Fiasco en Rabat: Sánchez arranca una reunión deslucida sin la relevancia pretendida por Moncloa

Sin Mohamed VI, Moncloa quiere reconducir el mensaje sobre la reunión: ahora dicen que es "entre gobiernos" y buscan que calen los objetivos económicos y educativos del encuentro en Marruecos

El primer ministro de Marruecos Aziz Akhannouch habla con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el recibimiento en el aeropuerto de Rabat. EFE/EPA/JALAL MORCHIDI

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Los trabajos para la celebración de la reunión de alto nivel (RAN) que arranca este jueves en Rabat entre los gobiernos de España y Marruecos han contado con una decepción desde antes de empezar. Las esperanzas del Ejecutivo de Pedro Sánchez y la diplomacia española para volver a la senda de la normalidad con el país vecino tras unos años de relación convulsa no dieron su fruto, y el primer palo, aunque en cierta medida esperado, que Mohamed VI no reciba al presidente español, ha deslucido el inicio de la cumbre, a pesar de los esfuerzos de Moncloa por controlar el mensaje.

La excusa esgrimida por la delegación española en la capital marroquí era que se trataba de una reunión «entre gobiernos», y el monarca alauita ahí no tenía por qué estar. Sin embargo, y aunque no constaba en la agenda de la RAN -difundida en la mañana del miércoles por la Secretaría de Estado de Comunicación- ningún encuentro oficial entre Sánchez y Mohamed VI, era algo que no negaban que pudiera suceder desde el equipo del presidente del Gobierno. Pero, según ha transcendido, el rey marroquí no se encuentra en el país.

La misión ahora está clara, según las fuentes del Gobierno consultadas, reconducir el discurso público y no dar imagen de evento venido a menos. Moncloa quiere hablar de economía, principalmente, con Marruecos, un tema que últimamente copa las intervenciones de Pedro Sánchez presumiendo de algunos datos económicos, dado que la situación no ha sido tan terrible como algunos vaticinaban, pero está lejos de poder ser una medalla para el Ejecutivo.

Sin ministros de Podemos tras el escándalo del Sáhara

La RAN, a la que acuden 11 ministros del ala socialista del Gobierno, ninguno de Unidas Podemos, y para la que Antonio Garamendi, el presidente de la patronal española, ha enviado a su mano derecha, debería celebrarse con periodicidad anual entre Rabat y Madrid, a tenor del Tratado de Amistad suscrito entre ambos países. Pero lo cierto es que llevaban sin convocarse desde 2015.

Marruecos, de manera velada, ha querido dejar claro qué espera de este encuentro. Mediante un comunicado de la Casa Real alauita, se destaca que los compromisos adoptados entre Mohamed VI y Sánchez en abril de 2022 tras el giro político de España en su política internacional sobre el Sáhara «han sido sustancialmente implementados». Ese es el punto clave de la reunión.

Y lo cierto es que, según el partenariado económico firmado por España y Marruecos el 7 de abril de 2022, tras una visita oficial de Sánchez, los objetivos de unos y otros están claros. «Con el fin de reforzar esta dinámica positiva en la excelente asociación estratégica bilateral, su majestad el rey ha invitado al jefe del Gobierno español a realizar próximamente una visita oficial a Marruecos. Esta visita será una oportunidad para fortalecer aún más las relaciones bilaterales, a través de acciones concretas marcadas por la eficiencia y proyectos tangibles en áreas estratégicas de interés común«, adujo la Casa Real de Marruecos.

España, el tercer principal inversor en Marruecos

Pero el ánimo de Moncloa está en cambiar el foco, y tratar de volver el escenario en el propio para que se despliegue su discurso económico. Así, en la clausura del Foro Empresarial España-Marruecos, organizado conjuntamente por la Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM) y la Confederación Española de Organizaciones
Empresariales (CEOE), Pedro Sánchez incidió en que ambos países están haciendo frente a condiciones adversas con medidas que hacen avanzar a sus sociedades al tiempo que modernizan sus economías, «desoyendo a quienes quieren aprovechar esta coyuntura para cerrarse sobre sí mismos».

En lo relativo a las relaciones comerciales bilaterales, el presidente del Gobierno destacó la relevancia del acuerdo para normalizar el paso de personas y mercancías a través de los puestos aduaneros terrestres y marítimos. Además, en terreno de relaciones económicas, afirmó que, entre enero y octubre del año pasado, el 55,4% de las exportaciones españolas a África tuvieron como destino Marruecos. Tanto es así, que España alcanzó la cifra de 9.870 millones de euros en exportaciones. En cuanto a las cifras de importaciones españolas por parte de Marruecos en el mismo período alcanzaron su récord histórico al registrar 7.271 millones de euros.

El presidente Sánchez quiso lanzar un mensaje: España es hoy el tercer principal inversor de Marruecos, algo que tiene un impacto directo en el empleo. Algo, a sus ojos, visible en sectores como el textil, la agricultura o la automoción, donde se han generado más de 20.000 puestos de trabajo directos. En este sentido, hoy hay 674 empresas españolas con al menos un 10% del capital marroquí y 529 empresas marroquíes que son filiales de empresas españolas.

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