Hartazgo vecinal contra Ada Colau por la basura amontonada en Sant Andreu

Los residentes en el barrio estallan por el sistema de recogida puerta a puerta, que deja imágenes de bolsas de basura sin recoger y plantea varios problemas de privacidad

Bolsas de basura y cubos de materia orgánicos, amontonados en la portería de una finca / AV Sant Andreu Sud

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El nuevo sistema de recogida de basuras en el barrio de Sant Andreu (Barcelona) ha levantado una ola de indignación en la ciudadanía. Los montones de basura que se acumulan en las calles consecuencia del caos generado por un sistema aprobado sin consenso vecinal, que además impone franjas de recogida que hacen difícil que sea conciliable con la vida de muchos vecinos, se ha convertido en un frente abierto para Ada Colau.

«La calle se llena de bolsas de basura y ahora con el calor que hace esto llega a ser un problema de salud pública», explica la afectada Inma Garrido a Economía Digital. La vecina, que forma parte del grupo de Telegram Farts del Porta a Porta, explica que están a favor de fomentar el reciclaje, pero creen que este sistema es difícil de aplicar en una ciudad como Barcelona.

Bolsas semitransparentes a la vista de todos

El sistema que aplica el ayuntamiento es el de recogida diaria de basuras en la puerta de las casas. Los vecinos deben depositar unas bolsas homologadas con chip identificativo que son translúcidas –lo que permite ver qué hay en su interior– entre las 8 y las 10 de la noche para que el camión de la basura se lo lleve.

Pero no se recogen cada día los mismos residuos. El barrio de Sant Andreu que sirve de piloto para este nuevo proyecto se divide en dos zonas, en cada una de ellas los días para depositar la basura son distintos. Los orgánicos son tres días a la semana, mientras que el plástico son dos, y los desechos y el papel tan solo uno.

Imágenes de bolsas de basura no-recogidas por el Ayuntamiento por no cumplir con la política del ‘Porta a Porta’ / AV Sant Andreu Sud

Esto genera problemas de residuos, puesto que obliga a los vecinos a acumular los desechos orgánicos al menos un par de días en casa. «Si cocinábamos pescados nos dijeron que lo hiciéramos el mismo día que se recogía la orgánica. ¿El ayuntamiento también decidirá si tengo que cenar pescado?».

El problema de los téxtiles sanitarios: pañales y compresas

El problema también está en los residuos de textil sanitario. Algunos desechos, como pañales usados por niños y gente mayor o compresas, no se pueden acumular en la basura. La solución del ayuntamiento ha sido poner un camión itinerante, con una franja muy concreta, que cada día está en un sitio determinado.

«Las bolsas son semitransparentes y hay gente mayor que las lleva con pañales paseándose. El camión va parando en esquinas del barrio y lo tienes que ir persiguiendo», critica Galán. Además, se queja que la ratio para llevar la basura a este punto, hasta las cinco de la tarde, imposibilita a muchos vecinos hacerlo por una cuestión de incompatibilidad laboral.

«Es todo muy caótico porque no se ha tenido en cuenta a los vecinos, estamos intentando luchar contra lo que parece una causa perdida», lamenta el también vecino Josep Valcarce. Su zona de Sant Andreu, que está pendiente de entrar en este sistema en la próxima fase de implantación, es limítrofe con calles que sí que ya aplican el puerta a puerta.

Problemas graves de privacidad

Otra de las preocupaciones es sobre privacidad, puesto que los chips identifican a las viviendas que dejan las bolsas. «Si no te quieres adherir al puerta a puerta no te dan el chip, pero si no te adhieres, ¿qué pasa? ¿Te recogen la basura?», explica Valcarce. Garrido explica que hay vecinos que bajan la basura con bolsas normales, porque temen esa cesión de datos al consistorio.

Una preocupación que recoge la Asociación de Vecinos de Sant Andreu Sud. La representante Cristina Galán ha asegurado a este medio que las bolsas transparentes permiten saber cuál es la radiografía de una casa concreta, lo que compra, cómo organiza su vida a través de sus hábitos de consumo.

Los tres han explicado que el ayuntamiento ha contactado a personas con chip porque la bolsa llevaba varios días sin el contenido que el consistorio de Colau considera adecuado, por lo que no se recoge con la esperanza de que el vecino la devuelva a casa y modifique su contenido. «Un señor nos contó que le habían preguntado por teléfono: ¿Qué pasa que llevas varios días sin recogida? ¿Necesitas que te enviemos a alguien para ayudarte? Es surrealista», lamenta Galán.

La acumulación de basuras en la puerta también plantea un problema de seguridad. «¿Qué pasa si me voy de vacaciones y estoy un mes sin sacar la basura?», se pregunta la representante de la asociaicón de vecinos. Valcarce pone un ejemplo: «En una finca con cuatro viviendas, si hay dos que hace tiempo que no sacan las bolsas es muy fácil deducir que tiene un par de pisos que están vacíos».

«Se llenan mucho la boca de que recuperemos las calles, pero ahora están llenas de basura»

El vecino también ha asegurado que los contenedores limítrofes a las zonas donde se aplica el puerta a puerta están a reventar, puesto que muchos vecinos van hasta estos puntos para evitar que se acumule la basura en sus calles. Galán es muy clara sobre la política del ayuntamiento: «Es marketing para justificar los fondos europeos que reciben por la transición ecológica».

Bolsas de basura amontonadas en contenedores limítrofes a la zona del Puerta a Puerta / AV Sant Andreu Sud

Los vecinos, que están a favor del reciclaje, piden soluciones alternativas como, por ejemplo, la instalación de contenedores de basuras inteligentes. Garrido también lamenta que el ayuntamiento no quiera negociar de verdad con el tejido vecinal, puesto que las reuniones hasta ahora han sido para informar sobre decisiones ya tomadas, donde «no tenían nada que decir».

«Se llenan mucho la boca de recuperar las calles, pero ahora están llenas de basura», critica Galán. La representante de la asociación de vecinos recuerda que las personas que llevan carritos de bebé, sillas de ruedas o son invidentes tienen la dificultad añadida de ir esquivando bolsas en calles que, por su naturaleza de antiguo pueblo, tienden a ser estrechas.

Sergi Ill

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