El mercado negro de bebés: niños en venta por tan solo unos cientos de dólares

Niñas por menos de 400 euros y niños por 600. Así es el mercado negro de bebés que opera en Nairobi en calles, hospitales corruptos y clínicas ilegales

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El robo de bebés es algo habitual en Nairobi. Las calles de la capital de Kenia esconden cientos de historias de mujeres, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad, a las que les han arrebatado a sus hijos de sus manos a través de diferentes triquiñuelas. Estos crímenes se comenten en clínicas callejeras, hospitales corruptos administrados por el Gobierno o, directamente a plena luz del día.

El precio de una niña es de 460 dólares -388 en euros- y, si es niño, el coste sube hasta los 720, unos 600 euros. Así lo ha revelado una investigación llevada a cabo durante meses por la BBC que explica como los pequeños son arrebatados a las madres sin hogar y se venden para obtener beneficios.

Los ladrones de bebés van desde oportunistas vulnerables hasta delincuentes organizados. Con frecuencia ambos grupos trabajan juntos, asegura el reportaje de la cadena británica. Los reporteros que llevaron a cabo la investigación contactaron con Anita, a quien definen como una bebedora empedernida y consumidora de drogas que vive intermitentemente en la calle, y gana dinero robando hijos. Su objetivo: mujeres con bebés menores de tres años.

El precio de una niña es de 460 dólares -388 en euros- y, si es niño, el coste sube hasta los 720, unos 600 euros

Sus métodos son escalofriantes, explica una fuente que conoce a la ladrona. “Tiene muchas formas de conseguir niños -asegura- a veces droga a la madre, le da pastillas para dormir o pegamento, otras, juega con el niño”. Así fue como le arrebataron a Rebecca a su hijo, una de las madres con las que contactó la BBC, cuando éste tan solo tenía un año.

Los traficantes drogan a madres vulnerables

“Eran alrededor de las 2 de la madrugada de una noche de marzo de 2011 y Rebecca estaba mareada tras inhalar un pañuelo empapado en combustible para aviones, un subidón barato en las calles de la ciudad que le daba la confianza necesaria para pedir dinero a extraños”, relata el medio británico. “Cerré los ojos esa noche, hace diez años, y ya nunca lo he vuelto a ver”, lamenta Rebecca. Son cientos las mujeres que se han visto en su misma situación.

Según la investigación de Africa Eye, el programa de la BBC que se adentró en Nairobi, las redes de tráfico de niños operan dentro de algunos de los hospitales gubernamentales más grandes del país. Una fuente llevó a los reportaros hasta a Fred Leparan, un supuesto trabajador social clínico del hospital Mama Lucy Kibaki cuyo trabajo proteger el bienestar de los niños vulnerables nacidos en Mama Lucy.

Niñas por menos de 400 euros y niños por 600. Así es el mercado negro de bebés que opera en Nairobi en calles, hospitales corruptos y clínicas ilegales./ GETTY

Sin embargo, Leperan está directamente involucrado en el tráfico. La fuente se reunió con él y le confesó que conocía a una mujer desesperada por comprar un hijo después de no haber logrado concebir. «Tengo a este bebé en el hospital», respondió Leparan. «Lo dejaron hace dos semanas y nunca regresaron», justificó. Pero según supieron los investigadores, no era la primera vez que este empleado organizaba la venta de un niño.

Entre los ladrones callejeros como Anita y los funcionarios corruptos como Leparan, hay otra capa en el negocio de la trata de niños en Nairobi. Se trata de las clínicas callejeras ilegales con salas de parto. Se pueden encontrar en los barrios más marginales de la ciudad. Son un lugar muy conocido para el comercio de bebés en el mercado negro.

Algunos bebés robados se utilizan para sacrificios

Anita explicó a los periodistas que su jefa era una mujer de negocios local que compraba bebés robados a pequeños delincuentes y los vendía para ganar dinero. Era muy frecuente encontrar mujeres estériles entre las compradoras. En estos casos se produce como una “especie de adopción”, cuenta la traficante. En cambio, en otras ocasiones “los niños se usan para sacrificios”.

«Sí, se utilizan para sacrificios y rituales. Estos niños simplemente desaparecen de las calles y nunca se los vuelve a ver

«Sí, se utilizan para sacrificios y rituales. Estos niños simplemente desaparecen de las calles y nunca se los vuelve a ver», reconoce la fuente que ha llevado a los reporteros hasta Anita. «La mujer de negocios nunca dice lo que hace con los niños. Le pregunté a Anita si sabía lo que hace con ellos, y me dijo que no le importa nada, si los lleva a la brujería o lo que sea. Mientras tenga dinero, no pregunta», explica.

Los reporteros concertaron una cita con Anita para ofrecerle dinero por un bebé y pillarla. Pero entonces desapareció. Tiempo más tarde, la fuente contó a los reporteros que Anita encontró un postor más alto y uso el dinero que recibió para construir una casa de dos habitaciones, de hojalata, en una de las favelas de la ciudad.

La niña había desaparecido. La policía todavía tiene un expediente abierto sobre Anita.

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