La patronal de Megasa da la bienvenida a Hereu poniéndole deberes: “No asfixie a las empresas”

La industria electrointensiva reclama también al nuevo ministro iniciativas que aborden la competitividad y la accesibilidad a recursos energéticos "competitivos, estables y predecibles”

El nuevo ministro de Industria, Jordi Hereu, promete el cargo ante el rey Felipe VI (d), este martes en el Palacio de la Zarzuela

El nuevo ministro de Industria, Jordi Hereu, promete el cargo ante el rey Felipe VI (d), este martes en el Palacio de la Zarzuela. EFE/ Chema Moya POOL

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Una política industrial que atienda al contexto actual y futuro y que se concrete en “planes específicos”. Son algunas de las peticiones de Unesid, patronal de Megasa ha reclamado al nuevo Gobierno de coalición para que la industria sea uno de los pilares fundamentales en la agenda política.  Así lo han destacado en un comunicado remitido este martes en el que abogan por iniciativas que aborden la competitividad industrial, la accesibilidad a recursos energéticos «competitivos, estables y predecibles», al tiempo que reclama una regulación «que no asfixie a las empresas».

Desde Unesid han felicitado a Jordi Hereu por su nombramiento como ministro de Industria y aseguran que esperan poder mantener una reunión de trabajo para explicarle «en detalle» las medidas que la siderurgia necesita que adopte el Ejecutivo recién formado.

Otras peticiones

En materia energética, la industria siderúrgica española está «firmemente comprometida» con la descarbonización, indica Unesid, si bien añade que «de nada sirve descarbonizar» sus instalaciones si no van a disponer de vectores alternativos a tiempo, en cantidad suficiente y a precios «que no hagan que la fabricación de acero español sea tan cara que nadie lo compre».

La patronal subraya, asimismo, la necesidad de prestar atención a la organización de los recursos en la nueva legislatura, y se inclina por que las subvenciones, las ayudas y la inversión se centren en actividades que «puedan marcar la diferencia, como las intensivas en el consumo de energía y materias primas».

Y es que, prosigue, todas las decisiones «deben basarse en un análisis coste-beneficio», sobre todo al hablar de proyectos o actuaciones estratégicas, por lo que el Gobierno «debe huir de tratar de contentar al máximo número de actores y dirigir los recursos allí donde realmente podamos diferenciarnos como país» .

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