Puig, Lambán y Page dan esquinazo a Sánchez en el Comité Federal del PSOE

Los tres barones socialistas más críticos con Ferraz plantan al presidente del Gobierno a tan solo dos meses del 28M

La presidenta del partido Cristina Narbona, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE Pedro Sánchez, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del partido María Jesús Montero y la secretaria de Igualdad del PSOE Andrea Fernández Benéitez asisten a la reunión del Comité Federal del PSOE en la calle Ferraz en Madrid, este sábado. EFE/ Sergio Pérez

La presidenta del partido Cristina Narbona, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE Pedro Sánchez, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del partido María Jesús Montero y la secretaria de Igualdad del PSOE Andrea Fernández Benéitez asisten a la reunión del Comité Federal del PSOE en la calle Ferraz en Madrid, este sábado. EFE/ Sergio Pérez

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A tan solo dos meses de que se celebren las elecciones autonómicas y municipales, Pedro Sánchez ha reunido este sábado en el Comité Federal del PSOE a altos dirigentes del partido y barones. El 28M será un momento trascendental para el futuro de los socialistas, el preludio de lo que podrán ser los comicios generales que se celebrarán a finales de año. Sin embargo, en al acto ha destacado la ausencia de tres de las figuras más críticas con Ferraz a lo largo de la legislatura: el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, el de Aragón, Javier Lambán, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page.

El líder valenciano tenía excusa: el evento ha coincidido con la celebración de Las Fallas. Pero aún así, la relación de Puig con el presidente del Gobierno se ha resentido en los últimos meses y, de hecho, no es la primera vez le da plantón a Sánchez. La tensión entre ambos tiene su origen en las exigencias del valenciano al Gobierno central para realizar una reforma fiscal para que las regiones que hacen mayores esfuerzos vean su recompensa a la hora de distribuir los ingresos del Estado. Pero la polémica más reciente tuvo lugar a principios de este año, cuando Sánchez se negó al trasvase Tajo-Segura a la Comunidad Valenciana, poniendo así en riesgo 16.000 empleos en la comunidad.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de Aragón, Javier Lambán, se reúnen en Zaragoza para abordar la Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. EFE/Javier Cebollada

En el caso de Lambán y Page, que también tenían sus propias agendas, ambos han sido muy críticos con la reforma de la malversación y la eliminación del delito de sedición. El presidente de Aragón llegó a decir el pasado mes de diciembre que era «gravísimo» utilizar fondos públicos para delitos como los que cometieron los independentistas catalanes con la celebración del referéndum, por lo que «actos como el de 1-O debería tener una consideración agravada en lugar de ser atenuante«. Incluso recriminó al jefe del Ejecutivo en su discurso de fin de año que «dependiera de extremistas». Por su parte, Page fue tajante al considerar que no era «tolerable pactar con los delincuentes su propia condena» y criticó que no se podía hacer el Código Penal «a medida de los culpables».

Pese a ello, Sánchez, que ha querido mostrar imagen de unidad, ha dedicado en su discurso unas palabras a cada uno de los barones socialistas, estuvieran presentes o no. Eso sí, para el final ha dejado a Puig, del que ha destacado que ha realizado «una inversión sin precedentes en la mejora de la sanidad publica valenciana, revirtiendo procesos privatización de hospitales», y a Lambán, a quien ha felicitado por «priorizar el gasto social en Aragón, atraer inversiones y reducir a casi la mitad el paro que se encontró al llegar al Gobierno». Sobre Page, ha destacado sus «medidas ejemplares de protección» de la lucha contra la despoblación.

Sánchez ataca a Feijóo por «acercarse a Vox»

El presidente del Gobierno tiene la mente en el 28 de mayo, donde se juega revalidar las nueve autonomías en las que gobierna en PSOE de las doce en las que se convoca a las urnas. Para ello, ha defendido la gestión socialista y ha sacado pecho de la reforma de las pensiones, de la reforma laboral, las subidas del salario mínimo, de los impuestos a la banca y las energéticas y de la tasa de solidaridad a las grandes fortunas. Y, sobre todo, ha atacado al PP de Alberto Nuñez Feijóo por d»acercarse a Vox» con la abstención que han anunciado los populares en la moción de censura.

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda y vicesecrataria general del partido María Jesús Montero, este sábado. EFE/ Sergio Pérez

«¿Por qué tienen esa desesperación? ¿A qué tanta impaciencia? Están atacados porque hay un Gobierno que gobierna para la mayoría y no se inclina ante los poderosos», ha sentenciado el presidente. Y ha añadido: «Las relaciones entre la derecha y la ultraderecha no son las mismas desde hace un año. De la colisión en tiempos de Casado hemos pasado a la colusión en tiempos de Feijóo». Sánchez se ha referido así al cambio de postura del PP, que en la moción que presentó también Vox hace ya más de dos años voto en contra.

«Están atacados porque hay un Gobierno que gobierna para la mayoría y no se inclina ante los poderosos»

Durante más de una hora de discurso, Sánchez ha criticado que para PP y Vox la receta para todo sean unas elecciones anticipadas. «¿Para hacer qué? para volver a hacer lo que ya hicieron en 2010. Mas allá de las elecciones anticipadas, ¿cuál es el verdadero programa del PP para 2023? El de 2013: congelar pensiones, becas, salarios mínimos, precarizar el empleo y recortar el estado del bienestar», ha criticado. «Y la ultraderecha lo mismo pero con mas fanfarria, además, con un plus de ensañamiento con las mujeres, homosexuales, inmigrantes… con un plus de agresividad con los que tienen mas difícil defenderse», ha concluido.

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