Lotería de Navidad o Sorteo del Niño: descubre cuál es más fácil de ganar
A falta de solo una semana para la celebración del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, las estadísticas hablan sobre la probabilidad entre este sorteo y el del Día del Niño
Los décimos no vendidos, propiedad del Estado
Una semana. Siete días. Eso es exactamente lo que queda para que el país amanezca al son del cántico de los niños de San Ildefonso en el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Una fecha que, como cada año, viene marcada por la magia, la ilusión y, cómo no, la posibilidad de ese golpe de suerte que cambie tu vida.
Son muchos, sin embargo, los que se muestran escépticos respecto a este tipo de eventos. En el lado contrario, otros tantos ya planean también la compra de décimos para la Lotería del Niño, que se celebra el 6 de enero. De hecho, son muchos los que compran papeletas para ambos sorteos, siguiente la lógica popular que dice que cuanto más se juegue, mayores serán las posibilidades de ganar.
La estadística responde: esta es la opción más viable entre los dos sorteos
Ahora bien, más allá de las buenas intenciones, ¿qué dice la estadística? La realidad es que desde el punto de vista matemático, tanto el Sorteo Extraordinario de Navidad como el Sorteo de El Niño funcionan exactamente con 100.000 números posibles, que van del 00000 al 99.999. Este dato es clave porque implica que la probabilidad de ganar el primer premio es idéntica en ambos sorteos: 1 entre 100.000, lo que equivale a un 0,001% de posibilidades.
Por ello, la diferencia no está en la opción de que toque, sino en la cuantía del premio. Mientras que el Gordo de Navidad reparte 400.000 euros por décimo, el primer premio de El Niño otorga 200.000 euros por décimo. En términos estrictamente estadísticos, las opciones de llevarse el gran premio son las mismas, aunque el impacto económico final sea distinto.
Esto no implica, ni muchísimo menos, que ambos sorteos sean idénticos el uno respecto al otro. Y es que la gran diferencia entre ambos sorteos aparece al analizar el reparto de premios secundarios y reintegros. Aquí es donde las estadísticas empiezan a inclinar claramente la balanza hacia uno de ellos.
En este sentido, en el caso de la Lotería de Navidad, se estima que 15.304 números de los 100.000 obtienen algún tipo de premio, ya sea desde el Gordo hasta el reintegro. Esto supone una probabilidad aproximada del 15% de que un décimo resulte premiado. Sin embargo, este dato requiere una lectura más profunda.
Sin embargo, dentro de ese 15% de números premiados en Navidad, la mayoría corresponden a reintegros, es decir, recuperar únicamente los 20 euros jugados. De hecho, alrededor de un 10% de los números solo permiten recuperar la inversión, sin beneficio económico real.
Como consecuencia en lo que respecta a este hecho, la probabilidad de ganar más de 20 euros por décimo en Navidad se reduce a aproximadamente un 5%. Las estadísticas muestran así que, aunque el sorteo concentra grandes cantidades en premios principales, la opción de obtener un beneficio neto es relativamente baja.
El Sorteo de la Lotería del Niño se corona como la opción con la que es más sencillo ganar un premio
En este sentido, y por el contrario a lo que mucha gente piensa, el Sorteo de El Niño presenta un diseño mucho más favorable para el jugador, al menos desde el punto de vista estadístico. Los datos indican que casi el 38% de los números resultan premiados, contando tanto premios como reintegros, siendo una cifra considerablemente mayor que la del Sorteo de Navidad.
Por si esto no fuera suficiente, existe además un 7,82% de probabilidad de obtener un premio real, es decir, algo más que recuperar lo jugado. Estas cifras reflejan que El Niño reparte más premios, aunque de menor cuantía, lo que incrementa notablemente la sensación de “tocar algo” entre los participantes.
Por todo ello, y hablando desde un punto de vita meramente estadístico, las estadísticas indican que con un décimo de Navidad lo habitual es no ganar nada, algo que ocurre aproximadamente en el 85% de los casos. Por el contrario, en El Niño las probabilidades de recuperar al menos el importe del décimo son sensiblemente mayores, situándose cerca de uno de cada tres números.
Esta diferencia explica por qué muchos jugadores perciben El Niño como un sorteo más agradecido, aunque menos espectacular en premios. Navidad concentra la ilusión en grandes cifras, mientras que El Niño apuesta por una mayor frecuencia de pequeños premios.
Sin embargo, esto sigue estando muy lejos de la certeza: ambos sorteos son juegos de azar puro. Todos los números tienen exactamente la misma probabilidad, y no existen combinaciones más afortunadas que otras. La única forma matemática de aumentar las opciones de ganar sigue siendo siempre la misma: comprar más décimos, asumiendo que la suerte, en última instancia, sigue siendo imprevisible.