Repsol será «prudente» con los proyectos de combustibles renovables tras recortar su inversión en hidrógeno
La petrolera analiza un tercer proyecto de combustibles renovables para sumar a los de Cartagena y Puertollano
 
				Archivo – El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, durante la presentación de la Actualización Estratégica 2024-2027 de Repsol, en el Campus Repsol, a 22 de febrero de 2024, en Madrid (España). Repsol prevé elevar su dividendo hasta un 80% en el periodo 2024-2027
Repsol continúa ajustando su estrategia para cumplir con los objetivos de inversión, de remuneración al accionista y al mismo tiempo generar rentabilidad a través de sus activos más allá del petróleo. La compañía admite que será «prudente» con las futuras inversiones en proyectos relacionados con los combustibles renovables y reducirá ligeramente la inversión en energías renovables. Decisiones que toma tras el recorte a los objetivos en hidrógeno verde que ha venido haciendo en los últimos meses.
La petrolera actualizará su plan estratégico en marzo del año que viene para dar su visión sobre lo que le espera al negocio en 2027 y 2028. Esta nueva hoja de ruta llega tras la ya marcada en 2024, que contemplaba inversiones de entre 16.000 y 19.000 millones de euros.
Un objetivo que Repsol asegura que en el rango bajo, invirtiendo 3.500 millones de euros al año, incluido este ejercicio, donde a cierre de septiembre ya ha destinado 2.500 millones.
No obstante, la compañía destinará cada euro con el máximo análisis posible y con la intención de que genere la rentabilidad que algunos de los proyectos en los que se ha embarcado anteriormente no prometían.
La energética pondrá el foco en sus proyectos del negocio tradicional del refino, así como en el sector clientes, si bien la intensidad del capital destinado en este segmento es menor que en otros negocios.
«Estos 3.500 millones de euros se invertirán con prudencia en estos negocios, reduciendo ligeramente la inversión en el sector de energías renovables, ya que los proyectos ya están en marcha», señaló el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, durante la conferencia con analistas por los resultados de los nueve primeros meses del año.
Analiza un tercer proyecto de combustibles renovables, pero admite prudencia en las inversiones futuras
Cabe destacar el contexto geopolítico y comercial en el que opera Repsol, que ha registrado una caída del 34% en su beneficio neto hasta septiembre principalmente por los precios más bajos del crudo.
Un escenario que le obliga a ajustar costes y ser prudente en cuanto a inversiones, pero sin descuidar sus objetivos para cumplir con lo prometido al mercado.
«Preferimos ser prudentes y garantizar la rentabilidad de la descarbonización de los activos industriales. Hemos reducido en casi dos tercios nuestra ambición en materia de hidrógeno para 2030 en comparación con las cifras que teníamos hace dos años. También somos prudentes en cuanto a las futuras inversiones en combustibles renovables en España», aseguró Imaz.
Pese a todo, la apuesta de la compañía por los combustibles renovables es clara y seguirá destinando capital a este negocio. De hecho, Repsol ya analiza más proyectos para la producción de este tipo de combustibles.
«Estamos analizando un tercer proyecto, y probablemente se llevará a cabo, pero queremos garantizar que este proyecto vaya a tener rentabilidad, y estamos analizando esta opción», indicó el CEO de la energética.
Hasta la fecha, Repsol dispone de la primera planta de la península ibérica que produce combustibles 100% renovables a gran escala en su refinería de Cartagena, en concreto, combustible sostenible para aviación (SAF, por sus siglas en inglés) y diésel renovable.
Para 2026, sumará una segunda planta en su centro de Puertollano donde producirá carburantes par movilidad por carretera y marítima. Repsol espera ponerlo en marcha a finales del primer semestre de 2026.
El recorte en hidrógeno de Repsol
Estas afirmaciones, si bien se encuentra dentro de la lógica inversora de una gran empresa del sector energético, llega después de que la compañía tome decisiones drásticas en lo referente a una de las tecnologías que más incertidumbre generan para los objetivos climáticos de Europa y España.
Repsol ya anunció en julio durante la presentación de los resultados semestrales que iba a «retrasar un poco y reducir» el ritmo previsto de sus inversiones en hidrógeno, pasando a un objetivo de unos 600-700 megavatios para 2030, frente a los 1,2 GW que mantenía como tope en ese horizonte.
Según los cálculos de la energética, que estiman algo más de 1,3 millones de euros de inversión por MW de electrolizador, el nuevo objetivo supone un recorte de entre 670 y 800 millones de euros para el desarrollo del gas renovable.
De esta forma, desde los casi 1.610 millones iniciales, Repsol solo destinará un total de 805 o 940 millones de euros hasta finales de la década. No es el único recorte que la petrolera ha realizado en este sector, sino en 2020 la meta fijada estaba en llegar a los 1,9 GW de capacidad instalada.
El refuerzo a esta decisión llegó cuando la compañía tuvo que cancelar por falta de viabilidad técnica y económica su proyecto de hidrógeno verde en la refinería de Puertollano a principios de julio.
Más allá del hidrógeno y los combustibles renovables, la compañía asegura estar siendo «muy prudente» en el «desarrollo de la garantía de la rentabilidad» de generación de energía renovable.
«Hemos reducido nuestro capex (inversión en capital) de manera significativa porque queremos garantizar la rentabilidad (…) la remuneración comprometida a nuestros accionistas está garantizada en este escenario, el balance es sólido y podríamos modular el capex en este esfuerzo», sentenció Imaz.
Socio inversor para una cartera renovable de 700 MW
En cuanto a las renovables en España y la estrategia de rotación de activos que está llevando a cabo, Repsol anunció que prepara la entrada de un socio inversor para una cartera de 700 MW para finales de 2025 y principios de 2026.
Imaz considera esta cartera «un activo excelente, con muy buenos ‘PPA’ (contratos de venta de energía largo plazo) y una muy buena combinación de energía eólica y solar». En resumen, un activo «realmente atractivo» para un inversor, según explicó el directivo.
Con todo ello, la compañía aplicará la misma estrategia para estos activos que la que ha llevado a cabo con acuerdos firmados en el pasado con Pontegadea -el vehículo inversor del fundador de Inditex, Amancio Ortega-, TRIG o Schroders Greencoat, entre otros.
 
						 
						 
						 
						 
								