Los trabajadores de Correos reclaman la vacuna contra el Covid: “Prestamos un servicio esencial”

El sindicato CGT solicita al conselleiro de Sanidade que incluya a los trabajadores de Correos en el grupo 6 de plan gallego de vacunación contra el Covid al tener que recoger los carteros, de nuevo, físicamente las firmas de notificaciones y burofaxes

Los sindicatos reclaman la vacunación de los trabajadores de Correos en su consideración de trabajadores esenciales. E.P.

Los sindicatos reclaman la vacunación de los trabajadores de Correos en su consideración de trabajadores esenciales. E.P.

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Mientras avanza el proceso de inmunización en Galicia, la delegación sindical de la CGT en Correos envía una carta al conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, para reclamar que se incluyan a los trabajadores del servicio postal en el grupo 6 del plan gallego de vacunación. Esto es, “colectivos en activo con una función esencial para la sociedad, desarrollando su actividad con carácter presencial, por lo menos en una parte de la jornada”. Pide así la central que se comience a vacunar contra coronavirus a estos trabajadores de forma inmediata.

Desde el sindicato explican que “el personal de Correos está prestando un servicio que sigue siendo esencial para la ciudadanía”. Para la CGT se ha producido un cambio en la operativa laboral que obliga a la Xunta a dar el paso de incluirlos en el grupo 6 de vacunación. El sindicato asegura que la empresa pública ha acometido un cambio organizativo de forma que desde la semana pasada “se recogen de nuevo las firmas físicamente en el reparto de notificaciones, burofaxes y telegramas”. “Para nosotros esto se traduce en un aumento del riesgo para el personal y la para la sociedad al aumentar la posibilidad de contactos estrechos”, apuntan.

Recogida física de firmas

La sección sindical de la CGT en Correos sostiene que la vacunación urgente está más que justificada, así como la consideración de sus empleados de personas que realizan un servicio esencial. “El servicio postal no fue interrumpido en ningún momento desde el inicio de la pandemia. Ni siquiera en el confinamiento duro, en abril de 2020, el personal de Correos dejó de garantizar la prestación del servicio de comunicaciones, con especial importancia de las comunicaciones entre las administraciones públicas y la ciudadanía por medio del servicio de entrega de notificaciones”, relatan. “También fuimos los encargados de garantizar y llevar a cabo la posibilidad de gestionar el voto por correo en las elecciones gallegas y vascas de julio del año pasado, además de en los comicios catalanes y, más recientemente, los de Madrid”, recuerdan.

Cada día son miles las interacciones personales que se llevan a cabo entre el personal de reparto y de atención al cliente y la ciudadanía. En esas interacciones no siempre se pueden garantizar la distancia de seguridad interpersonal. Por eso Correos tomó el año pasado la decisión de que en las entregas en el reparto de notificaciones públicas, certificados y otros objetos postales, no se recogiese físicamente la firma de la persona receptora. En sí, era una medida innecesaria, si entendemos que la ley postal recoge la presunción de veracidad de Correos en los actos administrativos”, relata en su exposición la CGT. “Sin embargo, el pasado 7 de mayo, Correos volvió a indicar a su personal que debe recoger físicamente las firmas en el caso de notificaciones, burofaxes y telegramas, lo que aumentará exponencialmente los contactos estrechos entre el personal de reparto y las personas en sus domicilios”, explican, para justificar la demanda de una vacunación urgente.

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