Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Pontevedra: más de 30 años ayudando a superar la adicción

La Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Pontevedra, que lleva en funcionamiento desde 1993, ha sido una de las beneficiarias en la última edición del Plan Social de Ence

Una las actividades del taller de arteterapia de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Pontevedra (ARPO “Manuel Pérez”)

Una las actividades del taller de arteterapia de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Pontevedra (ARPO “Manuel Pérez”)

El pasado 15 de noviembre se conmemoró el Día Sin Alcohol, iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud en la que se invita a reflexionar sobre los riesgos y daños a la salud física y psicológica que provoca el consumo de alcohol, promoviendo así la responsabilidad sobre su consumo. El trabajo de asociaciones resulta fundamental para ofrecer orientación a quienes buscan superar la adicción, promoviendo la reintegración social y hábitos de vida más saludables. Una de ellas es la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Pontevedra (ARPO “Manuel Pérez”), que desde 1993 brinda apoyo no solo a los enfermos, sino también a sus familiares.

ARPO fue una de las beneficiarias de la última edición del Plan Social de Ence. Según ha explicado Nina Ferreiro, psicóloga clínica de la asociación, a Economía Digital Galicia, desde hace años reciben el apoyo de este programa que consideran “imprescindible” para continuar ayudando a las personas que lo necesiten. “Muchos de los asociados que tenemos están en paro o en una situación económica precaria. Otros colaboran con pequeñas donaciones, por ejemplo, para limpiezas. Lo demás es todo a base de aportaciones o subvenciones”.

Según ha detallado Nina Ferreiro, gracias a ese apoyo la asociación puede desarrollar su actividad. Entre las actividades que hacen están las charlas a los enfermos, que se hacen dos veces por semana. Cada quince días a estas charlas acuden los familiares. “Es imprescindible que, aparte del enfermo, los familiares también sepan que el alcoholismo es una enfermedad, que lo acepten y que sepan también cómo poder ayudarles o los traumas que tienen surgidos de todo lo que han vivido”, ha explicado Ferreiro.

A todo ello hay que añadir la atención a familiares, necesaria en algunos momentos, y otras actividades como los talleres de arteterapia que no solo se imparten en el centro, sino que también se desarrollan en el centro penitenciario de Lama, en el que “pueden llegar a tener hasta del orden de 180 internos”.

Aunque el consumo de alcohol está socialmente aceptado en muchas situaciones, no deja de implicar riesgos para la salud y el bienestar si no se hace con moderación. Nina Ferreiro señala la importancia de concienciar sobre ellos a edades tempranas. “Es importante concienciar a los jóvenes, que ya entienden un poco de biología porque lo han estudiado, darles matices de lo que les provoca el alcohol en su organismo, para que sean conscientes de lo que hacen. Pero en muchos casos hablas con ellos y te dicen:  a mí no me va a pasar, yo controlo. Es la ignorancia de la edad, que piensan que a ellos no les va a pasar, que suele pasar a los mayores, a los que están más curtidos, y no se dan cuenta que están en el camino, que están entrenando. Siempre digo que a la adicción se llega por entrenamiento”.

Una carrera de larga duración

Nina Ferreiro ha subrayado que la rehabilitación “es una carrera de larga duración, tan larga como la propia vida”. “Eres dependiente del alcohol toda tu vida. Si no estás en contacto con esa sustancia, puedes llevar una vida completamente normal. Es como un diabético. Si se trata con la insulina, puede llevar una vida normal, y si no, puede tener muchos problemas, pero diabético va a ser siempre”.

El alcoholismo es una “enfermedad crónica”, por ello, la labor de estas asociaciones es fundamental para ayudar a los pacientes a “desarrollar habilidades sociales” y que esa decisión de no consumir “sean capaces de mantenerla en el tiempo”.

El apoyo de ARPO comienza con una entrevista personal en la que se analiza el caso concreto y se desgrana cómo se le puede ayudar y si está preparado para entrar o no en los grupos, una de las piedras angulares de su actividad. “Nosotros podemos saber mucho de alcoholismo, pero en realidad, quienes mejor les van a entender van a ser otros compañeros que han sentido esa misma angustia y ansiedad. Son los que se ponen en sus zapatos y les pueden trasladar sus experiencias y cómo afrontaron ellos la situación”.

ARPO, según ha señalado Ferreiro, se volverá a presentar a la nueva edición del Plan Social de Ence. “Para nosotros es imprescindible, subsistimos con estas cosas”. 

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