Unipost paga tarde y mal a los trabajadores con la familia Raventós al mando

Los sindicatos aseguran que continúan los retrasos tras el último cambio accionarial y exigen el pago de las nóminas en un único plazo

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Las cosas parecían cambiar en Unipost. Las últimas ampliaciones de capital, los nuevos clientes –públicos y privados– y el reciente cambio accionarial hacía pensar que 2015 sería un año mejor. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Los sindicatos denuncian que las nóminas llegan tarde y mal.

Con la familia Raventós al mando, tras la salida de su socio alemán Deutsche Post, los retrasos en los pagos han vuelto a repetirse por enésima vez. El sueldo correspondiente a febrero se ha pagado en tres partes. La mitad se abonó el pasado mes, pero la otra parte restante en dos plazos, abonándose el último ya a mediados de marzo.

«La situación es dramática. Algunos trabajadores no llegan a final de mes y no entendemos los motivos. Algunos de los últimos contratos que hemos conocido con la administración pública son cuantiosos y los clientes privados, como Iberdrola, mueven millones de envíos», subrayan fuentes de CGT.

Más de 50 millones en nuevos contratos

Tampoco entiende la situación Comisiones Obreras (CCOO). «Calculamos que sólo con los nuevos clientes se han ingresado 53 milllones de euros y, sin embargo, eso no se ha traducido en pagar a tiempo las nóminas. Nos avisan en un tablón de anuncios que no pueden pagar a tiempo, pero tienen dinero para comprar la parte de Deutsche Post. No tiene lógica», detallan miembros del sindicato.

Recientemente, Unipost anunció que la familia Raventós reforzaba su posición en la empresa después de que la filial de Deutsche Post –propietaria del 37%– vendiera su parte al resto de accionistas, sin que trascendiera la cantidad abonada. En ese momento, la compañía se había puesto al día con los trabajadores, pero apenas dos meses después vuelve a las andadas.

Concentraciones

En algunos centros de Madrid y de A Coruña se han hecho concentraciones exigiendo a la empresa las nóminas a comienzos de cada mes y en un único pago. «Hemos acudido a la inspección de trabajo de forma reiterada para mostrar nuestras quejas y para ver si, finalmente, se toma alguna acción al respecto», señala CCOO.

La compañía, hasta ahora, ha optado por evitar cualquier conflicto –más allá del que ya tiene internamente– y sólo se pronuncia cuando se produce algún movimiento en firme.

Los trabajadores, por su parte, están cansados de tener que reclamar contínuamente el cobro de las nóminas a tiempo y evitar la incertidumbre de no saber cuándo les ingresarán el dinero. «La compañía siempre alude a que todavía está en pérdidas y se escuda en que tiene deudas pendientes, sobre todo con los bancos. Pero cuando pedimos acometer una auditoría externa, la empresa no quiere oir hablar de ello. Están empeñados en que hay un excedente de personal», explican los mismos interlocutores de CGT.

Huidas forzosas

El sindicato asegura, incluso, que algunos trabajadores se van de la compañía porque no aguantan la situación. Aluden a una modificación sustancial de las condiciones laborales, como consecuencia, entre otras cosas, de los dos recortes salariales que ya se han aplicado. «Se fueron algunos el año pasado y todavía no han cobrado la correspondiente indemnización, de modo que han ido a juicio», matiza UGT.

Sea como fuere, existen factores varios que apuntan a una mejoría, contable, de Unipost, aunque los trabajadores todavía no lo noten. ¿Muchos flecos pendientes y facturas por pagar? Tal vez, pero los sindicatos no entienden que, con mayor carga de trabajo, se repitan los retrasos. 

Economía Digital

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