La dueña de Ferroatlántica amenaza con deslocalizar producción a Francia y Noruega si la luz sigue disparada

La compañía abre la puerta a desviar carga de trabajo tras advertir que la subida del precio de la luz en sus fábricas españolas supera a la del resto del mundo y le cuesta casi cinco millones de euros al mes

Ferroatlántica

Imagen de archivo de la planta de Ferroatlántica en Sabón (Arteixo)

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Aviso a navegantes por parte de Ferroglobe. La dueña de Ferroatlántica asegura que la subida del precio de la luz que está experimentando en España, país en el que opera a través de sus plantas de Sabón (Arteixo), Boo (Cantabria) y Monzón (Huesca), no es comparable a ningún otro país en el mundo. Es por ello que la firma ha decidido poner en marcha un plan con posibles deslocalizaciones de producción en el caso de que la factura se encarezca aún más.

La compañía apunta a Noruega y Francia como posibles destinos de carga de trabajo en el caso de que se cumplan sus expectativas y los precios de la electricidad en España vuelvan a batir máximos en el cuarto trimestre. «La situación de la energía en España fue un problema en el último trimestre y seguirá teniendo impacto a lo largo del año», reveló Marco Levi, consejero delegado de Ferroglobe, durante la presentación de resultados.

Dos factorías en el punto de mira

El máximo ejecutivo de la dueña de Ferroatlántica apunta a dos factorías (Dunkerque y Mo i Rana) como posibles ubicaciones para desviar producción en detrimento de Sabón. Y es que, preguntado por los analistas sobre los planes de la compañía para capear el temporal de la luz en España, Levi aporta como receta la «reducción de producción de silicio en Sabón y producir más en otras plantas de silicio que tenemos. La situación es menos estresada para las aleaciones, pero Dunkerque y Mo i Rana representan buenas alternativas respecto a nuestros activos en España«.

En este sentido, Marco Levi revela que ya en este tercer trimestre trasladaron «algunas toneladas» de producción de España a Noruega como parte de su esfuerzo para optimizar los gastos energéticos. No en vano, la firma cifra en 19 millones de dólares el impacto que ha tenido la escalada de la electricidad en su cuenta de resultados. De esta cantidad, más de tres cuartas partes (15 millones) se deben a España.

«Lo que es sorprendente es el ritmo y el nivel hasta el que se ha disparado el precio de mercado de la energía en España», reconoce Marco Levi. El consejero delegado de Ferroglobe recalca que mantiene reuniones hasta tres veces a la semana para evaluar la posibilidad de recolocar carga de trabajo de España en otros países que registran una escalada de la luz más moderada.

El plan de ajuste de Ferroglobe

La crisis de la energía golpea, de esta manera, a Ferroglobe, que cerró los nueve primeros meses del año con unas pérdidas acumuladas de 97,6 millones de dólares (unos 86 millones de euros al cambio actual) tras culminar el tercer trimestre con unos números rojos por valor de 46,8 millones de euros.

La firma reconoce que sus factorías españolas registraron números rojos en el tercer trimestre, pero prevé que vuelvan a la senda de la rentabilidad en el cuarto trimestre con un plan que gira en torno a tres patas. Por un lado están los ajustes de producción. Además de abrir la puerta a trasladar carga de trabajo a terceros países, la compañía ha apagado uno de los tres hornos de su fábrica de Sabón y uno de los cuatro de su factoría de Boo (Cantabria).

En Monzón, por su parte, puso en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) para 42 de sus 140 operarios el pasado mes de mayo y recientemente ha anunciado que mantendrá las instalaciones sin actividad durante cuatro horas al día para minimizar el impacto de la subida de la luz.

Además de estos ajustes, la compañía también planea la firma de ppa (contratos de suministro de energía a largo plazo con productores) para «mitigar» la escalada de la energía. Con esta medida, la firma busca actuar sobre su estructura de costes, al tiempo que trabaja para trasladar este aumento de gastos al precio final de sus productos, un proceso que espera acelerar con la firma de nuevos contratos en los próximos meses, pero que ya ha logrado en parte en el último trimestre. «Recientemente hemos firmado un contrato muy atractivo», ha explicado Marco Levi, que revela que el precio medio por tonelada se ha elevado un 5% en el último trimestre, hasta los 2.467 dólares.

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