Rueda critica que el pacto de Sánchez y ERC castiga a los que gestionaron mejor que en Cataluña

En una declaración institucional, el presidente de la Xunta dice que a Galicia le tocará asumir 1.200 millones de la deuda que se le perdona a Cataluña

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, da una lectura de una declaración institucional ‘en defensa del equilibrio de la España autonómica’, en Pazo de Raxoi, a 3 de noviembre de 2023, en Santiago de Compostela, A Coruña, Galicia. - Álvaro Ballesteros - Europa Press

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, da una lectura de una declaración institucional ‘en defensa del equilibrio de la España autonómica’, en Pazo de Raxoi, a 3 de noviembre de 2023, en Santiago de Compostela, A Coruña, Galicia. – Álvaro Ballesteros – Europa Press

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Bajo la fórmula de la declaración institucional, que también utilizó repetidamente Alberto Núñez Feijóo para posicionar a la Xunta en contra del independentismo catalán, Alfonso Rueda ha mostrado su indignación con el acuerdo de investidura entre PSOE y ERC, que conlleva la condonación de 15.000 millones de deuda. Para el dirigente autonómico, esa misma palabra es errónea, la de condonación. Rueda prefiere hablar de mutualizar porque dice que la deuda se repartirá entre todas las comunidades. Ha estado echando cuentas, y si se suman los 1.300 millones que se ahorrará Cataluña en intereses, a Galicia le tocaría asumir 1.200 millones, a razón de 400 euros por habitante.

«En la práctica, este acuerdo supondría la transformación de la actual España en un modelo de Estado radicalmente distinto, en un modelo que estaría basado en la asimetría entre los diferentes territorios de la nación», proclamó Rueda, quien advirtió que Galicia no va a estar callada ni va a ser un invitado de piedra en decisiones que afectan a los pilares del Estado de las Autonomías.

La austeridad de Feijóo

Uno de los debates de fondo de las medidas de condonación, que se extenderán a todos los territorios, incluida Galicia, es que penaliza a las comunidades que fueron más rigurosas a nivel presupuestario, es decir, que asumieron recortes o contención del gasto público en el momento en el que más se necesitaba por una situación de crisis. Las llamadas políticas de austeridad. Tras los fuegos artificiales, Rueda se refirió a este punto al señalar que «Galicia se verá especialmente castigada por una solución injusta y que supone un pésimo incentivo para los gestores responsables, como fue la Xunta durante todos eses años«.

El Gobierno gallego no hubo de acudir al Fondo de Liquidez Autonómico e incrementó menos la deuda que la media de las comunidades autónomas. La condonación, sin embargo, no premia este tipo de gestión, sino que la perjudica al establecer mecanismos de condonación.

Conferencia de presidentes

Para el titular del Gobierno gallego «este tipo de arreglos» urgen la necesidad de «reformar el sistema de financiamiento autonómico» para que «siga respondiendo con eficacia y equidad a las necesidades del conjunto de los ciudadanos y no a las necesidades de un grupo o un territorio concreto». «Debe nacer de un consenso multilateral, y no hay otro lugar para alcanzarlo que el Consejo de Política Fiscal y Financiera, al contrario de los pactos bilaterales que estamos presenciando».

El presidente de la Xunta apuntó a las líneas maestras dibujadas en el Foro Santiago, Camino de Consenso, al que acudieron en 2021 ocho presidentes autonómicos, «de diferentes signos políticos», pero «orientados por la solidaridad territorial». «Lo que es de todos se decide entre todos. No se puede decidir a puerta cerrada entre dos partidos». A esta altura de la declaración institucional, Alfonso Rueda ha exigido también la convocatoria urgente de una conferencia de presidentes para tratar este asunto.

El agravio a Galicia

El presidente de la Xunta insistió en que, pese a desconocer «el montante final de esta investidura asimétrica», será «injusta para Galicia» y representará una «desigualdad de trato», que «no se limita solo a la distribución de los fondos», sino que pretende «condicionar la aplicación del conjunto del ordenamiento jurídico». Por ello lamentó una vez más la «extrema laxitud» con la que «se está interpretando la Constitución, que se intenta amoldar para responder a las inquietudes del independentismo catalán», se transforma en «ortodoxia e inflexible contundencia» para «atacar la legislación autonómica», en referencia a la ley del litoral gallega, «recurrida con máxima rapidez y nula voluntad negociadora por el Gobierno central».

Rueda sumó a la lista de agravios que se acuerde el traspaso de infraestructuras ferroviarias mientras en Galicia «se acumulan los retrasos en la entrega de los trenes de alta velocidad» o se observa «cómo permanece congelada la conexión ferroviaria con Portugal», así como «sigue aparcado el corredor atlántico de mercancías». Criticó además que una autovía «fundamental» como la A-6 se encuentre «en un deplorable estado de conservación», además de «consumarse la negativa de la transferencia de la AP-9 a Galicia».

«Previsiblemente, los acuerdos que ayer conocimos se completarán en próximas fechas con otros desequilibrantes e injustos para Galicia y así hasta alcanzar la mayoría que necesita Pedro Sánchez», lamentó.

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