El virus que descoloca a Comín

Los casos de menores afectados por el enterovirus repuntan en las tres últimas semanas después de que el consejero catalán de Sanidad diese el brote por "estabilizado"

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El 28 de mayo el consejero catalán de Sanidad, Antoni Comín, dio por «estabilizado» el brote de enterovirus. Entonces, las autoridades sanitarias de Cataluña cifraron en 60 los menores afectados por la variante de este virus, causante de alteraciones neurológicas que derivan, en sus primeros síntomas, en temblores, sacudidas o somnolencia exagerada.

Tres semanas después los casos reconocidos por Salut ascienden a 91, 19 de los cuales están hospitalizados –de ellos, siete todavía en la UCI—, según los últimos datos oficiales.

Repunte en las últimas tres semanas

La evolución en el número de afectados, con un claro repunte en los últimos 21 días, no ha hecho variar el discurso desde la consejería del ramo, que mantiene un perfil bajo desde el inicio de la crisis. El 18 de mayo el propio Comín pidió «rebajar la alarma» en torno a la enfermedad, a pesar de que entonces se contabilizaban ya 40 casos confirmados –poco después se hizo público el caso más grave, el de una menor cuya infección derivó en tetraplejia. 

La pasada semana en el Parlament, Comín varió ligeramente el discurso al asegurar que «es probable que se sigan produciendo casos en los próximos meses de verano», aunque sin dar más detalles. Consultados por este diario, desde la consejería de Salud aseguran que no está previsto que Comín dé más explicaciones sobre el asunto en los próximos días.

Una gestión muy criticada

La gestión de esta crisis sanitaria ha sido objeto de duras críticas desde el comienzo. En el centro de todas ellas, una política de comunicación que no ha gustado nada a la oposición en el Parlament, pero tampoco a algunos de los padres de los niños afectados, que han llegado a pedir la dimisión del consejero del ramo a través de una campaña en la web Change.org. En el fondo del asunto, las erráticas declaraciones de los máximos responsables sanitarios del ejecutivo.
 
Retraso «deliberado»

El 6 de mayo se definió el primer protocolo de actuación para los profesionales sanitarios en torno a este virus. Automáticamente éste se trasladó a los hospitales, pero no a los centros de atención primaria (CAP), que tuvieron que esperar hasta una semana después para recibir instrucciones. 

Poco después Comín reconocía cómo su departamento retrasó «deliberadamente» la comunicación de la enfermedad a los pediatras de atención primaria –la parte del sistema sanitario a la que primero acuden los padres con los menores afectados, dada la sintomatología de la enfermedad. El consejero justificó entonces su decisión para evitar que hubiese «demasiados profesionales conocedores del brote» antes de disponer de «suficiente información científica».

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