El otro ranking de morosos: retratados por menos de 2.000 euros

La lista de morosos fiscales está repleta de empresas que son “cadáveres”, pero a las que Hacienda sigue reclamando una deuda millonaria

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De la lista de los 3.930 morosos que deben más de un millón de euros a Hacienda, todo el mundo se fija en los más endeudados -liderados por Reyal Urbis– o en los famosos -capitaneados por Neymar– pero nadie presta atención a los que están en la cola. A las empresas y particulares que, por unos pocos euros, superan el listón del millón y se ven expuestos al escarnio público.

En la cola de la lista se encuentra Maderas Nobles de la Sierra de Segura, una empresa valenciana que hace veinte años saltó a la fama por publicitar un negocio “ecológico” que consistía en la captación de pequeños inversores para cultivar enormes extensiones de árboles de madera de calidad. Aquello no funciono. Esta empresa maderera ha entrado en el listado de morosos fiscales porque adeuda 1.00.047 euros. Si hubiera depositado 47 euros en la Agencia Tributaria antes del 31 de diciembre pasado, su nombre no aparecería.

Otras cinco empresas figuran en la lista de morosos porque superan el listón del millón por una diferencia de menos de 1.000 euros, diez lo hacen por menos de 2.000 euros y una treintena por menos de 6.000 euros. Por poco dinero, podían quedarse fuera. Cuando se anota el nombre de estas sociedades en el buscador de Google sale la lista de morosos de Hacienda. Aparecer en este listado no solo supone una mancha en la reputación sino también un inconveniente para atraer clientes o conseguir créditos.

Un conocido asesor fiscal barcelonés apunta que “muchas empresas tienen tantos problemas que, lo de menos, es aparecer en la lista”. Puede ser por un descuido de sus gestores, que no se han percatado que la deuda fiscal supera por poco el millón de euros, pero también por encontrarse en proceso de liquidación o, incluso, en disolución.

La práctica totalidad de las últimas treinta empresas de la lista, las que superan el listón del millón de deuda por menos de 6.000 euros, están en situación concursal, liquidación o se han disuelto, aunque esto no impide que la Agencia Tributaria las mantenga año tras año en la relación de morosos.

Aportaciones extra para salir de la foto

Las fuentes consultadas indican que muchas empresas con deudas fiscales cercanas al millón de euros procuran no rebasar este límite. Si es necesario, sus administradores o asesores fiscales realizan aportaciones a la Agencia Tributaria para rebajar el monto por debajo del millón. Si las sociedades siguen activas o con posibilidad de remontar el vuelo, no quieren verse “retratadas” en la lista de morosos fiscales.

A las empresas que ocupan las últimas posiciones por volumen de deuda parece que les importa poco este retrato. Todas acumulan incidencias desde hace años, hasta el punto de que muchas están formalmente disueltas.

El ranking inverso está encabezado por Maderas Nobles de la Sierra de Segura, que se pasó en 47 euros del límite del millón a partir del que se aparece “retratado” en la lista. Se trata de una empresa fundada en el año 2000 por Juan Valero para promover negocios ecológicos y alternativos al ladrillo.

Según las informaciones que se publicaron en su momento, esta empresa maderera captó 20 millones de euros aportados por cerca de 3.000 pequeños inversores a los que se les anunció una rentabilidad del 10% anual en los siguientes 20 años. El negocio consistía en plantaciones de nogales, cerezos, castaños y paulonias, el árbol chino de crecimiento más rápido. Las fincas estaban en Albacete y Pontevedra. Incluso la automovilística Volkswagen colaboró con Maderas Nobles.

Acto de presentación en el año 2009 del proyecto de bosque “BlueMotion” en el que colaboró la empresa Maderas Nobles de la Sierra de Segura, Volkswagen y la Fundación +Árboles en Palazuelos de Eresma (Segovia).  /EFE/Juan Martín/Archivo

Acto de presentación en el año 2009 del proyecto de bosque “BlueMotion” en el que colaboró la empresa Maderas Nobles de la Sierra de Segura, Volkswagen y la Fundación +Árboles en Palazuelos de Eresma (Segovia).  /EFE/Juan Martín/Archivo

En 2015 entró en concurso de acreedores y, en 2017, en liquidación. Los pequeños inversores no han recuperado el dinero. Sus principales acreedores son Liberbank -que se quedo con las fincas-, Caixabank y Hacienda.

Las otras empresas del top ten inverso arrastran incidencias similares. Alcanzaron menos fama, pero su facturación anual era millonaria.

2. San Jorge Estructuras y Forjados (1.000.264 euros). En 2014 se acordó la disolución de esta promotora madrileña. Sin embargo, entró en la lista de morosos de 2015 y ahí sigue, con el mismo importe.

3. Refion Construcciones (1.000.438 euros). Primera aparición de esta constructora madrileña en la lista de Hacienda. La Agencia Tributaria acordó en junio del año pasado la revocación de su número de identificación fiscal, pero la incorporó a la lista.

4. Crespe (1.000.494 euros). Promotora inmobiliaria de La Carlota (Córdoba). Rebajó deuda el año pasado, pero no hasta quedarse por debajo del millón.

5. Hidro-Cambrils (1.000.741 euros). Empresa de instalaciones de agua y electricidad de Cambrils (Tarragona). Redujo su deuda en 56.776 euros el año pasado, pero se quedó a 741 euros de desaparecer de la lista.

6. Inver-Gestión del Mediterráneo (1.000.811 euros). Promotora inmobiliaria de Aspe (Alicante).

7. Castelló construcciones e infraestructuras (1.001.146 euros).  Promotora alicantina extinguida desde 2017. Sigue en la lista desde hace años con el mismo importe.

8. La Grama 38 SL (1.001.214 euros). Empresa inmobiliaria de Breña Alta (Tenerife).

9. Peixenor CYB (1.001.286 euros). Compañía de transporte de mercancías por carretera de Viveiro (Lugo). Es su primera aparición en la lista.

10. Grupo Trans NB (1.001.923 euros). Otra empresa de transporte de mercancías, de Carlet (Valencia). Disuelta en 2018.

La lista de morosos de Hacienda se asemeja a un cementerio de elefantes. Siguen figurando empresas que en su momento fueron gigantes pero que, en la actualidad, les quedó poco más que un NIF. Hay mucho “cadáver”, mucha empresa “zombie”, precisa un asesor fiscal.

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