Adiós a viajar en autocaravana: este país prohíbe aparcar con multas de hasta 300 euros
Grecia ha dado un giro contundente a su política turística con la entrada en vigor de la Ley 5170/2025, que prohíbe el estacionamiento de autocaravanas y vehículos camperizados fuera de áreas expresamente autorizadas, como campings oficiales o espacios habilitados por los ayuntamientos. Esta medida, ya en vigor desde principios de mayo, ha generado una fuerte polémica entre turistas, residentes y asociaciones del sector, que ven en ella una amenaza directa al modelo de turismo itinerante que tan popular se ha vuelto en los últimos años.
La normativa establece una prohibición generalizada de aparcar este tipo de vehículos en playas, entornos forestales, áreas arqueológicas y espacios públicos no habilitados, incluso si no se realiza pernocta o se despliega mobiliario. La ley tampoco hace distinción entre una simple parada de corta duración y una acampada prolongada, lo que ha elevado la preocupación entre los viajeros. Cualquier infracción puede acarrear sanciones de hasta 300 euros, una cifra significativa que puede suponer un impacto importante en el presupuesto vacacional.
Tan solo se contempla una excepción parcial en zonas urbanas, donde se permite el estacionamiento durante un máximo de 24 horas, aunque esta opción está destinada principalmente a residentes locales y no a turistas. Esta ambigüedad legal ha dado pie a situaciones confusas en las que incluso viajeros que simplemente se han detenido para descansar o hacer una compra han sido multados por incumplir la nueva normativa.
Reacción del sector: preocupación y rechazo
Desde el Club Helénico de Autocaravanas (ELAT), una de las principales asociaciones de usuarios de este tipo de vehículos, la respuesta ha sido inmediata. Sus representantes han denunciado la “criminalización” de los viajeros que practican el turismo sobre ruedas, argumentando que esta medida restringe la libertad de movimiento y castiga de forma desproporcionada un segmento turístico que genera riqueza en zonas rurales y menos masificadas.
“Recibimos multas simplemente por aparcar sin molestar a nadie. La ley no distingue entre quienes acampan de forma incívica y quienes practican un turismo responsable”, critican desde ELAT. El colectivo ha anunciado que recurrirá la ley por considerar que vulnera principios de proporcionalidad y de fomento del turismo sostenible, y ha solicitado un diálogo urgente con el Ejecutivo para revisar su aplicación.
Argumentos del Gobierno: protección ambiental y ordenación turística
Desde el Gobierno griego, la defensa de la nueva ley se centra en tres pilares: protección del medio ambiente, preservación del patrimonio cultural y descongestión de infraestructuras locales. Fuentes del Ministerio de Turismo han recordado que en los últimos años se han disparado las quejas por residuos abandonados, ocupación prolongada de espacios públicos y saturación de zonas sensibles, especialmente en temporada alta y en áreas costeras.
El Ejecutivo insiste en que no se trata de una prohibición del turismo en autocaravana, sino de una regulación más estricta para ordenar su práctica y garantizar que se realiza en condiciones adecuadas. También señalan que el objetivo es fomentar un modelo más sostenible que incentive el uso de infraestructuras preparadas, como áreas de pernocta y campings certificados, en lugar de espacios improvisados o sobreexplotados.
Aunque la normativa griega es una de las más estrictas aprobadas hasta ahora, no es un caso aislado. Luxemburgo y Países Bajos ya prohíben completamente la acampada libre, mientras que en Reino Unido, aunque no existe una legislación nacional específica, varios municipios como Lancashire han impuesto restricciones horarias al estacionamiento de autocaravanas. En Italia, zonas emblemáticas como Cinque Terre o la Costa Amalfitana también han comenzado a limitar el acceso de este tipo de vehículos y a instalar señalización específica.
En Suiza, otra potencia del turismo al aire libre, las pernoctas están fuertemente reguladas, aunque se han habilitado espacios oficiales para quienes viajan en vehículos adaptados. Las sanciones por incumplir estas normas en Europa pueden llegar a superar los 300 euros, lo que pone de manifiesto una tendencia creciente hacia la regulación estricta del turismo rodante.
Turismo itinerante en peligro: ¿hacia dónde va el modelo?
Los efectos de la nueva legislación griega ya se hacen notar. Algunas plataformas de reservas de autocaravanas informan de una caída en el interés por rutas en Grecia, y varios operadores están reevaluando sus rutas habituales. Este cambio puede suponer un golpe para las economías locales que dependen del turismo de paso, especialmente en regiones rurales que tradicionalmente se beneficiaban del modelo de autocaravana como fuente de ingresos.
El Club Helénico de Autocaravanas y otras entidades del sector han lanzado campañas de concienciación para explicar los beneficios de este tipo de turismo, destacando su capacidad para descentralizar el flujo turístico, reducir la presión sobre destinos masificados y fomentar el consumo en pequeños comercios.
Por ahora, el Gobierno griego se mantiene firme en su postura. Sin embargo, con el inicio de la temporada alta y el aumento de las multas, el debate promete intensificarse en las próximas semanas. Lo que parece claro es que Grecia ha marcado un punto de inflexión que podría ser seguido por otros países europeos, redefiniendo el futuro del turismo itinerante en el continente.