Los críticos aumentan la presión sobre Baltar mientras Jácome se acerca a la Alcaldía

Una parte del PP, el último el exalcalde Jesús Vázquez, pide a Baltar que se aparte; el PSOE mantiene sus aspiraciones de gobernar en la Diputación sin un pacto con Jácome

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El tiempo pasa sin que los partidos acierten a resolver el rompecabezas de Ourense. El PSOE no renuncia a gobernar en la Diputación, pero necesitaría el apoyo de Democracia Ourensana, con quien se niega a pactar. El PP está dispuesto a un acuerdo para evitar que Gonzalo Pérez Jácome revalide la Alcaldía de Ourense, pero reclamaría a cambio el gobierno provincial, un centro de poder clave para encarar futuras elecciones y controlado desde hace más de tres décadas por la familia Baltar. Al cruzar los intereses de ambas plazas, no hay manera de encajar las piezas.

Una tercera vía surgió del ruido interno del PP. Como ya explicó este medio, un sector crítico con Manuel Baltar considera necesario que el barón ourensano se haga a un lado. En esa posición estarían, según las fuentes consultadas, Manuel Cabezas, quien lo culpa de los malos resultados obtenidos en la ciudad, y José Araújo, ex concejal del PP y de Ciudadanos. A estas voces se sumó el exalcalde Jesús Vázquez, que en una entrevista para OU Ké! incluso advirtió de que será necesario refundar el partido en la provincia. «El presidente de la Diputación debería ser consciente de que a día de hoy está siendo una traba para el Partido Popular de esta provincia, una traba enorme, y tiene que ser consciente. Yo creo que no pude seguir dejando de escuchar a la ciudadanía porque va a llegar un momento en que tengamos que refundar el partido en esta provincia», afirmó.

La falta de un apoyo explícito por parte de la Xunta a que Baltar renueve la presidencia, así como las filtraciones que vinculan al presidente provincial con presuntos casos de corrupción, alientan a los críticos a presionar por un relevo en la dirección del partido y en la Diputación. La maniobra parte con un hándicap importante, pues es el propio Baltar quien controla la elección de los diputados provinciales, lo que facilita que configure una lista repleta de fieles.

Las maniobras del PSOE

No está claro que el PSdeG se conforme con la cabeza de Manuel Baltar. Su secretario xeral, Valentín González Formoso, insistió este lunes en que los socialistas tienen «la obligación» de presidir la Diputación para «abrir Ourense al futuro tras décadas patrimonializada por los Baltar», que habrían dejado a la provincia «al margen de los avances democráticos del país».

Las posibilidades del PSdeG pasarían necesariamente por conseguir el apoyo de los tres ediles de Democracia Ourensana. Sin embargo, el propio González Formoso desautorizó en su momento a Rafael Rodríguez Villarino cuando apostó por buscar un pacto con Jácome para desalojar al barón del PP. Entonces, el líder de los socialistas indicó que no era posible negociar nada con él, a quien definió como un «esperpento» para la ciudad en diversas ocasiones.

Los poderes de Jácome

Si las elecciones debilitaron a Baltar, no hicieron lo mismo con Gonzalo Pérez Jácome, que salió reforzado pese a las sospechas de corrupción que dejaron los audios publicados por La Región. El difícil acuerdo entre PP, PSOE y BNG lo acerca a la reelección tras ser la fuerza más votada en la ciudad. Por si esto fuera poco, tiene la llave para decidir el futuro de la Diputación, donde puede desalojar al PP si suma fuerzas con PSOE y BNG o mantenerlo si se desentiende. Es imprescindible, aunque nadie quiera pactar con él.

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