La investigación europea sobre el apagón evita apuntar a culpables

El informe reconoce que no se ha encontrado ninguna mención de un apagón de estas características en ningún lugar del mundo

Archivo – Apagón

La investigación europea sobre el apagón que sufrió el sistema eléctrico de la Península Ibérica el pasado mes de abril concluye que el incidente, al cual califica como el más grave en Europa en las últimas dos décadas, se debió a «sobretensiones en cascada» dentro de la red eléctrica española. De esta manera, la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transmisión de Electricidad (Entso-E) ha evitado señalar culpables.

«La función de Entso-e no es atribuir responsabilidad a ninguna de las partes, no es nuestro mandato, no somos un organismo policial, ni un organismo judicial», recoge el informe en el que también se deja bien claro que el objetivo no es dirimir los problemas de responsabilidad, que deberán «asignar las autoridades españolas cuando llegue el momento».

El análisis, para el que se han recopilado durante cinco meses datos de los gobiernos y los actores implicados en el apagón, tiene como objetivo la búsqueda de una explicación técnica de lo sucedido. Sin embargo, conviene tener en cuenta que el informe no será el definitivo, puesto que el organismo está redactando el análisis final que se dará a conocer en los primeros tres meses del año que viene.

Colapso del sistema eléctrico

En relación con el efecto de cascada de sobretensión que desencadenó el colapso del sistema eléctrico en la Península Ibérica, reconoce que no se ha encontrado ninguna mención de un apagón de estas características en ningún lugar del mundo. Al tratarse de una novedad, señala que necesitarán tiempo para analizar qué está pasando y qué podría pasar.

En este sentido, pone el foco sobre los motivos que ocasionaron el incidente y destaca que «lo importante» es conocer cómo partiendo de unos 500 megavatios (MW), una cifra no muy alta para el conjunto del sistema de España y Portugal, se pasó en menos de dos minutos, a unas sobretensiones en cascada que se extendieron a ambos países.

El informe asegura que durante la mañana del 28 de abril hubo una creciente generación de energías renovables, si bien desde las 09.00 h la variabilidad de la tensión en España comenzó a aumentar sin variaciones significativas. A pesar de que a las 10.30 h la tensión en una parte de la red de transmisión se acercó a los 435 Kv.

Con todo, en la media hora anterior al apagón se produjeron dos periodos principales de oscilaciones de potencia, tensión y frecuencia: una que tuvo lugar entre las 12.03 h y las 12.08 h y otra, entre las 12.19 h y las 12.22 h.

Amortiguación de las oscilaciones

Bajo el propósito de amortiguar las oscilaciones, los operadores tomaron varias medidas de mitigación, entre las cuales figuraba la reducción de la exportación de España a Francia, el acople de líneas eléctricas internas en el sur de España o el cambio en el modo de operación del enlace HVDC entre Francia y España.

A pesar de que las medidas mitigaron las oscilaciones, «su naturaleza provocó un aumento de tensión en el sistema eléctrico ibérico». Por ello, a las 12.32 h, la tensión del sistema eléctrico ibérico en el nivel de 400 kV estaba por debajo de 420 kV y no se pudo observar ninguna oscilación notable con una amplitud superior a 20 MHz.

Disparos de generación

A partir de esa hora tuvieron lugar varios disparos de generación para después dar lugar a una pérdida de 208 MW en generadores eólicos y solares distribuidos en el norte y sur de España, así como un aumento de la carga neta en las redes de distribución de aproximadamente 317 MW, que podría deberse a la desconexión de pequeños generadores integrados de menos de 1 MW, un aumento real de la carga o una combinación de ambos.

Posteriormente, se produjeron «importantes eventos de desconexión» en las regiones de Granada, Badajoz, Sevilla, Segovia, Huelva y Cáceres, que resultaron en una pérdida adicional de generación de al menos dos gigavatios (GW), lo que pudo deberse a la protección contra sobretensiones. A las 12.33, la tensión en la zona sur de España aumentó bruscamente y también en Portugal, que desencadenó una cascada de pérdidas de generación que provocó una disminución de la frecuencia de los sistemas eléctricos en ambos países.

Consecuentemente, los sistemas eléctricos de España y Portugal comenzaron a perder sincronismo con el resto del sistema europeo y se activaron los Planes de Defensa del Sistema, aunque no lograron evitar el colapso del sistema eléctrico ibérico. Finalmente, la separación eléctrica de España y Portugal se completó con la interrupción de las líneas HVDC que transmitían energía de España a Francia.

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