La fusión de Caixabank y Bankia preocupa a los defensores de clientes

La asociación Asufin advierte de los peligros de la concentración bancaria y recuerda los litigios abiertos de ambas entidades por las cláusulas abusivas

Cerca de 1,3 millones de personas en España tiene difícil acceso al efectivo. En la imagen, varios clientes en una sucursal de Caixabank. / EFE

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La posible fusión entre Caixabank y Bankia ha caído como un jarrón de agua fría sobre las asociaciones usuarios financieros. Asufin ha denunciado que esta unión generaría una entidad demasiado grande para caer (too big to fail, en inglés), lo que significa que su quiebra tendría consecuencias desastrosas sobre la economía y pone en un aprieto al consumidor.

La asociación cree que este movimiento de concentración bancaria, que convertiría Caixabank-Bankia en el banco más grande de España, pone en riesgo al consumidor. En un comunicado, ha explicado que ambas entidades tienen una alta litigiosidad por comercialización de hipotecas y productos financieros con cláusulas abusivas tumbadas en los tribulanes, como la multidivisa o la cláusula suelo. 

Caixabank y Bankia han generado el mayor número de hipotecas referenciadas en el polémico índice IRPH, que «mantienen vivas y son objeto en estos momentos de una batalla judicial». Asufín ha presentado varias denuncias colectivas contra ambos bancos por IRPH que están en distintos momentos procesales.

«Culmina el proceso de privatización» 

También se ha pronunciado Adicae, la organización más representativa de los pequeños usuarios de servicios financieros en Cataluña. La organización ha asegurado que «está estudiando en profundidad el significado de este paso final de privatización y concentración bancaria». 

«El importante anuncio de una muy probable fusión de Bankia y Caixabank culmina simbólicamente el histórico proceso de privatización y concentración de las cajas de ahorros españolas, un enorme patrimonio que representaba más del 50% del sistema financiero español al que no se le ha hecho justicia como patrimonio popular ni se le ha dado ni se le da la transparencia necesaria para las personas consumidoras y ciudadanía», han expresado en un comunicado. 

Adicae ha comenzado a organizar a los consumidores y usuarios de Bankia y Caixabank –así como a los 173.000 pequeños accionistas y ahorradores de Bankia y a los 570.000 de Caixabank– para impulsar sus posiciones y que se tengan en cuenta en las Juntas Generales. 

Posible ERE en Caixabank y Bankia

Este no es el único peligro que se cierne sobre esta posible fusión. Otra de las preguntas que se han abierto en el sector financiero versa sobre el número de empleos que se perderán en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, así como en los servicios centrales.

La fusión podría suponer un gasto de 1.100 millones de euros en reestructurar sus oficinas, lo que comportaría un recorte de casi 5.000 empleos, según un informe de Barclays. Ante la magnitud de la cifra, se da por hecho que se producirá un expediente de regulación de empleo (ERE) si se desarrolla la fusión.

La compañía de servicios financieros estima que el coste exacto de la reestructuración será de 1.099 millones, con un precio total por persona de 220.000 euros, por lo que la reducción de plantilla, únicamente en sucursales, afectaría a 4.995 trabajadores. Tras esta reorganización, Caixabank y Bankia se ahorrarían 481 millones en costes laborales.

Podemos, a la contra

Otra de las voces críticas con la fusión viene desde el mismo Gobierno que la ha bendecido. La mano derecha de Pablo Iglesias en el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Nacho Álvarez, ha cargado con dureza. El secretario de Estado de Derechos Sociales ha asegurado que la noticia es «preocupante para la economía española»

Álvarez ha lamentado las «importantes implicaciones sobre las plantillas laborales de las empresas» al defender que «no es precisamente un buen momento para posibles despidos de trabajadores, en un contexto de alto desempleo». La mano derecha de Iglesias apuesta por usar Bankia como «el embrión» para «desarrollar una banca pública eficiente» a la alemana, y por ello ha pedido no privatizar la entidad y que el Estado no abandone su participación.

Economía Digital

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