Comarea, Decanta-T, Samaná… La hostelería coruñesa «se siente una apestada»

Directivos de locales coruñeses denuncian ayudas "insuficientes" de la Xunta y auguran un futuro "muy negro" para el sector de la hostelería si no se logra "salvar el verano"

Un camarero sirve un par de cafés en la terraza de una cafetería en A Coruña / EFE

Un camarero sirve un par de cafés en la terraza de una cafetería en A Coruña / EFE

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«Criminalizados, vapuleados y los apestados de España», es el sentimiento que comparten con pesar los hosteleros gallegos. Así lo han reflejado los ponentes de la Mesa Redonda Virtual sobre el sector Horeca organizada por el empresario coruñés José Antonio Ferreira Dapía con el patrocinio del Club Empresarial y Ejecutivo de Galicia (CEEG). En la misma han participado el CEO de Invegest 66, Roberto Gestal, Manolo López Cernadas, director de Samaná Lounge, Santi Quintáns, socio gerente del Comarea, Damián París, gerente del Decanta-T, Jorge Eiroa, director de compras de Vegalsa-Eroski, y Guillermo Pérez Toba, administrador de la productora de la vermutería Chitín y Uro Restaurant Club.

En el encuentro, que tocó temas como las ayudas de la Xunta de Galicia, las adaptaciones constantes a las que se someten los locales, las restricciones, los cierres y la lucha por la subsistencia, el sector de la hostelería considera tras un año de pandemia que la clase política les está «vacilando y dando limosna».

El 2020 empezó bien para el sector, con buen ritmo tras varios años creciendo, hasta que vino el cataclismo para el cual los seis empresarios coinciden que «nadie estaba preparado». «Muy pocas empresas pueden tener una previsión de fondos para superar esto, sobre todo en la pequeña hostelería que no podemos soportar cerrar tantos meses, es imposible», puntualizó Quintáns.

Limosna de la Xunta

Uno de los temas más sensibles, el de las ayudas y subvenciones, encendió las críticas de los ponentes, que se unieron a las quejas de las asociaciones de hosteleros que resuenan desde hace meses en toda España. «Ninguna ayuda es suficiente para un cierre así, exigimos que por lo menos nos cubran los costes fijos mensuales de la empresa porque esto no lo aguanta nadie, es insostenible», lamentó el gerente del Comarea, apoyado luego por López Cernadas, que añadió que lo que necesitan es «que nos cubran los balances negativos que ellos nos han provocado«.

Y es que los colectivos de hostelería llevan meses denunciando que las ayudas de la Xunta apenas alcanzan para pagar las deudas de impuestos que el propio Estado les genera solamente por mantener el local. «Las ayudas no pueden ser solamente para aumentar nuestra liquidez, tienen que ser a fondo perdido porque de nada nos sirve tener que devolverlas posteriormente», defendió Gestal.

Momento de la reunión, organizada por José Antonio Ferreira Dapía y patrocinada por el CEEG

Futuro muy negro

El pesimismo contagió las respuestas de los seis empresarios al ser preguntados por sus esperanzas en el futuro. Ninguno espera mejorías en el futuro cercano, ya que confían en la evolución de la pandemia y en el ritmo de la campaña de vacunación, que ahora mismo ven «muy ralentizado». «Yo quiero ser optimista y pensar que estamos al principio del final, pero todo 2021 va a ser muy duro», apuntaba el director del local coruñés Samaná, para coincidir luego con la opinión de sus compañeros de que «lo fundamental es salvar el verano».

La hostelería tiene muchos frentes abiertos y pocas herramientas con las que luchar. Agradecen abrir aunque sea con restricciones, pero denuncian tener que estar «en adaptación constante». En un momento histórico en el que admiten que «las terrazas valen oro» y que «la hostelería es salud mental», los seis empresarios siguen buscando la mejor manera de salir a flote sin hundir ni el negocio ni los ánimos.

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