Pedro Sánchez activa la siguiente fase del plan para anular a Podemos

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, aboga por conseguir una investidura sin la factura de la coalición con Podemos

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El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, sigue en campaña electoral tras su fallida investidura. Aunque parece que el objetivo real de Sánchez consiste más bien en la filosofía de doblegarlos en septiembre o destruirlos en noviembre.

Según una información de El Mundo, expertos en estrategia y comunicación política coinciden que el líder socialista quiere la investidura, quiere gobernar ya sin pagar precio. Y si no lo logra, siempre están las urnas –refrendadas por unas encuestas que le auguran unos mejores resultados–. 

Los analistas hacen  hincapié en la idea de la campaña propagandística permanente como uno de los terrenos en los que mejor se mueve Pedro Sánchez. Explican que intenta trasladar la sensación de que se trabaja al 150% y de que lo hace para articular un programa cuando, en realidad, la sucesión de encuentros con asociaciones y colectivos es una operación de imagen; nadie a estas alturas le va a descubrir al PSOE propuestas nuevas.

‘La Plaza’ analiza en el episodio de esta semana la gestión de Pedro Sánchez de los acuerdos de investidura

Responsabilizar a Podemos

La estrategia seguida por los socialistas tiene por objetivo ablandar a Unidas Podemos. Según los analistas políticos, Sánchez prefiere la investidura y gobernar cuanto antes a arriesgar en unas elecciones, pero es muy competitivo ya está preparándose para ello.

Las mismas fuentes expresan que Sánchez ha jugado con dos planes en paralelo: lograr la investidura lo más barato posible desgastando a Podemos con llamadas a la abstención de la derecha –nunca quiso el Gobierno de coalición y, cuando se vio arrastrado, contribuyó activamente a su fracaso dificultando los acuerdos– y aumentar su mayoría en detrimento de Podemos y Ciudadanos.

El PSOE, a por una investidura sin coalición

Los expertos consideran que Sánchez quiere la investidura sin asumir la factura de la coalición y, si no es así, prefiere los comicios. Además pronostican que se avecina una etapa de desgaste de la izquierda. De momento, el líder socialista parece inclinarse por intentar un acuerdo «no gubernamental» con Podemos, con la finalidad de que olviden la exigencia de sentarse en el Consejo de Ministros. 

No obstante, y bajo esta premisa, cuesta encontrar una «lógica» a la estrategia que ha desplegado el líder socialista. Cualquiera que sea la opción final no tiene sentido deteriorar proactivamente las relaciones con Unidas Podemos. Los expertos concluyen que si Sánchez fuerza unas elecciones, éstas le podrían salir caras si el resultado final le implica –otra vez– la necesidad de pactar con Unidas Podemos. 

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