Puigdemont llama a la movilización y a la desobediencia

El ex presidente de la Generalitat pide a los catalanes compromiso con "la resistencia no violenta" y al Parlament "que no ceda" ante el juez Llarena

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A Carles Puigdemont no le gusta el deshielo que algunos pretenden impulsar entre Gobierno y Generalitat. El ex presidente catalán es partidario de todo lo contrario. Prefiere enconar la crisis política e incluso de repetir recetas del pasado, recetas con los que algunos parecían haber escarmentado: movilización en las calles y desobediencia política.

Puigdemont, siguiendo la ofensiva coordinada que todo el movimiento soberanista ha lanzado a lo largo del día de hoy —de Quim Torra a Eduard Pujol— contra el poder judicial español, ha querido decir esta tarde la suya con un mensaje grabado en vídeo con momentos incendiarios.

«Renovemos el compromiso con la república catalana, con la resistencia no violenta y con la radicalidad democrática», ha pedido el líder huido en un llamamiento de última hora para que la manifestación convocada esta tarde en Barcelona sea un clamor.

Hasta aquí la llamada a las masas en un día como hoy, aniversario de la manifestación frente a la conselleria de Economía durante los registros de una comitiva judicial encargada de desarticular el referéndum del 1 de octubre. Lo llamativo es que la agitación civil es un punto controvertido para el propio soberanismo, pero no para Puigdemont, partidario de que la temperatura suba.

Dicho esto, el líder instalado en Waterloo (Bélgica) también pidió a la mayoría soberanista en el Parlament que no le tiemble las piernas, que no asuma la sustitución de diputados suspendidos (él mismo, entre otros). «Renovemos el compromiso con la dignidad de nuestras instituciones que no pueden ni deben ser objeto de ninguna cesión ante los que no quieren liquidados, encarcelados y exiliados», ha pedido.

El líder soberanista ha publicado este mensaje sin olvidarse de lanzar todo tipo de ataques contra las instituciones del estado (monarquía, poder judicial) y contra los partidos españoles. «Plantarnos nos ha costado sufrimiento y angustia, pero nos ha permitido llegar lejos. Nos ha permitido enseñar las credenciales de la república catalana al mundo y nos ha permitido desenmascarar el gran engaño histórico de la transición española», ha considerado.

Finalmente, Puigdemont ha insistido en que la independencia es posible y sólo depende de los catalanes. «La república está en nuestras manos. Aunque desde la política a veces no acertemos o proyectemos desorientación porque no siempre vamos juntos como querríamos la mayoría, el conjunto de la acción repúblicana avanza y lo hace con determinación irreversiblemente», ha dicho.

Renovemos compromisos y para los que somos representantes del pueblo catalán el más importante es el que contrajimos en las pasadas elecciones. 

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