El cambio de estrategia de Podemos con Yolanda Díaz complica las elecciones para la izquierda

La sensación generalizada en la formación morada es que la distancia entre ambos espacios va a ir a más. Esta nueva pugna se ve con preocupación en el PSOE, que saben que necesitan a ambos para mantener o alcanzar el poder en mayo

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en una imagen de archivo en el Congreso de los Diputados . EFE/ Mariscal

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en una imagen de archivo en el Congreso de los Diputados . EFE/ Mariscal

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El nuevo divorcio que vive la izquierda en España, con una estrategia recién inaugurada por parte de Podemos en la que no piensan tolerar «faltas de respeto», en palabras del exlíder del partido, Pablo Iglesias, ha colocado el complicado equilibrio sobre el que se sustenta el Gobierno de Pedro Sánchez en el ojo del huracán. No por su estabilidad presente, sino de cara a las próximas elecciones.

Si bien hace unas semanas negaban una «lucha de poder», ahora, en la formación morada admiten que ha habido un cambio de tono y de discurso. Algo, a todas luces, inédito. Diversos cargos consultados por Economía Digital respiran de la misma manera: consideran que la propia Yolanda Díaz o su entorno también han puesto distancia con ellos en alguna ocasión y que era hora de reivindicarse. Ya sí que se habla en privado de «cierta distancia que ha ido a más», pero la intención es defender la posible coalición de Podemos con Sumar.

Pero la pugna tiene una derivada más complicada, que es la que preocupa en Moncloa y Ferraz. En anteriores ocasiones han surfeado la ola de las polémicas orgánicas entre sus socios de coalición, pero en esta ocasión no es tanta la fuerza del mensaje. Porque, como resoplan desde el PSOE en conversación con este periódico, saben que les necesitan.

La geometría de la izquierda

Ferraz alerta de la necesidad de unas izquierdas «fuertes» para evitar que gane la derecha en mayo. Y, sobre todo, que el reloj juega en contra de la indefinición: apenas quedan seis meses para la primera elección. «Lo que no puede hacer la izquierda es volver de nuevo a los errores de la fragmentación. Los hemos visto: Cs está desapareciendo, pero mira lo que le pasó a la derecha con tres partidos cuando fueron juntos [en referencia a la foto de Colón]. Ahora vuelven a ser dos», deslizan desde la dirección socialista.

La consigna, sobre todo ante los rumores de una nueva crisis de Gobierno generada por las últimas designaciones de candidatos para las elecciones de mayo sobrevolando el Ejecutivo, es apostar por la estabilidad. Y ahí tiene difícil encaje el tira y afloja entre Podemos y Yolanda Díaz. Porque, cabe recordar, que la segunda es la única interlocutora reconocida de Sánchez con el socio minoritario en Moncloa, pero desde hace tiempo esas negociaciones son entre tres. El último ejemplo, los jueces candidatos para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que sirvió como preludio de esta guerra civil.

«Somos el partido al que le vetan la candidata, al que espían, al que le dan por todas partes», bufan en Podemos. Algo que no deja una resolución fácil, pero que no sirve de excusa para los socialistas. La sensación generalizada en la formación morada es que la distancia entre ambos espacios va a ir a más. En Ferraz son conscientes de que no pueden permitirse una izquierda dividida, sino repensar cómo se ha comportado el electorado en los últimos años en nuestro país cuando, tanto a izquierda como a derecha, se han multiplicado las siglas. El último ejemplo es el caso de Andalucía, pero no el único. «Con ese escenario hay que trabajar», sintetizan. No hay otra opción para mantener o alcanzar el poder en determinados territorios.

«Yolanda maneja sus tiempos»

El sentir en Podemos es que ellos han hecho su parte. Sobre todo, para autonómicas y municipales. En cuanto a las próximas elecciones generales, previstas para final de 2023, recuerdan los morados que Yolanda Díaz hace su proceso de escucha para «construir su partido» y que ya se verá. Su objetivo, insisten, es llegar a una coalición con Sumar. «Yolanda maneja sus tiempos, tiene todo el derecho del mundo, y tiene que hacer su propuesta y un planteamiento. En ese momento nos sentaremos y veremos».

La vicepresidenta Yolanda Díaz ha evitado responder directamente a última hora del lunes al exlíder de Podemos Pablo Iglesias y se ha limitado a decir que ella se está «dejando la piel» por el país y que «sigue trabajando». Preguntada antes de un homenaje a la escritora Almudena Grandes por las palabras de Iglesias, que pidió respeto para Podemos, Díaz fue muy escueta. Su entorno había sido consultado por este medio antes y habían declinado hacer otra valoración.

Iglesias aseguró este domingo que Podemos debe apostar por confluir con Sumar, la plataforma de Díaz, pero le recordó que Podemos actuó con generosidad y «debe ser respetada» como la fuerza «más importante» de la izquierda. Después, el que fuera vicepresidente del Gobierno insistió en la misma idea en una tertulia radiofónica vespertina.

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