Lugo, Arenteiro, Compostela… El boom de inversiones en el fútbol llega a Galicia
Un grupo liderado por el exjugador Ronald Baroni ha comprado el Lugo mientras la familia del futbolista Alejandro Arribas negocia la adquisición del Arenteiro

Imagen de archivo del encuentro entre el Lugo y el Arenteiro en el Anxo Carro el pasado mes de noviembre / CDLugo
La fiebre inversora en el mundo del fútbol se hace notar también en Galicia. Más allá de los dos equipos que militarán en categorías profesionales en la temporada 2025-26 (el Celta, propiedad de la familia Mouriño, y el Deportivo, en manos de Abanca), los inversores han puesto sus ojos en estos últimos años en clubes que se encuentran más lejos de los grandes focos.
La última entidad en cambiar de manos ha sido el Club Deportivo Lugo. El conjunto de la ciudad amurallada hizo público este jueves un comunicado en el que anunciaba la venta por parte de Tino Saqués de un «paquete mayoritario de acciones» a un «grupo empresarial encabezado por Ronald Baroni«.
«El próximo martes, 17 de junio, a las 12.00 horas, tendrá lugar una rueda de prensa en la que se ofrecerán más detalles sobre el proyecto que dará comienzo a esta nueva etapa», avanzaba el club, que el año que viene competirá por tercer ejercicio consecutivo en Primera RFEF (la categoría de bronce) tras salvarse del descenso en la última jornada.
El movimiento se produce una década después de que Tino Saqués se impusiese al luxemburgués de origen gallego Gerard López en el concurso público que Diputación y Concello de Lugo pusieron en marcha a mediados de 2015 para vender sus 150.000 acciones del club. Saqués abonó unos 1,6 millones de euros para tomar el control de un Club Deportivo Lugo que por aquel entonces navegaba en su tercera temporada consecutiva en Segunda División.
Ahora, sin el abrigo de unos derechos de retransmisión que en su último año en Segunda División ascendían a 5,9 millones de euros, el club cambia de manos y pasa a ser controlado por Ronald Baroni. El exfutbolista peruano, que es propietario del Celaya de México, sonó con fuerza para hacerse con el control de la Ponferradina y el Recreativo de Huelva en estos dos últimos años. Sin embargo, ninguna de estas operaciones llegó a fructificar, lo que ha abierto una ventana de oportunidad en un Club Deportivo Lugo que inicia así una nueva etapa.
Los cambios de manos de los gallegos de Primera RFEF
El Club Deportivo Lugo compartirá categoría el año que viene con otros cinco clubes gallegos. Se trata del Racing de Ferrol, que recala procedente de Segunda División, el Celta Fortuna (filial del Celta de Vigo), el recién ascendido Pontevedra, el Ourense Club de Fútbol y el Arenteiro. Este último podría seguir los mismos pasos que el Club Deportivo Lugo. El Arenteiro ha cosechado cuatro ascensos en los últimos once años, que han permitido que el club se haya instalado en la zona noble de Primera RFEF.
El exalcalde de O Carballiño, Argimiro Marnotes, lleva las riendas del conjunto ourensano desde el año 2020 y durante esta etapa de crecimiento había tenido como director deportivo a Álex Vázquez, que ha hecho las maletas rumbo al Racing de Ferrol. Su puesto será ocupado por Joan Lima, que viene de desempeñar idéntico cargo en un Real Ávila que logró clasificarse al playoff de ascenso a Primera RFEF. Los vientos de cambio el Arenteiro no se quedan ahí, ya que afectarán también al banquillo (Raúl Jardiel ha sido anunciado como nuevo entrenador del Espanyol B) y, previsiblemente, también a la propiedad del club.
De acuerdo al periodista Ángel García, la familia del exjugador del Deportivo, Osasuna o Sevilla, Alejandro Arribas, está ultimando los flecos para sellar la adquisición del conjunto de O Carballiño. Los Arribas cerraron recientemente la venta del Rayo Majadahonda al inversor mexicano Javier Ruiz y ahora preparan su desembarco en el Arenteiro.
En el caso de materializarse la operación, estaría por ver cuál sería el reparto de roles en la familia toda vez que Alejandro Arribas era jugador mientras que su hermano Jesús desempeñaba como entrenador y su padre, Pedro, asumía la presidencia del conjunto madrileño, que durante su mandato bajó de Primera RFEF a Segunda RFEF.
De esta manera, el Lugo afronta una nueva etapa en su propiedad y el Arenteiro se asoma también a un cambio de manos que no es para nada desconocido entre el resto de representantes gallegos de la categoría. El Racing de Ferrol es propiedad del grupo Élite Administración y Gestión desde que este grupo que encabeza Ignacio Rivera adquiriese el paquete accionarial del Concello de la ciudad departamental a finales del año 2017.
Por su parte, el Pontevedra está desde el año 2014 bajo el control de Lupe Murillo. La diputada autonómica por el PPdeG y directora general de Conservas Pescamar irrumpió en su accionariado hace más de una década para salvar al club del riesgo de disolución.
De Ourense a Santiago
Diferente es la situación del Ourense Club de Fútbol. Fundado en el año 1977 como Ponte Ourense (denominación que abandonó en el año 2014), el conjunto de la ciudad de As Burgas tiene como presidente a Camilo Díaz. El dirigente, hijo del fundador del club (Plácido Díaz), acumula una década al frente del club y durante esta etapa lo ha llevado a pisar la categoría de bronce del fútbol español por primera vez en la historia.
A finales de 2023 se dio a conocer el interés de un millonario de origen ghanés, Prince Tetteh, por el club. El empresario llegó a visitar las instalaciones del Ourense CF, pero este interés nunca se tradujo en una compra ni del paquete accionarial del 33% en manos de a familia Díaz ni del 25% de Hipólito Naveira. Tampoco los del Concello ni de la Diputación de Ourense, que controlan un 8% cada una.
El Ourense CF se mantiene, por el momento, al margen de una ola de compras de clubes que también se ha hecho notar en Santiago de Compostela. Un consorcio de empresarios liderado por el CEO de la tecnológica Plexus, Antonio Agrasar, compró la Sociedad Deportiva Compostela en el año 2022.
En este grupo inversor figuran caras visibles del fútbol español como el delantero del Celta de Vigo, Borja Iglesias, o el exjugador del Real Madrid, Borja Granero, que forman parte de un proyecto obligado a renovarse tras consumarse su descenso a Tercera RFEF.