México acusa a España de saqueo y pone como ejemplo la compra de Barreras

El presidente López Obrador pide públicamente "pausar" las relaciones con España. El mexicano es un mercado clave para el empresariado gallego, de Inditex a Adolfo Domínguez o Inveravante

Octavio Romero, el director de Pemex, cargó este miércoles contra la operación de compra de la mayoría del astillero Hijos de Barreras por parte de Pemex. Foto: EFE

Octavio Romero, el director de Pemex, cargó este miércoles contra la operación de compra de la mayoría del astillero Hijos de Barreras por parte de Pemex. Foto: EFE

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México se ha convertido en los últimos años en el primer mercado de Galicia en Latinoamérica. Según los datos provisionales del Instituto Galego de Estatística (IGE), en el año 2021, la comunidad firmó exportaciones al país azteca por valor de 202 millones de euros, una cantidad que se redujo hasta los 186 millones el ejercicio del estallido de la pandemia y que llegó a los 235 en 2019. Se trata además de un mercado fetiche para grandes firmas, de Inditex, a Adolfo Domínguez o Textil Lonia e Inveravante. Esa bonanza hace que las últimas declaraciones del presidente azteca, Andrés Manuel López Obrador, elevando un peldaño más su escalada de tensión con el Gobierno español, sean analizadas con lupa.

Este miércoles, en una comparecencia pública, el dirigente insistió en la necesidad de “pausar” las relaciones con España. López Obrador insistió en la necesidad de “una pausa para respetarnos y que no se nos vea como tierra de conquista”. “Queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos del mundo, pero no queremos que nos roben, así como los españoles no quieren que les roben de ningún país, y hacen bien, pues tampoco queremos nosotros”, insistió.

«México se llevó la peor parte»

En su declaración pública en La Mañanera, el nombre que reciben sus comparecencias ante la prensa, el político hizo referencia, una vez más, a negocios de empresas españolas en México que no tuvieron, a su juicio, un buen saldo para el estado azteca y que fueron impulsadas por los Ejecutivos anteriores al suyo. “Ahora no es una buena relación y a mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara, para hacer una pausa que yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles. Hacer una pausa en las relaciones porque era un contubernio arriba, una promiscuidad económica y política en la cúpula de los gobiernos de México y España, como tres sexenios seguidos, y México se lleva la peor parte. Nos saqueaban”, terció.

López Obrador no solo mencionó a las energéticas Iberdrola y Repsol, también al astillero vigués Hijos de Barreras, cuya mayoría accionarial llegó a estar en manos de Pemex. De hecho, y tras poner esta operación como un ejemplo de mala gestión, pidió al director de la petrolera estatal, Octavio Romero, que tomase la palabra para hablarles del negocio fallido en la firma viguesa.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Foto: EFE
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Foto: EFE

El «pésimo negocio» en Barreras

“Se trataba de unos astilleros de Vigo, en España, que estaban prácticamente en bancarrota y en alguna visita que hicieron las autoridades mexicanas decidieron rescatar esos astilleros, y para ello compraron el 51% de las acciones. Se le invirtió dinero mexicano, pero no alcanzaba para echar adelante la actividad de los astilleros. Entonces se encargó la construcción de unos barcos para prestarle servicio a Pemex, los floteles”, resumió el alto cargo, en referencia a los dos buques hoteles que fueron construidos por la compañía naval viguesa y por Navantia.

“Ocurrió que cuando se acabaron de construir los floteles, Pemex no los requería. Se le encargaron solo para darle negocio, por lo que se tuvieron que vender. Lo curioso del asunto es que estos barcos, que costaron cada uno alrededor de 80 millones, nadie quería pagar arriba de la mitad de lo que le costó a Pemex…”, dijo. “Al final logramos recuperar el precio que invertimos en las acciones y lo que teníamos respaldando la compañía, pero fue indudablemente un pésimo negocio para Pemex”, resolvió.

La inversión mexicana en Barreras hizo correr ríos de tinta a uno y a otro lado del charco. Efectivamente, y gracias a un acuerdo publicitado por el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a finales de 2013, la petrolera mexicana entró en la compañía naval mediante una ampliación de capital de 5,1 millones de euros. La incursión se cerró en 2020, cuando transfirió su participación a Cruise Yatch Yarddel gigante turístico Ritz Carlton.

Emilio Lozoya

La venta no mejoró la situación del astillero, ahora en concurso de acreedores. Precisamente este miércoles, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra autorizó al administrador concursal de la histórica compañía a que pusiese en marcha el procedimiento para vender de forma directa la unidad productiva a tres candidatos: Astilleros Armón, Gondán o Grupo Marina Meridional.

Hay que recordar que, además, la Fiscalía General de México ha solicitado una condena de 39 años de prisión para Emilio Lozoya, exdirector general de la petrolera estatal y el impulsor de la compra del astillero vigués por sus implicaciones en el llamado caso Odebrecht.

Pero, si bien el negocio de Pemex en Barreras levantó ampollas en México, otras empresas gallegas llevan años de crecimiento en el país sin problemas. Destaca la implantación del textil gallego: de Inditex a Adolfo Domínguez.

El gran refugio del textil gallego

A día de hoy, los de Amancio Ortega suman 409 tiendas en México, número grueso, si se compara con las 270 que suma, por ejemplo, en Francia. En 2019, año prepandémico, el mexicano se convirtió en el primer mercado de Inditex en América, por encima incluso de Estados Unidos. Ese año aportó al grupo un resultado antes de impuestos de 146 millones de euros (116 en 2018). El año de la pandemia, no obstante, se anotó unas pérdidas de 48 millones de euros.

En el caso de Adolfo Domínguez, el mexicano es su gran mercado fetiche al margen del español. Las ventas en el país suponen el 16% de la facturación anual del grupo de Adriana Domínguez. En abril, la compañía firmó una nueva alianza con los grandes almacenes El Palacio del Hierro, un acuerdo que contempla la apertura de 23 nuevos puntos de venta en el país centroamericano en los próximos cinco años. De las 343 tiendas que Adolfo Domínguez tiene en todo el mundo, 1 de cada 3 se encuentran en el país azteca.

También México se ha convertido en foco de atención para el ladrillo español desde hace años. En la actualidad, Inveravante, el holding de la familia Jove cuenta con tres desarrollos allí. El primero en Ciudad de México, el segundo en San Felipe y el tercero en Cancún.

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