El Tribunal Constitucional desmonta el relato de la huelga de hambre

El tribunal desmiente el "bloqueo" de los recursos de los políticos catalanes presos y recuerda que no está sometido a plazos

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El Tribunal Constitucional (TC) advierte de que la huelga de hambre que iniciaron este sábado Jordi Sànchez y Jordi Turull en la cárcel de Lledoners es un intento de presión para que el pleno acelere sus plazos de respuesta a los recursos interpuestos por los líderes independentistas encarcelados.

El ex presidente de la ANC y el ex conseller de Carles Puigdemont afirman que el TC bloquea la resolución de los recursos por la prisión preventiva impuesta por el Tribunal Supremo y por la negativa a dejarles ejercer como diputados en el Parlament. Por esta razón anunciaron una huelga de hambre indefinida.

El TC prepara una respuesta unitaria a los recursos de los independentistas

El independentismo llegó incluso a manifestar que la Justicia española no tiene especial interés en resolver los recursos de los políticos catalanes presos porque no quiere que estos acudan a la Justicia europea. Pero el TC les detiene en seco y desmonta el relato, recordando que la entidad no está sometida a plazos.

Fuentes del tribunal dijeron a La Vanguardia que es falso que se estén bloqueando las resoluciones de los concursos y que están dentro de plazo. De hecho, por la sensibilidad de la crisis catalana, los recursos se están tratando con prioridad y resolviendo en plazos más cortos de lo normal.

«La media de tiempo para resolver recursos de amparo contra prisiones preventivas es de entre dos y tres años», informa el diario. El TC avisa que los tribunales europeos no revisarán ninguna resolución hasta que no finalice el juicio del 1-O en el Supremo. Las fuentes revelaron que el pleno pretende dar una respuesta unitaria a todos los recursos.

Sánchez: la huelga de hambre «no es buena noticia»

La huelga de hambre de Sànchez y Turull, así como las demás protestas que los otros líderes separatistas presos prevén para los próximos días, dividen nuevamente la opinión pública. Mientras el independentismo aplaude y apoya el ayuno autoinducido, el Gobierno aprovecha para recordar la garantía de un juicio justo en la causa del 1-O.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió que «es evidente» que la huelga de hambre «no es buena noticia», y comentó que no comparte los motivos que llevaron a los presos a emprender la protesta, porque considera que las razones «no son ciertas». Y recordó que los presos viven en un «Estado social y democrático de Derecho», donde «la justicia es independiente».

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