Celta, Dépor, Compostela, Racing… Fin al ‘capitalismo popular’ en el fútbol gallego

Los empresarios Carlos Mouriño, Tino Saqués, Lupe Murillo o Ignacio Rivera controlan el Celta, el Lugo, el Pontevedra y el Racing de Ferrol mientras el futbolista Jota Peleteiro se lanza a la compra del Compostela

Carlos Mouriño, Lupe Murillo, Antonio Couceiro e Ignacio Rivera

El presidente del Celta de Vigo, Carlos Mouriño, junto a la presidenta del Pontevedra, Lupe Murillo, el presidente del Deportivo de La Coruña, Antonio Couceiro, y el máximo accionista del Racing de Ferrol, Ignacio Rivera

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El fútbol gallego se asoma al fin de lo que el expresidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, definió como el «capitalismo popular». Los seis clubes gallegos que tienen asegurada su presencia la próxima temporada en las tres primeras categorías del fútbol español cuentan con empresarios o entidades bancarias como máximos accionistas.

Es el caso del Celta de Vigo y su filial, el Club Deportivo Lugo, el Pontevedra (que ha sellado su ascenso a Primera RFEF), así como del Real Club Deportivo de La Coruña y el Racing Club de Ferrol, que este fin de semana se juegan sus opciones de ascenso en las semifinales del playoff a la Liga Smartbank.

Carlos Mouriño supera los 15 años en el Celta

El primer equipo en pasar a ser controlado por un empresario fue el Celta de Vigo. El club de la ciudad olívica cambió de manos en el año 2006 después de que Carlos Mouriño dedicase parte de la fortuna personal que se había labrado con el Grupo Corporativo GES en México a comprar el 39% de las acciones del conjunto celeste que estaban en manos de su anterior presidente: Horacio Gómez.

Carlos Mouriño desembolsó cinco millones de euros por una participación que desde entonces ha doblado hasta situar en el 75% tras aprovechar el concurso de acreedores del club para convertir deuda en acciones y con la compra de los 5,5 millones de euros que Abanca tenía en títulos de la entidad y que había heredado de la época de Caixanova.

Tras encadenar ocho ejercicios consecutivos en fuera de números rojos y acumular 108 millones en beneficios durante este periodo, la crisis por el Covid-19 ha llevado al club (el único representante gallego en la máxima categoría) a cerrar la temporada 2020-21 unas pérdidas de 9,5 millones que se espera que se eleven hasta casi los 11 millones en esta campaña.

Tino Saqués doblegó el pulso al dueño del Lille francés

Además del Celta de Vigo, el otro club gallego presente en una división del fútbol profesional también tiene a un empresario detrás. Se trata del Lugo. Tino Saqués, propietario del grupo lucense Frisaqués, se hizo con el 57,91% de su capital social en el año 2015.

Fue entonces cuando se hizo con el paquete accionarial que tanto la Diputación como el Concello de Lugo sacaron a concurso. Saqués se impuso por 70 puntos 31,2 a Gerard López, empresario luxemburgués de origen gallego que, además, fue socio fundador del grupo Genii, expresidente de la escudería de Fórmula 1 Lotus y accionista mayoritario del Lille francés (vencedor de la Ligue 1 en la campaña 2020-21).

Los caminos paralelos de Racing de Ferrol y Dépor

Para compartir categoría la temporada que viene con el Lugo se postulan el Deportivo y el Racing de Ferrol. Ambos disputan este sábado sus respectivos encuentros de semifinales ante el Linares y el Gimnástic de Tarragona en su camino por regresar al fútbol profesional.

El conjunto coruñés descendió de la Liga Smartbank precisamente en el año en el que Abanca acudió a su rescate. La entidad que preside Juan Carlos Escotet se hizo a comienzos del año 2020 con una participación del 76% y, además, canalizó un préstamo participativo por valor de cinco millones para que el club pudiese reforzarse en el mercado de invierno.

Pese a ser el mejor equipo en la segunda vuelta, el Deportivo acabó descendiendo a una Primera RFEF que corta el torrente de ingresos por televisión que cobraría en Primera o Segunda División. Tras sufrir unas pérdidas por valor de 11,4 el año pasado, el conjunto que preside Antonio Couceiro prevé recortar estos números rojos a los 1,4 millones en la campaña que se encuentra a punto de finalizar.

Por su parte, el Racing de Ferrol sueña con regresar a una categoría, la Segunda División, que no pisa desde el año 2007. Por aquel entonces el club se encontraba todavía presidido por el empresario del sector naval, Isidro Silveira. El máximo accionista del club era por aquel entonces el Concello de Ferrol, que en 2017 vendió su paquete accionarial a Élite Administración y Gestión, empresa capitaneada por el presidente ejecutivo de la Corporación Hijos de Rivera, Ignacio Rivera.

Tras hacerse con el 39% de las acciones a mediados de una temporada en la que el Racing acabó descendiendo a Tercera División, Rivera compró posteriormente la mitad de las acciones que permanecían en manos de la familia Silveira (un 11%, aproximadamente), haciéndose así con la mayoría accionarial en un club que tiene como consejero al expresidente del Deportivo Tino Fernández.

Una directiva de Pescamar y diputada del PPdeG rescató al Pontevedra

Con la incógnita de saber en qué categoría militarán el Racing de Ferrol y el Deportivo la temporada que viene, quienes sí tienen confirmada su presencia en la Primera RFEF son el Celta B (filial del conjunto que entrena el Chacho Coudet) y el Pontevedra.

El conjunto granota se vio sumido en una crisis económica al inicio de la década pasada que le llevó a acordar una ampliación de capital por valor de casi un millón de euros. A ella acudió casi en exclusiva la directora general de la conservera Pescamar, Lupe Murillo. La también diputada gallega por el PPdeG se hizo por aquel entonces con el 26% de las acciones del histórico equipo pontevedrés.

Tras sanear sus cuentas y devolver al club en el tercer peldaño del fútbol español en dos ocasiones, Murillo aseguró que había rechazado ofertas de grupos chinos, mexicanos y argentinos para hacerse con el Pontevedra.

El futbolista Jota Peleteiro mueve ficha por el Compos

El peso de los socios en el control accionarial de los clubes gallegos queda, de esta forma diluido, como consecuencia de unas estrecheces económicas que están desembocando en ofertas de compra por parte de empresarios o incluso de futbolistas en activo. Es el caso de Jota Peleteiro. El jugador formado en las categorías inferiores del Celta y el Real Madrid y con más de 40 partidos jugados en Primera División con el Éibar o el Alavés, ha dado un paso adelante para hacerse con la Sociedade Deportiva Compostela.

El futbolista nacido en A Pobra do Caramiñal y también con pasado en el Birmingham o el Aston Villa se encuentra sin equipo desde el mes de julio del año 2021 y estaría a un paso de hacerse con el control del club. «La Sociedade Deportiva Compostela está en disposición de anunciar que está muy cerca de cerrar un acuerdo definitivo con Rammalloc Sports S.L. para ceder la gestión del club y que se produzca el nombramiento de una nueva junta directiva», aseguró el club a través de un comunicado emitido este viernes.

Tras rechazar 20 propuestas de compra en los últimos ocho años, el Compostela considera que Jota Peleteiro «cumple los requisitos». «Es de la tierra y no representa a ningún fondo de inversión ni tiene que ver con ninguna agencia de representación», asegura la entidad. «Jota lleva tiempo preocupándose y ocupándose del día a día del equipo de nuestra ciudad y está muy ilusionado con el reto», concluye el Compostela, que asegura que este movimiento contribuirá a construir un «Compos mucho más grande».

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