la división Prisa Media, y el cese de José Miguel Contreras. Ese mismo día Pilar Gil aseguró a los consejeros que había hablado con los principales acreedores «quienes han expresado su apoyo a todas las decisiones que se están tomando».
El consejo de administración de Prisa volvió a reunirse un mes después, el 25 de marzo, a las 16 horas, para tratar la refinanciación.
En ese encuentro, el representante de Rothschild explicó a los consejeros las distintas fórmulas de refinanciación que se habían analizado, siendo la más conveniente la de una negociación con los actuales acreedores, mediante la novación de los acuerdos en vigor.
El banco de inversión reveló ante el consejo que la negociación en ese sentido con los acreedores pilotaba sobre la ampliación de la fecha de vencimiento a junio y diciembre de 2029, a cambio de una comisión para los prestamistas y un ajuste de márgenes.
Los acreedores, añadió el representante de Rothschild, suavizarían las ratios financieras exigidas. El acuerdo estaba supeditado a la cancelación, con recursos propios, del tramo de deuda financiera sindicada de Prisa que mayor gasto por intereses supone, el tramo de la deuda junior.
El señor Hernández, como identifica el reciente auto de la juez al representante de Rothschild, advirtió que el acuerdo estaba disponible ese mismo día, y que si se dejaba «pasar la oportunidad» existía «muy poca visibilidad sobre las opciones que tendría la compañía para refinanciar«.
Manuel Polanco, hijo de Jesús Polanco, consejero de Prisa desde 2001, mostró su extrañeza por la cláusula sobre la permanencia de Oughourlian como presidente
Hernández también informó a los consejeros que, en caso de incumplimiento con los acreedores, estos podían resolver anticipadamente el contrato, y que la refinanciación quedaba asegurada con el mantenimiento del presidente del consejo en su cargo.
Sobre esa última cláusula, Manuel Polanco Moreno -miembro del consejo de Prisa desde 2001, hijo del fundador del grupo, Jesús Polanco– manifestó su extrañeza en la polémica reunión del consejo de administración del pasado día 25 de marzo, y pidió a Hernández su opinión profesional al respecto.
El representante de Rothschild indicó que, en un contexto como el que se encontraba Prisa, los acreedores solían requerir ese tipo de garantías. Hernández insistió en que el acuerdo estaba disponible ese mismo día, y que en caso de rechazarlo el resultado «sería sin duda peor para los intereses de la compañía».
Manuel Polanco Moreno, consejero de Prisa, en una imagen de archivo.
Pilar Gil advirtió también a los consejeros que el «ruido mediático» había elevado en 12 millones de euros el coste de la refinanciación.
El consejero Andrés Varela Entrecanales llevó el acuerdo de refinanciación a los tribunales, tratando de impugnarlo, rechazado por el Juzgado Mercantil número 18, en auto comunicado el lunes.
En su oposición a la demanda, Prisa destacó que si se perdía la oportunidad de la refinanciación planteada, la compañía se vería «abocada a una situación preconcursal».
La magistrada Lucía Martínez Orejas, al frente del Juzgado Mercantil, indica en su auto que paralizar «la oportunidad actual de refinanciación no puede sustentarse en un riesgo de mora que no se ha acreditado suficientemente», y que el tiempo abocaría a Prisa «a una situación preconcursal que no beneficia a los términos del acuerdo».
Prisa comunicó ayer martes haber suscrito finalmente «un contrato de novación de sus contratos de financiación», una vez que la Jueza ha rechazado la demanda presentada por Varela Entrecanales (primo del presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales Domecq).
La novación del contrato contiene los mismos acuerdos que había planteado Rothschild al consejo de administración del grupo el pasado mes de marzo.
Para el repago del tramo de la deuda junior, el grupo utilizará los fondos obtenidos en el reciente aumento de capital impulsado por Oughourlian.