»Un PSOE de Cataluña fracasaría rotundamente»

Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet y número dos del PSC, asegura que ''ni la gestora ni el comité federal pueden decidir'' la relación futura con el PSOE

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Núria Marín (L’Hospitalet, 1963) se apega a la realidad cotidiana. Es la alcaldesa de la segunda ciudad de Cataluña, y quiere consolidar y potenciar una plaza que se hace suya la marca Barcelona, entendida como una gran oportunidad económica. Pero Marín es también la número dos del PSC, tras el congreso del partido que reeligió a Miquel Iceta como primer secretario. Marín tiene claro, desde su despacho en el consistorio del corazón del área metropolitana que el PSOE se equivocaría por completo si decidiera instalarse directamente en Cataluña orillando al PSC. «El PSOE de Cataluña fracasaría de forma rotunda», asegur sin dilación.

La idea de Marín, como refleja en una entrevista con Economía Digital, es que el PSOE y el PSC «deben llegar a un acuerdo, porque ninguna de las dos partes se podría entender con una ruptura». Asume que hubo dudas, que algunos dirigentes del PSC consideraron que en el comité federal del PSOE que decidió la abstención en la investidura de Mariano Rajoy se podía haber optado por no votar. Pero que ella tenía claro que el PSC «debía participar». Se trató de un voto en contra de la opción de la gestora, que preside Javier Fernández.

Con aquella decisión, que se une a la de los diputados del PSOE que votaron no a Rajoy se ha provocado una situación convulsa, con multas que no se acaban de formalizar, pero sí con cambios en las responsabilidades de los disputados díscolos, que han sido apartados, y que ha afectado en especial a los siete diputados del PSC, con José Zaragoza y Meritxell Batet a la cabeza.

Esperando, o no, a Susana Díaz

Marín discrepa de que la gestora pueda tomar decisiones drásticas, tras la comisión que se constituirá entre representantes del PSOE y del PSC. «Creo que ni la gestora ni el comité federal debe decidir sobre la relación de futuro entre los dos partidos. Debe ser el próximo congreso del PSOE quien tome una decisión, y no niego que se pueda modificar el protocolo de relación de 1978, pero debe ser un congreso del PSOE», insiste Marín. Pero la número dos del PSC tampoco tiene claro que se deba cambiar. «Se puede cambiar o no, ya se verá», indica, consciente de que lo que una parte del PSOE desea, como la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, es que el PSC no participe en los órganos federales del PSOE, y que no pueda participar en la elección del secretario general del partido.

Lo que se juega el PSC, en relación al PSOE, es también la conformación de mayorías para poder gobernar. En el congreso del PSC, Iceta se mostró dispuesto a iniciar un proceso de acercamiento «con las izquierdas catalanas», en una alusión directa al partido que trata de impulsar la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Eso, en el conjunto de España, sería homologable a un pacto del PSOE con Podemos, que diferentes dirigentes territoriales lo rechazan, y que fue uno de los motivos de las críticas internas a Pedro Sánchez, por buscar esa aproximación, junto a los independentistas catalanes. Núria Marín rechaza que pueda ser un problema. «En Cataluña, siempre que sea posible, el PSC buscará esos acuerdos con las fuerzas de izquierda, y con los partidos con los que se pueda pactar, como se demuestra en la política local», señala, aunque dejando claro la cuestión territorial y el rechazo al proyecto independentista. De hecho, Marín fue de los primeros dirigentes del PSC que reaccionó con claridad en contra del proceso soberanista, rechazando el llamado derecho a decidir.

Siempre al lado del secretario general del PSOE

Núria Marín, que asume su ascendencia en el PSC, junto con la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlón, que es la nueva secretaria de política municipal, y que perdió las primarias frente a Miquel Iceta, entiende que el PSC «no tendrá una única voz en la elección del próximo secretario o secretaria general del PSOE». Y emplaza a Susana Díaz a tomar una decisión. «Debe ser ella quien decida si se presenta o no para dirigir el PSOE, desde el PSC no se tomará una decisión a priori a favor de nadie, porque nunca se ha hecho».

Pero unida a esa idea, está la pregunta sobre la estrecha relación que el PSC estableció con Pedro Sánchez, con aclamaciones públicas por parte de Iceta. «El PSC no se pegó excesivamente a Sánchez, lo que hizo es lo de siempre, estar al lado del secretario general del PSOE, y lo que ocurrió es que se produjeron hechos muy poco edificantes», señala Marín, no en relación a la decisión del comité federal, sino a la presión de algunos dirigentes territoriales para que dimitieran miembros de la dirección del PSOE, con escenas complicadas delante de la sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid.

Cercanías en L’Hospitalet

Enfrascada en su labor como alcaldesa, Marín se muestra optimista con el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna. Lo conoce muy bien, porque De la Serna fue alcalde de Santander, y en todos los foros de política municipal se acababan encontrado. A De la Serna, Marín le pide que solucione de una vez los problemas de Cercanías en L’Hospitalet, y que el Estado acabe invirtiendo lo que Fomento aprobó hace siete años, con un plan de infraestructuras ferroviarias de Cercanías de Barcelona que preveía una inversión de 4.000 millones de euros, y que, después, se elevó a 4.848 millones, pero que sólo se han ejecutado 247 millones, y se han presupuestado otros 400 millones.

Con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, Marín admite que la relación de la administración con el poder local ha cambiado. «Puigdemont ha sido alcalde y tiene sensibilidad, no se ha avanzado en todas las cuestiones, pero sí en algunas, como las educativas, y la relación es mucho mejor que con el mandato de Artur Mas», asegura.

La vida local apasiona a Marín, que, sin embargo, se ha responsabilizado de un cargo orgánico del PSC. Los siguientes meses pueden ser determinantes. La alcaldesa de L’Hospitalet no se rinde: «el socialismo, con todos sus problemas, puede recuperar de nuevo un espacio central, lo veremos».

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