Jarro de agua fría de Fitch a Alcoa tras congelar inversiones en San Cibrao

La agencia de calificación mantiene el rating de Alcoa a un escalón del bono basura y rebaja sus perspectivas de estables a negativas ante su elevado endeudamiento y su plan de choque para volver a ser rentable

Imagen del nuevo presidente de Alcoa, William Oplinger, junto a la planta de aluminio de San Cibrao

Imagen del nuevo presidente de Alcoa, William Oplinger, junto a la planta de aluminio de San Cibrao

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Fitch enfría sus expectativas sobre Alcoa. La agencia de calificación de riesgo ha presentado esta semana un nuevo informe sobre la multinacional con sede en Pittsburgh. En él reafirma su rating en BBB-, último escalón antes del denominado bono basura, pero revisa a la baja su perspectiva sobre la compañía al pasarla de estable a negativa.

Fitch pone en valor la «posición de liderazgo» de Alcoa «con la bauxita, alúmina y aluminio», así como su control de gastos y la «flexibilidad» que le proporciona «el alcance de las operaciones». Sin embargo, desde la agencia de rating advierten de que la rebaja en las perspectivas «refleja los actuales retos en el segmento de alúmina» y «la previsión de un periodo prolongado para recuperar la rentabilidad» por parte de una empresa que se ha anotado números rojos por valor de 475 millones de euros en los nueve primeros meses del año y que ha visto cómo su deuda neta superaba los 1.400 millones de euros.

Las razones de Fitch

Es por ello que desde Fitch alertan del riesgo de que esta situación provoque un «deterioro sostenido en la estructura financiera» de la firma que desde el pasado mes de septiembre capitanea Bill Oplinger. Fitch ha elaborado este informe dos semanas después de que Alcoa anunciase su decisión de aplazar temporalmente la inversión de 109 millones de dólares (100 millones de euros) para la adquisición de un nuevo horno de cocción de ánodos de cara a su reinicio este mes de enero en San Cibrao,

«La falta de una alternativa energética en San Cibrao provoca una situación insostenible desde el punto de vista económico», apunta Fitch, que ve «seguramente necesaria una reestructuración». Desde la agencia calculan que a Alcoa le llevará «al menos dos años reestructurar sus operaciones para recuperar su rentabilidad histórica».

«Asumiendo una reestructuración entre 2024 y 2025 de los negocios que provocan pérdidas y un retorno a la bauxita de mayor calidad en 2027, la rentabilidad debería volver a niveles históricos», asegura la agencia que prevé que «serán necesarios fondos externos para apoyar las operaciones y las reestructuraciones durante este periodo».

Además, desde Fitch revelan que Alcoa seguirá muy pendiente de los precios del aluminio. Según sus cálculos, una variación de precio de 100 dólares la tonelada se traduce en 196 millones de euros adicionales para su ebitda (beneficio bruto de explotación). Ante este escenario, la agencia prevé que el precio del metal cierre el año instalado en el entorno de los 2.250 dólares la tonelada en el London Metal Exchange para subir hasta los 2.350 dólares en 2024 y los 2.400 en 2025. A largo plazo se prevé que su cotización se modere hasta situarse en los 2.200 dólares la tonelada.

En materia de inversiones, Fitch prevé que Alcoa pase de un capex (gastos de capital) de 400 millones de dólares entre 2019 y 2022 hasta una horquilla de entre 100 y 200 millones de dólares por año «si avanzan sus proyectos de innovación».

El endeudamiento de Alcoa

Este esfuerzo en materia de inversión tendrá lugar, según Fitch, en un entorno lleno de retos para Alcoa y en medio de su «necesidad para elevar su liquidez». No en vano, Fitch hace referencia en su informe a la situación de endeudamiento a la que está haciendo frente la multinacional estadounidense. A su juicio, Alcoa cuenta con «una estructura financiera más débil» que otras empresas comparables con un rating del entorno de BBB.

«El apalancamiento de Alcoa se espera que se sitúe por encima de 2,5 veces en 2025″, precisa Fitch. La agencia de calificación calcula que la deuda neta será 2,5 veces al ebitda de la compañía con planta en San Cibrao, una situación que contrapone al de Steel Dynamics y Commercial Metals Company (gigantes del sector del acero), que, según sus estimaciones, situarán esta ratio por debajo de las 2 veces en 2025.

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