La oferta de alquiler cae a mínimos (y Ábalos puede empeorarlo)

La oferta de alquiler en las ciudades gallegas no llega a las 2.000 viviendas mientras continúa aumentando el número de pisos turísticos en comercialización

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Con el Gobierno decidido a intervenir en el precio del alquiler, las viviendas en arrendamiento continúan encareciéndose en las ciudades gallegas. El incremento de la oferta, producido tanto por la movilidad laboral como por la expulsión de un gran número de familias del acceso a la vivienda en propiedad –peores sueldos y menor financiación bancaria–, está generando fuertes tensiones en A Coruña, Santiago y Vigo, que empiezan a sentirse también en Ourense, Lugo y Pontevedra.

A este trasvase de ciudadanos, que tradicionalmente absorbía el mercado hipotecario, hacia el mercado del alquiler, se suma la diminución de la oferta que provoca la proliferación de viviendas turísticas, con una rentabilidad cada vez más alta y muy superior a la de los productos bancarios. Según los datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), se ha experimentado un fuerte descenso en la oferta tradicional en “Santiago, Ourense, Lugo y Vigo, por este orden, lo cual anticipa un contexto más problemático aún para la vivienda en alquiler y también un encarecimiento de los precios”.

Según los datos de la patronal a marzo de 2020, en Galicia quedan unas 3.200 viviendas comercializándose para arrendamiento de las que menos de 2.000 se encuentran en las siete ciudades.

A Coruña

680 viviendas

Precios medios 8,75€ por metro cuadrado

Ferrol

140 viviendas

Precios medios 4,40€ por metro cuadrado

Lugo

110 viviendas

Precios medios 5,50€ metro cuadrado

Ourense

240 viviendas

Precios medios 6 € metro cuadrado

Vigo

550 viviendas

Precios medios 8,30€ metro cuadrado

Santiago

140 viviendas

 Precio medio 7€ metro cuadrado

 Pontevedra

100 viviendas

Precio medio 6,10€ metro cuadrado

 

El alquiler absorbe los ingresos de las familias

Dos datos del informe de Fegein son especialmente preocupantes. Por un lado, el 92% de los jóvenes menores de 30 años solo pueden acceder a una vivienda en alquiler, al quedar expulsados del mercado hipotecario por el endurecimiento de las condiciones de financiación, la movilidad laboral y los bajos sueldos.

Por otro, el 70% de los hogares que viven en una vivienda arrendada llega con dificultades a fin de mes, debido al elevado porcentaje de ingresos que debe destinar a pagar el alquiler.

Seguridad jurídica e incentivos fiscales

La patronal que dirige Benito Iglesias apuesta por dos medidas, ninguna de ellas intervenir en los precios como pretende José Luis Ábalos, pues entienden que generaría la inseguridad jurídica suficiente en los propietarios para provocar una nueva disminución de la oferta y desequilibrar todavía más el mercado.

Fegein aboga, en cambio, por “otorgar incentivos y medidas fiscales para aumentar la oferta e influir en el precio”. Y, en esta línea, “modificar la normativa jurídica que regula los contratos de alquiler de vivienda a la introducción de una política fiscal con capacidad para incidir sobre la oferta y la demanda de alquiler de vivienda.

Por otra porta, la patronal considera imprescindible garantizar “la seguridad jurídica para propietarios e inquilinos, la cual ha quedado tocada y desvirtuada, con la última reforma de la ley de arrendamientos”, manifiestan.

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