Puigdemont boicotea en Europa la fusión Bankia-Caixabank

El 'expresident' obliga a la Comisión Europea a manifestarse sobre las consecuencias de la posible fusión entre Caixabank y Bankia

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Carles Puigdemont cuestiona la posible fusión entre Caixabank y Bankia. El expresident de la Generalitat y actual eurodiputado ha enviado una batería de preguntas a la Comisión Europea sobre la operación y las consecuencias que podría tener en el sector bancario español, sugiriendo que va en contra de las leyes de competencia y que puede perjudicar a los consumidores.

Puigdemont y los exconsellers fugados y también eurodiputados Clara Ponsatí y Toni Comín han recordado que Bankia fue «rescatada» en 2012 con dinero de los contribuyentes. Asimismo, señalan que la posible fusión llega unos años después del Real Decreto-Ley 15/2017, que «invitó a las instituciones financieras basadas en Cataluña a mover sus sedes a otros lugares».

Para los eurodiputados independentistas, ese decreto ha significado la «interferencia» del Gobierno español en las «fuerzas del mercado», sugiriendo que uno de los motivos de la operación sería acentuar la fuga de empresas y capitales de Cataluña. Caixabank trasladó su sede social fuera de la comunidad autónoma después del referéndum ilegal del 1-O que Puigdemont organizó.

En todo caso, fuera del ámbito territorial, Puigdemont y sus compañeros separatistas en el Parlamento Europeo ven más potenciales problemas con la unión de las dos entidades. Por ello, han preguntado si la operación no interfiere en la competitividad bancaria y si podría tener consecuencias en el crédito al consumo, el acceso al crédito y la financiación para familias y empresas.

El episodio de La Plaza de esta semana analiza la fusión de Caixabank y Bankia

«¿Ha analizado la Comisión el riesgo sistémico que esta fusión podría provocar en el sector bancario español, particularmente considerando la carencia de bancos no españoles con una cuota de mercado significativa?», es la última de las tres preguntas que han enviado al órgano de gobierno de la Unión Europea, que está obligada a responder las interpelaciones de los eurodiputados.

«Es una vergüenza»

Comín ha publicado este pasado fin de semana una serie de mensajes en Twitter en relación a las negociaciones entre Caixabank y Bankia. «La fusión solo puede obedecer a tristes motivaciones políticas, porque en ningún caso beneficiará la eficiencia del sector financiero ni los intereses de los clientes», ha afirmado el exconsejero de Salud, remitiéndose a las «lecciones de la crisis de 2008».

«Es una vergüenza que el Gobierno español no se oponga» a la fusión, ha añadido, en un mensaje al que Puigdemont ha respondido asegurando que «proporciona elementos para entender las razones de esta operación». Comín ha señalado que la entidad que resultaría de la fusión sería «sistémica» y «too big to fail» (demasiado grande para fallar).

«La existencia de bancos sistemáticos —aquí y en cualquier lugar— va contra las más elementales reglas de la competencia del mercado financiero, fomenta el ‘moral risk’ y los comportamientos irresponsables (hagan lo que hagan saben que serán rescatados) y perjudica los consumidores», ha manifestado Comín.

De su mensaje se ha hecho también eco el nuevo conseller de Empresa de la Generalitat, Ramon Tremosa, que ha apostillado que, por ejemplo, en Alemania no se fusionan las cajas de ahorros precisamente para no crear bancos demasiado grandes. Es decir, que, como no podía ser de otra manera, las posiciones del Govern de Quim Torra y las de Puigdemont en este asunto están alineadas.

Alessandro Solís Lerici

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