El Supremo confirma la pena para los neonazis que atacaron brutalmente a dos jóvenes de Manresa

Las condenas ascienden a entre 16 y 19 años para los 10 acusados con el agravante  de actuar por motivos ideológicos

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La Sala II del Tribunal Supremo ha confirmado las condenas de entre 16 y 19 años de cárcel que la Audiencia de Barcelona impuso a diez neonazis por el intento de asesinato de dos jóvenes a quienes golpearon cuando esperaban a entrar a un concierto «punk» y  «antifascista» en una sala de Manresa el 23 de marzo de 2012.

Agravante ideológico

El tribunal rechaza los recursos de los diez condenados y mantiene el agravante de que actuaron por motivos ideológicos, ya que cometieron el ataque con «la exclusiva finalidad de indicar su ideología, al margen de cualquier consideración personal», y seleccionaron a las víctimas «sencillamente por su simbología o estética exterior». También se confirma el agravante de disfraz, ya que cubrieron los rostros con pasamontañas, capuchas o bragas para impedir su identificación.

El Tribunal sostiene, íntegros, los argumentos incriminatorios de la Fiscalía Especial contra el Racismo y la Xenofobia durante la celebración de la vista oral en Barcelona.

En esta línea, el Supremo rechaza, además, la nulidad de las intervenciones telefónicas autorizadas en la investigación del caso, al no compartir la pretensión de los acusados de que fueron injerencias meramente prospectivas que se basaron en simples razones ideológicas.

Móvil fascista

La sentencia descarta que ésta fuera una investigación meramente ideológica al resaltar que la tipología del delito, los signos externos, el ataque indiscriminado contra personas que acudían a un concierto antifascista, «apuntaban con mucha probabilidad a que la ideología fascista, neonazi o de extrema derecha fue el móvil y explicación de tal ataque, de manera que había que comenzar las indagaciones para identificar a los posibles autores buscando a personas próximas a esa ideología, apoyados en un dato objetivo como fue la identificación de dos personas que presentaban esa estética, bastante ostensible por cierto, un poco antes de los hechos y que se dirigían a Manresa al lugar del ataque».

Ataque al «enemigo»

Los hechos probados de la sentencia ratificada por el Supremo señalan que los agresores se reunieron en Terrassa, se repartieron bengalas y barras de hierro y otros objetos contundentes, y fueron a la Sala de Manresa para golpear a las personas que estuvieran por la zona y a las que por su aspecto pudieran considerar como «enemigo». 

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