Colau arremete contra Torra por regular Airbnb en Barcelona

La alcaldesa pide al Govern rectificar el nuevo decreto de turismo de Cataluña, que permite a todos los propietarios poner su vivienda en Airbnb

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«Esto es gravísimo». Así ha reaccionado Ada Colau al nuevo decreto de turismo de Cataluña, aprobado por el Govern de Quim Torra este pasado martes. La alcaldesa de Barcelona ha exigido una rectificación a la Generalitat, pues en el Ayuntamiento de Barcelona consideran que el decreto pone la «alfombra roja a Airbnb» y a otras plataformas de alquileres turísticos, al permitir a todos los propietarios poner sus viviendas en estos portales con condiciones.

El nuevo reglamento de turismo de Cataluña regula las viviendas compartidas y otro tipo de alojamientos turísticos compartidos, y avala el alquiler del domicilio habitual a un máximo de cuatro turistas por estancias no superiores a 31 días. El modelo compartido no se ha regulado antes, sino que las medidas hasta ahora han sido relativas a los grandes tenedores de viviendas que tienen varios pisos o casas en alquiler en plataformas como Airbnb.

«Hay que regularlo para que la actividad tribute y los entes locales tengan control de la actividad», ha defendido el director general de Turisme de la Generalitat, Octavi Bono, que ha cifrado en cerca de 10.000 las viviendas en Barcelona que se acogen a estas características, pues no se trata de «una práctica nueva». Una condición para poder destinar la vivienda a alquier turístico es que el titular resida y comparta la vivienda con los huéspedes.

La Generalitat ha establecido un plazo de un año para que los ayuntamientos puedan asumir esta tipología de alojamiento turístico. Los propietarios deberán contar con una cédula de habitabilidad, y los gobiernos municipales deberán elaborar un registro de alquiler turístico en el que deben estar inscritos todos los huéspedes. No obstante, los municipios podrán decidir si en poblaciones concretas se puede desarrollar la actividad de vivienda compartida.

Pese a que el alquiler turístico compartido no es una práctica nueva (miles de ciudadanos ponen habitaciones de los pisos en los que viven en Airbnb), el decreto de turismo la normaliza. Airbnb ha aplaudido la decisión. La plataforma ha afirmado que es un «paso adelante para las numerosas familias catalanas que dependen de los ingresos adicionales que obtienen al compartir su casa y ofrecer a los huéspedes una forma auténtica, local y sostenible de descubrir su ciudad o región».

Críticas de Colau

Los gobiernos municipales de Ada Colau se han caracterizado, en gran parte, por una lucha eterna contra Airbnb y plataformas semejantes. Así las cosas, el nuevo decreto de turismo que ha aprobado Quim Torra no gusta nada a la regidora de Barcelona. La líder de los comunes ha denunciado las medidas en un mensaje de Twitter, tras varios días de volcarse con la polémica del Rey emérito Juan Carlos I y su marcha de España.

La alcaldesa se ha hecho eco de un mensaje de la concejala de Vivienda, Lucía Martín, que afirma que «el gobierno de la Generalitat pone la alfombra roja a Airbnb: puertas abiertas para especular con el alquiler de habitaciones y toda la presión para los Ayuntamientos, que tendrán que inspeccionar y controlar». Añade la regidora: «¡Y esto lo aprueba un consejo de Govern donde está ERC! ¿Y el derecho a la vivienda? Rectificad».

Martín también ha criticado que JxCat y ERC hayan tomado esta decisión «por la puerta de atrás, en agosto y en mitad del escándalo de la Monarquía». A su parecer, «este decreto no debe convalidarse» y demuestra que «a la Generalitat le importa poco» este problema, porque «quien deberá ocuparse y costearlo son los Ayuntamientos». «¿Cómo comprobar en una inspección que alguien vive realmente en ese piso? ¿Cuántas inspecciones serán necesarias?», se ha preguntado.

También se ha manifestado la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz. «No es el decreto que necesitamos. Barcelona no se quedará con los brazos cruzados», ha asegurado, dando a entender que recurrirán las medidas de alguna forma. «La Generalitat tarda cinco años en hacer un decreto de turismo que regula pisos turísticos. Lo aprueban en agosto, a escondidas, y con aplausos de Airbnb», ha zanjado.

La indignación del gobierno de Colau es total, pues la normativa es contraria a la guerra del Ayuntamiento para limitar la oferta de camas turísticas para proteger a los vecinos del centro de la ciudad. Por ello, Barcelona en Comú ha avisado que «lucharemos» para que el decreto «no prospere». «La Generalitat tendría que estar más preocupada por el derecho a la vivienda que por los aplausos de Airbnb», ha afeado la formación de la alcaldesa.

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