La cesta de la compra se encarece: estos son los tres alimentos básicos que más han subido de precio
Los consumidores alertan del encarecimiento sostenido de alimentos esenciales, mientras Facua exige una investigación sobre posibles márgenes abusivos en los supermercados
Archivo – Una persona echa aceite de una aceitera, a 21 de junio de 2024, en Barcelona, Cataluña.
El precio de la cesta de la compra continúa escalando en España y afecta especialmente a productos tan cotidianos como los huevos, el aceite de girasol y el aceite de oliva. Según un reciente estudio de Facua-Consumidores en Acción, estos tres alimentos se han convertido en los protagonistas del último repunte de precios registrado entre octubre y noviembre de 2025. En algunos casos, las subidas superan el 25% en apenas un mes, un incremento que preocupa tanto a los consumidores como a las asociaciones de defensa del usuario.
La organización ha pedido a las autoridades competentes la apertura de un expediente sancionador a las principales cadenas de distribución, al considerar que podría haber aumentos injustificados en los márgenes comerciales, especialmente en el caso del aceite de oliva. “Las empresas deben acreditar si estos incrementos se deben a factores de producción o si están elevando artificialmente los precios”, reclama la asociación.
Aceite de girasol: la sorpresa del mes
Entre todos los productos analizados, el aceite de girasol encabeza la lista de los que más se han encarecido en el último mes. De acuerdo con el informe, su precio ha subido de media un 3,6%, aunque en algunos supermercados el aumento ha sido mucho mayor. La marca Koipesol, por ejemplo, ha pasado en Alcampo de 1,58 a 1,98 euros el litro, lo que supone un incremento del 25,3%.
Este repunte resulta especialmente llamativo, ya que el aceite de girasol había mantenido cierta estabilidad en meses anteriores tras la crisis de suministros de 2022. Ahora, con la presión de los costes energéticos y del transporte, vuelve a dispararse, afectando a millones de hogares que lo utilizan como alternativa más económica al aceite de oliva.
Los huevos, otro producto en escalada continua
El segundo alimento que más se ha encarecido son los huevos, con un incremento medio del 2,6% respecto al mes anterior. En Aldi, el aumento ha llegado al 19,2%, situando la docena de su marca blanca en 3,10 euros, frente a los 2,60 euros de octubre.
Pero más allá de esta subida puntual, los huevos protagonizan también el mayor encarecimiento interanual, con un aumento del 34% en los últimos doce meses. En algunos supermercados, como Lidl y Aldi, la docena de huevos medianos ha pasado de 2,02 euros en 2024 a 3,10 euros en 2025, lo que supone un incremento del 53,5%. Un alza que impacta directamente en la economía familiar, ya que se trata de un producto básico de alta demanda.

El aceite de oliva, en el punto de mira
Aunque el aceite de oliva ha experimentado recientemente una leve bajada interanual, su comportamiento mensual vuelve a preocupar. En noviembre, su precio medio subió un 2,6%, con especial incidencia en las marcas premium. El caso más destacado es el de Oleoestepa, que en Hipercor pasó de 7,89 a 9,19 euros por litro, un 16,5% más.
Facua insiste en que las empresas deben justificar estos aumentos y recuerda que el aceite de oliva es uno de los productos más sensibles del mercado español. Su fuerte volatilidad responde tanto a factores climáticos, como la sequía, como a decisiones comerciales que podrían estar influyendo en los márgenes de beneficio.
Otros alimentos: algunas bajadas, pero insuficientes
El estudio también revela que algunos productos han bajado ligeramente de precio, aunque las reducciones no compensan las subidas de los básicos. En noviembre, se registraron descensos en frutas y verduras, como las uvas blancas sin pepitas (-20%), las naranjas (-9,6%), las peras conferencia (-9,3%) o las lechugas iceberg (-8,3%).
Sin embargo, estos alimentos tienen un carácter más estacional y su impacto en la economía doméstica es menor que el de los productos de uso cotidiano como los aceites, los huevos o la leche. En este último caso, el brik de leche entera apenas subió un 0,06%, mostrando una estabilidad que contrasta con la escalada de otros alimentos.
Facua pide transparencia y control de precios
Ante esta situación, Facua ha exigido a las autoridades competentes que actúen para garantizar la transparencia en la formación de precios y que se investigue si las cadenas de supermercados están aprovechando la coyuntura inflacionaria para incrementar márgenes de forma desproporcionada.
La organización recuerda que los consumidores no están obligados a pasar la ITV de los precios en la misma comunidad donde compran, aludiendo metafóricamente a la libertad de elección del consumidor en el mercado nacional, pero también alerta de que la competencia no está funcionando como debería.
El encarecimiento de los alimentos básicos golpea directamente al poder adquisitivo de las familias, especialmente en un contexto de desaceleración salarial y tipos de interés altos. Según los expertos, los hogares destinan actualmente más del 17% de su presupuesto mensual a la compra de alimentos, el porcentaje más alto de la última década.
Además, la incertidumbre en los precios agrícolas y logísticos hace prever que la tendencia no se detendrá a corto plazo. “Los consumidores están pagando el precio de un sistema alimentario tensionado por la inflación, la sequía y la falta de regulación efectiva”, señalan desde la organización de consumidores.
Una cesta cada vez más cara y desigual
El informe de Facua deja claro que la cesta de la compra en España sigue encareciéndose, y que las diferencias entre productos y marcas son cada vez más pronunciadas. Mientras algunos precios agrícolas ceden terreno, otros básicos continúan subiendo de manera imparable.
La situación plantea un reto urgente para las administraciones públicas: garantizar la competencia, frenar las subidas injustificadas y proteger el poder de compra de los ciudadanos. En un momento en que llenar el carrito cuesta cada vez más, los consumidores piden respuestas y medidas que aseguren que el coste de los alimentos no se siga disparando sin control.
En definitiva, el aceite, los huevos y el girasol son hoy el termómetro más claro de un problema que va más allá de los lineales del supermercado: el de una economía doméstica cada vez más presionada por el precio de lo esencial.