El Sabadell reserva 92 millones para 130.000 quejas en el Reino Unido

El Sabadell inquieta a los inversores tras presentar un beneficio muy castigado por el caos operativo del TSB

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La aventura británica del Banc Sabadell de Josep Oliu se complicó en los últimos tres meses. La situación crítica en la filial TSB, aunque controlada, sigue abierta y así lo reconocen las cuentas presentadas por la entidad, correspondientes al primer semestre del año.

En la documentación oficial registrada en la CNMV se incluyen 92 millones en provisiones destinados a sufragar el desenlace de más de 130.000 clientes muy quejosos. Este importe elevará la factura extra hasta los 225 millones.

Unos 76 millones surgen de la condonación de intereses por descubiertos generados por el propio TSB, tarjetas de crédito en condiciones especiales y por elevar la remuneración a los clientes de la cuenta corriente de mayor éxito hasta el 5%; entre otras medidas, con las que evitar fugas.

Aun así restan decenas de miles de reclamaciones abiertas.

Los problemas surgieron al colapsar la plataforma tecnológica del TSB, que se sustituyó finalmente por una muy similar a la que el Sabadell usa en España (coste: 22 millones).

Se desconocen los motivos pero sí las consecuencias: ruptura de servicio, incluso en las oficinas, retroceso de la masa de clientes activos en los servicios digitales hasta el 50% del total y, como daño colateral, el incremento de las estafas on line. Siempre hay quien pesca en río revuelto.

Además del impacto directo sobre el capital del Sabadell por semejante caos, 27.000 usuarios cancelaron sus posiciones. Si bien es cierto que el banco logró, con más agresividad comercial (es decir, gastando más), captar 20.000 nuevos.

De modo que la decisión draconiana del Sabadell ha sido sacrificar buena parte del beneficio del semestre para zanjar de una vez la crisis. De ahí que ya figuren los 92 millones apartados para litigios.

Investigación en curso

El consejero delegado del grupo español, Jaume Guardiola, sostiene que está en curso «una investigación para esclarecer donde se produjeron los fallos». Y aunque aún se tira del hilo, el ejecutivo se compromete a que no aflorarán más problemas ni impactos en sus cuentas.

Parece que sí “es pronto para que se depuren responsabilidades”; pero hay elementos suficientes ya conocidos como para ofrecer garantías sobre la ausencia de próximos sobresaltos.

Al evidente frenazo comercial de la unidad se suma el impacto ante los inversores de presentar un beneficio semestral muy por debajo del que se firmó en junio de 2017: el 67,2% menos. El descalabro en bolsa rozó a ratos el -6%.

Y es que la crisis británica entela un desempeño más que correcto del Sabadell incluso si nos detenemos en el capítulo de provisiones.

El beneficio que se calcula para un Sabadell sin los líos del TSB habría alcanzado los 318 millones. La cifra continúa escalando si descontamos 177 millones en cauciones extras derivadas de la operación limpieza del balance.

Sin efectos adicionales, el grupo habría presentado 457 millones, superiores en un 24% año sobre año.

Limpieza de primavera

Antes de revisar las principales líneas de la cuenta de resultados atribuibles al negocio bancario estricto, merece reseñar la progresión del balance. El Sabadell tiene a partir de ahora mejores mimbres. Como se informó, en las últimas semanas se desprendió de hasta 12,2 billones en activos problemáticos (valor bruto).

El valor neto de las referencias traspasadas se reduce hasta los 4,6 billones. Por tanto, las operaciones cultivaron 177 millones en provisiones extraordinarias, que el banco ya ha contabilizado. La limpieza de primavera deja el balance con un 1,7% en exposición a activos tóxicos. La ratio cae desde el 2,9% con una cobertura del 54,6%.

El grupo posee aún 1,2 billones asignados en un 62% a edificios. El 37% es suelo y sólo el 1% son inmuebles en construcción. Guardiola asegura que “Solvia seguirá haciendo un gran trabajo”, aunque no define el futuro de la filial.

Claves del trimestre en Banc Sabadell

La actividad estrictamente bancaria da trazas de dinamismo comercial. Por primera vez en una década, el saldo vivo de hipotecas crece (0,4%) dado al mayor ímpetu comercial, la demanda y la reducción de amortizaciones (también las parciales).

En materia de créditos al consumo, el banco parece atender al regulador y se sitúa en un porcentaje mínimo “aunque confortable”, asegura Guardiola. El capítulo agrupa una evolución del 4,6% interanual, la mejor expansión desde la crisis de 2008.

Las comisiones son el 6,3% mayor con un margen del 0,8%. El Sabadell da otro estirón en pymes (2,4%) y asegura trabajar con la mitad de las pequeñas y medianas empresas españolas.

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