El desafío de la moda: Uniqlo cierra 250 tiendas por el Covid en China, casi tantas como tiene Inditex

Los resultados del primer trimestre de la matriz de Uniqlo, Fast Retailing, evidencian que los grandes retos del sector, y de la multinacional de Marta Ortega, ya no están tanto en Rusia sino en el mercado chino

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La multinacional japonesa Fast Retailing, matriz de un amplio portfolio comercial liderado por Uniqlo, inicia el primer trimestre del ejercicio fiscal de 2023 con un recorte en sus beneficios. Con 89.830 millones de yenes, unos 637 millones de euros al cambio, las ganancias de la compañía experimentaron un descenso del 8% en comparación con los resultados del mismo periodo del ejercicio anterior, a pesar de volver a registrar niveles máximos de facturación con un incremento del 14,2% hasta situarse en los 716.393 millones de yenes (5.081 millones de euros). 

El grupo japonés, que cierra el año fiscal en agosto, presentó este jueves los resultados del primer trimestre del actual ejercicio –que incluye el periodo comprendido entre los meses de septiembre a noviembre– en los que quedaron patentes los efectos de las restricciones de movilidad como consecuencia de la política Covid Cero del Gobierno chino. La publicación de las cuentas se produjo un día después de anunciar una revisión de su política de remuneración, en la que se incluyen subidas salariales de hasta un 40% en algunos casos.

Estos resultados pueden dar una pista del escenario al que tendrá que hacer frente Inditex en el último trimestre del año en el que el gran desafío de la moda parece no estar ya en Rusia, sino en China.

Consecuencias de las restricciones de movilidad

Como principal causa de la contracción de beneficios en el primer trimestre desde el grupo japonés apuntan al «descenso de los beneficios» de su firma estrella, Uniqlo, en el mercado chino. En el desglose del rendimiento por regiones del ‘Zara japonés’ se revela que «el mercado de China continental se vio fuertemente afectado por las restricciones de movimiento del Covid-19  y por una disminución en el apetito del consumidor». 

A consecuencia de las medidas adoptadas por el Gobierno chino para paliar el avance de la crisis sanitaria, un total de «247 tiendas se vieron obligadas a cerrar temporalmente sus puertas durante el período», algo que supuso «una gran disminución tanto en los ingresos como en las ganancias» en este mercado. 

Una situación similar se vivió en los mercados de Hong Kong y Taiwán en los que, como consecuencia de «un mes de noviembre más cálido de lo habitual», también se registró una caída en la cifra de negocio y una fuerte disminución de los beneficios.

Uniqlo fue la principal damnificada por las restricciones de movilidad, entre otras cosas porque es la que aglutina casi el 84% de facturación de la multinacional. En concreto, las ventas de la marca en este primer ejercicio alcanzaron los 598.846 millones de yenes (4.247 millones de euros).  Pese a ello, otras firmas del grupo también se vieron afectadas por las decisiones del Gobierno chino para acabar con los contagios de Covid-19, como por ejemplo, Theory, que también experimentó «una caída de los beneficios de las operaciones» en Asia, puesto que se «concentran principalmente en los mercados chinos». 

Para revertir esta situación, el gigante de la moda reconoce trabajar «especialmente duro» para «acelerar la apertura de nuevas tiendas en todos los mercados y reforzar nuestras operaciones de comercio electrónico». El objetivo de la compañía es «seguir ampliando» sus operaciones en «la Gran China (China continental, Hong Kong y Taiwán), en la región de Asia Meridional, Sudeste Asiático y Oceanía (Sudeste Asiático, Australia e India)», donde, según apuntan, han empezado a reforzar su «consolidada posición de marca».

Un gran reto para Inditex

El número de establecimientos de Fast Retailing afectados por las restricciones de movilidad en China son casi tantos como los que en la actualidad tiene Inditex en el país. El grupo con sede en Arteixo redujo considerablemente su presencia allí en los últimos años.

En concreto, durante el 2021 los de Amancio Ortega bajaron las persianas de establecimientos de Stradivarius, Bershka y Pull&Bear. Un año más tarde también dejarían de servir pedidos online de las tres firmas en el mercado chino, además de hacer efectiva su salida de Tmall, la plataforma de comercio electrónico más grande del mundo propiedad del grupo Alibaba.

Actualmente la multinacional capitaneada por Marta Ortega y Óscar García Maceiras continúa sus operaciones en China con un total de 127 tiendas de Zara, 63 tiendas de Massimo Dutti, 55 de Oysho y 34 de Zara Home.

A pesar de la reducción de su presencia en el país, China continúa siendo para Inditex  uno de los retos de la compañía. En palabras del número dos de Inditex durante una conference call en diciembre, la compañía confía en «las oportunidades a medio y largo plazo» de un mercado que en 2021 reportó un beneficio antes de impuestos de 198 millones de euros. El consejero delegado de la multinacional gallega destacó entonces que la «demanda de moda sigue siendo fuerte en China y, a buen seguro, seguirá siendo un mercado estratégico para Inditex». 

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