El motor reclama su reforma fiscal que el Gobierno guarda en un cajón

El debate sobre la financiación autonómica aparca la revisión del impuesto de circulación y el de matriculación

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El sector de la automoción quiere que el Gobierno revise los parámetros actuales del impuesto de circulación y de matriculación.

El primero según denuncian, se basa en criterios de principios del siglo XX, ya que el precio escala según los caballos (la denominada potencia fiscal) y no las emisiones de CO2. En el caso de la tasa por obtener la identificación del vehículo, los agentes critican que la automoción sea el único sector al que se imponga dos gravámenes sobre la adquisición de un bien de consumo, el mismo concepto por el que se abona previamente el IVA.

La moto exige criterios «bien aplicados»

Los más beligerantes al exigir su reforma fiscal son los representantes de las dos ruedas. «[El Ejecutivo] se resiste a los cambios», lamenta la Asociación Nacional de Empresas del Sector de las Dos Ruedas (Anesdor) en palabras de su secretario general, José María Riaño.

La organización marca el «frente de la fiscalidad» como uno de los objetivos en el ejercicio que acaba de empezar. «No queremos dejar de pagar impuestos, pero exigimos que los principios estén bien aplicados», añade Riaño. Anicam afirma que se debería dedicar «más atención a las motos, que son las que resuelven los problemas de contaminación y atascos en las ciudades y se las trata como el patito feo del sector», afirman los portavoces de la patronal de los importadores.

Pagar por contaminación

Ambas organizaciones destacan que las dos ruedas son los que sufren más discriminación en el marco impositivo. También son los únicos vehículos que no se han beneficiado de los planes Pive para fomentar la compra, una medida que Aniacam aplaude como el elemento que ha evitado que la automoción se hundiera en España por la crisis.

El principio que reclaman es sencillo: «Que pague más quien más contamina». Un precepto que también defiende Anfac. La patronal de los fabricantes ha presentado una propuesta al Gobierno de Mariano Rajoy en la que apuesta por «trasladar los impuestos de compra hacia el uso».

Financiación autonómica

El Ejecutivo es conocedor de las demandas del sector. Los mismos interlocutores de Anfac señalan que esta cuestión se ha debatido a lo largo de la legislatura, pero que se ha obviado en la reforma fiscal de Montoro por voluntad propia.

Rajoy no quiere abrir el melón de la financiación autonómica, y modificar ambas tasas implica una redistribución fiscal. Los ayuntamientos recaudarían más si se revisa el impuesto de circulación y las autonomías dejarían de ingresar la tasa de matriculación. «Ya hemos señalado que el incremento de ventas que seguirá a la desaparición del impuesto compensaría a las comunidades vía IVA», indica la patronal de los fabricantes.

Con todo, la única iniciativa por la que ha apostado Rajoy para dinamizar el sector es el plan Pive.

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