La agonía de la vivienda social en plena burbuja del alquiler

Las transmisiones de vivienda de protección oficial cayeron casi un 70% desde la crisis por la falta de crédito y la inacción política

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El revolcón que dio la crisis económica al mercado de la vivienda desembocó, años después, en un encarecimiento de los alquileres en las  ciudades gallegas, especialmente en A Coruña, Santiago y Vigo. Las mayores restricciones al crédito hipotecario y la reducción de la oferta por la salida de inmuebles hacia el mercado de la vivienda vacacional empujan los precios al alza. El parón en las promociones de vivienda nueva, que ahora parecen reactivarse, y la ausencia de un parque de vivienda social tampoco ayudan a mejorar las cosas.

Un estudio que acaba de hacer público la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) retrata la parálisis de la protección oficial. En 2008 se transmitieron 2.439 viviendas en Galicia. El año pasado solamente 803, casi un 70% menos. En lo que va de 2019, las transacciones ya escrituradas son 427.

¿Comprar una vivienda con 18.000 euros de ingresos?

La inacción política en un contexto de diminución de los recursos públicos fue clave en el parón de la vivienda social, pero también las restricciones que aplicaron los bancos en las hipotecas que antes de la crisis repartían con alegría. Fegein incorpora en su informe el porcentaje de familias que ingresan 18.000 euros o menos al año en las ciudades gallegas y que, en consecuencia, tienen casi imposible acceder al crédito y muy difícil pagar un alquiler urbano:

A Coruña: 35,89%

Ferrol: 40,15%

Lugo: 38,46%

Ourense: 39%

Pontevedra: 33,19%

Santiago: 24,7%

Vigo: 32,44%

 

Una propuesta: 5.000 viviendas sociales para alquiler

La patronal inmobiliaria propone como solución a las tensiones en el mercado y al riesgo de expulsar de las ciudades, las áreas que más empleo generan, a un número significativo de familias la puesta en marcha, con urgencia, de 5.000 viviendas de protección oficial y de promoción público-privada en régimen de alquiler con opción a compra y con contratos de 10 años.

Es decir, apuestan en primer término por la vivienda social en arrendamiento, pues “los alquileres son inasumibles para un segmento cada vez más amplio de la población, un problema focalizado en los jóvenes de menos de 35 años y las familias con ingresos inferiores a los 18.000 euros”, explican en Fegein. El reparto propuesto sería el siguiente:

Área de Pontevedra.- 400 viviendas

Área de Vigo.- 2.000 viviendas

Área de A Coruña.- 1.200 viviendas

Área de Ferrol.- 200 viviendas

Área de Santiago.- 500 viviendas

Área de Lugo.- 400 viviendas

Área de Ourense.- 300 viviendas

 

Cuando los pisos turísticos triplican a las viviendas en alquiler

“Llevamos en los últimos tiempos advirtiendo de las tensiones del mercado en alquiler sobre todo en las ciudades de Vigo, A Coruña y Santiago. En esta última la oferta de vivienda vacacional ya triplica la oferta de vivienda en alquiler en el circuito de comercialización tradicional”, explica Benito Iglesias, presidente de Fegein.

Según los datos que maneja la patronal, la oferta de inmuebles para arrendamiento se ha reducido un 60% desde 2017 en las ciudades. Por este motivo urgen a la creación de un parque de vivienda social “como en el resto de Europa”. “No ha habido flexibilidad ante los cambios sociales, y los jóvenes y las familias con rentas bajas lo saben perfectamente. Hay que sacar lo antes posible suelo para que se adecúe a la demanda. Debemos aumentar la cantidad de suelo urbanizable para abaratar los precios y hay que poner suelo y vivienda al alcance de todos, con una nueva ley que de seguridad jurídica urbanística”, recalca Iglesias.

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