La banca blinda sus oficinas con sistemas de alerta de positivos

El sector apuesta por cierres selectivos en la red si se producen nuevos confinamientos y por estrictas medidas de limpieza y seguridad

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La banca española es uno de los sectores a los que el coronavirus ha obligado a transformarse con mucha rapidez. La declaración del estado de alarma convirtió a los bancos en una de las pocas actividades «esenciales» que podían mantener abiertas sus puertas al público, con las farmacias y los establecimientos de alimentación.

Esa obligación ha transformado al sector por dentro -con un salto en la digitalización de operaciones y teletrabajo en meses que habría tardado años-; y por fuera, obligando a replantearse el aspecto e incluso la forma de trabajar en la red de oficinas, con limitaciones de aforo o citas previas.

En paralelo, le ha permitido estar muy bien preparado por si se produjeran nuevos cierres a lo largo de los próximos meses si los rebrotes se extienden; tanto por las medidas sanitarias aplicadas en las oficinas -que se refuerzan con un control de posibles positivos en las plantillas-, como por el inesperado test de estrés tecnológico al que el estado de alarma sometió el sector, y del que ha salido bien parado.

Jaime Guardiola, consejero delegado del Banco Sabadell, ha reconocido en los últimos meses, que la pandemia convirtió en crítico asegurar el funcionamiento de las operaciones; algo que ha sucedido. En medio de la pandemia, los bancos españoles incluso han sido capaces de tramitar volúmenes de crédito a empresas nunca vistos en el segundo trimestre.

Test PCR y detección rápida de casos en plantilla

A menor escala, la banca está aplicando protocolos con los que proteger a los trabajadores y a los clientes muy parecidos a los que el sistema sanitario está tratando de implementar a en toda España: test PCR y aislamiento de contactos. También ha desarrollado sus propias aplicaciones digitales -sus radares Covid-, para avisar de forma rápida a la plantilla en el caso de que alguno de sus contactos enferme de coronavirus.

«Hemos creado una aplicación móvil que detecta las interacciones de las personas dentro del banco a través de bluetooth«, explican desde BBVA. «Si un caso se confirma positivo, la app enviará una alerta a todos los contactos próximos y un mensaje pidiéndoles que se pongan en contacto con los servicios médicos», señala. También puntualiza que con «el objetivo de preservar la privacidad, la información se almacenará exclusivamente en el teléfono del empleado y nunca será accesible por el banco».

Otro que se está apoyando en la tecnología para detectar posibles casos es Bankia. La entidad explica que desde que comenzara la pandemia ha realizado un «seguimiento continuo de la salud del equipo de la entidad». «Hemos desplegado una aplicación web, Salud Bankia, para facilitar el seguimiento de la salud de los profesionales del banco», apunta.

«Esta aplicación incorpora, por ejemplo, una funcionalidad para la gestión de accesos en edificios corporativos mediante la lectura de códigos QR en los accesos a plantas y salas, tanto para el control de aforos, como para identificar de forma ágil y rápida qué personas han podido estar en contacto con otras que hayan comunicado síntomas para aplicar, con rapidez y eficacia, las medidas preventivas que en su caso correspondan», enumeran desde el banco que lidera José Ignacio Goirigolzarri.

Limpieza y cierre de oficinas con positivos

Estos sistemas de detección rápidos generan actuaciones en cascada en el caso de que el positivo se haya producido en una oficina para blindar a los clientes. «En todos los casos, se procede a la desinfección del espacio donde se ha dado un positivo. En el caso concreto de las oficinas, mientras se desinfectan hay que mantenerlas cerradas uno o dos días. Luego se reabren con plantilla que no haya estado en contacto con la persona que ha dado positivo. Y los contactos que hayan dado negativo teletrabajan durante dos semanas», explican desde Bankia.

Este control, se suma a las medidas reforzadas de limpieza de oficinas, que se han multiplicado por toda la red de la banca española desde que se impuso el estado de alarma con el objetivo de evitar contagios.

Desde Unicaja señalan que en marzo se activó «un protocolo de prevención reforzada, que continúa en la actualidad y que extrema las medidas de higiene y limpieza, incluidos los cajeros automáticos». Visualmente, estas medidas han alterado la estética de las oficinas, ya «que se han instalado mamparas y bandas señalizadoras», repasan en el banco con sede en Málaga. «Asimismo, se viene facilitando a los trabajadores otros elementos de prevención como mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos», añade.

Lleida, la prueba real de un nuevo confinamiento

Durante la experiencia de los confinamientos selectivos vividos durante los últimos rebrotes, los bancos han seguido trabajando en las zonas afectadas extremando la limpieza. Por ejemplo, durante el reciente cierre de Lleida, Bankinter mantuvo abierta su oficina en esta localidad con protocolos de seguridad similares a las del resto de la red, como son «medidas extra de limpieza y desinfección intensiva, uso de mascarillas y geles desinfectantes, aforo máximo de dos clientes a la vez en el interior de la oficina, señales de distancia social mínima de dos metros», repasan desde el banco del IBEX 35.

Como servicio esencial, la banca es consciente de que si se producen nuevos confinamientos continuarán operando, como ya sucedió en marzo, aunque calibrando el número de centros abiertos, como sucedió la pasada primavera. Un segundo confinamiento, sin embargo, sería menos crítico operacionalmente porque los bancos han ampliado su gama de servicios digitales; en un salto en digitalización que ellos mismos reconocen que habría costado años.

Desde el banco que lidera María Dolores Dancausa apuntan que ante un futuro e hipotético cierre económico, el banco regresaría «a ratios de teletrabajo y de oficinas abiertas como los que hemos tenido anteriormente, aunque consideramos poco probable volver a situaciones como las vividas en los meses más duros del estado de alarma». Bankinter mantuvo abierta un 51% de su red durante el pico de la pandemia de marzo-abril. 

El teletrabajo llega para quedarse

La reincorporación de trabajadores ha sido paulatina en los últimos meses y el teletrabajo volvería a ganar terreno en caso de un nuevo confinamiento. En este momento, Caixabank, por ejemplo, ya tendría un 99% de su red abierta. Desde el Banco Santander explican que, a finales de julio, entre servicios centrales y red de oficinas ya se había reincorporado un 80% de la plantilla.

En cuanto a Banco Sabadell ha convertido el teletrabajo en parte de su nueva normalidad. «De manera general, en el centro corporativo, se aplica que se trabaje una semana presencialmente y dos desde el domicilio. Esto limita el riesgo de contagio», señalan desde la entidad que preside Josep Oliu. Y prepara más cambios para cuando se recupere la normalidad. «Estamos hablando de que la gente pueda trabajar entre 2 y 4 días a la semana. Es un cambio de cultura fuerte», avanzan.

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